En los últimos años se está produciendo un hecho paradójico: las vacantes de empleo se sitúan en cifras récord a pesar de que el número de parados sigue siendo muy alto. ¿Estamos ante una nueva burbuja del mercado laboral?
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Desde los tiempos del boom inmobiliario, en los que la fuerte demanda de empleo cualificado produjo muchos puestos vacantes, en España no se había producido un número tan alto de empleos sin cubrir. Una situación que puede tener diversas causas y que podría dar lugar a problemas en muchas empresas.
Récord de vacantes
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en concreto de la Encuesta trimestral de coste laboral, el número de vacantes en el tercer trimestre de 2023 es de 155.797, lo que supone la cifra más alta desde que se empezó a contabilizar este dato (en 2013). Además, supone un incremento del 8,28 % respecto al mismo período del año pasado y un 5,2% de crecimiento del segundo al tercer trimestre.
En cuanto a la distribución por sectores, el de servicios concentra más del 90% de los puestos que no se cubren, con 140.582 vacantes, muy lejos de las 9.055 del sector industrial (5,8%) y las 6.160 de la construcción (4%).
De hecho, a todos nos suena la polémica sobre la falta de camareros en nuestro país, de lo que tanto se ha hablado desde que comenzó la recuperación del sector de la gastronomía y el turismo tras la pandemia.
En cuanto al reparto de vacantes por comunidades autónomas, Madrid, Cataluña y Andalucía serían las que tienen un mayor número de puestos no cubiertos (con un 56% del total), mientras que Cantabria, La Rioja y Extremadura las que menos.
Estos datos —que ya decimos suponen un récord— se contraponen a las cifras de la última Encuesta de Población Activa, con datos también del último trimestre de 2023, que cifran en 2.855.200 el número total de parados con una tasa de paro del 11,84%.
Esto fijaría la denominada tasa de vacantes en el 0,9%, cifra que en cualquier caso no es elevada si la comparamos con nuestros vecinos europeos. Y es que en el tercer trimestre —según los datos de Eurostat—, la tasa de vacantes en la eurozona estaba entre un 2,9 % y un 2,6 % pero con países como Alemania, Bélgica, Holanda y Austria por encima del 4% de empleos sin cubrir.
Por tanto, estaríamos claramente por debajo de la media europea. Aun así, no es difícil preguntarse: Si hay cerca de tres millones de parados ¿por qué no se cubren las apenas 150 mil puestos vacantes?
Una burbuja en el empleo
Ya hace tiempo hablamos de las dificultades de algunas empresas para conectar con la oferta de mano de obra y apuntábamos algunas causas como un modelo educativo que necesita una reforma. A esto se añadiría, según el “II Informe sobre las Necesidades del mercado de trabajo” elaborado por The Adecco Group Institute, una situación de incertidumbre general marcada por la inflación y un conflicto bélico en suelo europeo.
Según este informe, aunque la tasa de vacantes en España no es muy alta en relación al mercado laboral europeo, la situación española sí que presenta una patología muy diferente.
Según Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute, “uno de cada cinco desempleados de la Unión Europea reside en nuestro país […] y las tensiones entre oferta y demanda no sólo vienen de la escasez del talento necesario, sino que en nuestro país debe sumarse la escasez del talento disponible, o en algunos casos, del talento dispuesto a aceptar un empleo, o que esté capacitado para el mismo”.
Por otro lado, “esto tiene que ver con la escasa activación de nuestro mercado de trabajo y con problemas de cualificación, por tratar de empezar a dar pistas sobre aquello que se viene llamando la paradoja del mercado de trabajo español”.
Una paradoja que se podría resumir en que, según el último Observatorio Trimestral del Mercado laboral, elaborado por Fedea y BBVA Research, “la tasa de vacantes aumentó hasta máximos de los últimos trece años, lo que confirma que las dificultades para realizar emparejamientos laborales continúan elevadas”.
Esto supone que existen tantas vacantes como en los años del boom de la construcción, en 2007, cuando no había suficientes trabajadores cualificados para cubrir la demanda de puestos en este sector.
La diferencia es que en aquel año la tasa de paro se situó en mínimos y ahora hay un millón de parados más, lo que hace esta situación aún más compleja y provoca una posible burbuja en el empleo de consecuencias difícilmente previsibles pero que, sin duda, tal y como plantea la CEPYME, son un reto para el futuro.
Imágenes | Fotos de pressfoto, Drazen Zigic y pch vector (modificada)