Cómo afecta el cambio horario a nuestro trabajo

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Este fin de semana ajustamos nuestros relojes: las 2:00 pasaron a ser las 3:00 de la madrugada del domingo. Un hecho insignificante que, como el aleteo de una mariposa que finalmente acaba creando un huracán al otro lado del mundo, tiene una gran repercusión en las personas.

Realizamos este cambio para ahorrar energéticamente y sacar más partido a las horas de luz, pero aunque esta alteración del horario nos beneficie de este modo, también nos perjudica afectando directamente en los biorritmos de cada persona.

Y como no podía ser de otra forma, también tiene consecuencias en el ámbito laboral. Normalmente, durante los primeros días del cambio, las personas nos solemos sentir cansados, fácilmente irritables e incluso, es posible que suframos falta de concentración o trastornos del hambre.  Lo que realmente nos pasa es que pasamos una especie de “jet lag”, ya que nuestro cuerpo vive con la rutina marcada del invierno pero todo funciona con el nuevo horario.

Probablemente durante la jornada laboral estaremos más cansados de lo habitual, más susceptibles y nos costará concentrarnos en nuestras tareas. Por ello, es mejor tomar una serie de medidas para que este cambio no repercuta en nuestro trabajo.

Claves para que no te afecte

Debemos adaptarnos a este cambio poco a poco, sin cambios bruscos porque nuestro cerebro tiene que ir habituándose al nuevo horario. Lo suyo sería ir ajustándonos poco a poco: acostarnos un poco antes durante la semana previa, no dormir siesta y realizar ejercicio físico moderado para mejorar los ritmos cerebrales.

Pero si el cambio de hora nos ha pillado por sorpresa, entonces deberíamos aplicarnos algunas claves para ir acostumbrándonos al nuevo horario que nos da Objetivo bienestar.

  1. Evitar bebidas con cafeína
  2. Tomarnos la vida de forma relajada, evitando la situaciones de estrés o aprendiendo a gestionar la ansiedad. Puedes cambiar ver la televisión o estar con el móvil por leer antes de dormir; esto beneficiará la conciliación del sueño y el descanso. Así al día siguiente te sentirás mucho más descansado
  3. No irse a la cama con sensación de hambre o muy llenos; será otra forma de conciliar mejor el sueño y descansar

Y si a pesar de estos consejos, sigues sintiéndote cansado y no rindes bien en el trabajo, piensa que estamos en primavera, que el buen tiempo está a la vuelta de la esquina y vendrá para quedarse y que la hora de luz que nos regalan terminará influyendo positivamente en nuestro estado de ánimo 🙂

Marta Gámez

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