Se convirtieron en parte del paisaje urbano hace una década. Ahora, aupados por las restricciones al contacto físico, regresan con fuerza. La historia de los códigos QR es una montaña rusa que ha alcanzado un nuevo pico en tiempos de pandemia. ¿Aprovechan las empresas las inmensas posibilidades promocionales de esta tecnología? La respuesta es un rotundo no.
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Códigos de barras 2.0
Los códigos QR (acrónimo de Quick Response, respuesta rápida) son, en realidad, ‘hijos’ de los códigos de barras que llevan décadas presentes en el etiquetado de los productos comerciales.
Pese a que su relevancia en el mundo del marketing es relativamente reciente, llevan con nosotros desde 1994. Denso Wave, una empresa subsidiaria del gigante de la automoción Toyota, comenzó a usarlos para registrar los repuestos de los vehículos.
Constan de mapas de puntos enmarcados en un recuadro que semejan un test de Rorschach. Estos puntos conforman un módulo de encriptación que almacena información, la cual puede ser desbloqueada a través de un teléfono móvil u otro tipo de lector digital. El dispositivo es redirigido entonces a una dirección URL vinculada al código.
Crear un QR para tu empresa
Cualquiera puede incorporar esta tecnología en su negocio; tan solo es necesario seguir unos sencillos pasos.
- Si buscamos en Google las siglas QR encontraremos un sinfín de alternativas disponibles en la red para generar nuestro código. Las posibilidades son innumerables, por lo que aquí mencionaremos algunos de los más conocidos: Visualead, QRCodeGenerator, QRCodeMonkey y Unitag.
- Una vez en la interfaz del programa, tenemos que elegir la dirección URL a la que queremos asociar nuestro código, el cual también podemos personalizar e incluso agregar un logotipo.
- Finalmente tenemos que hacer clic en el botón de crear código y ya tendremos nuestra encriptación lista para descargar. Podremos reproducirla donde queramos, de modo que la información contenida en ella esté disponible para los potenciales clientes de forma rápida y sencilla
Usa los QR con creatividad
Como ya se ha dicho, configurar un código QR es pan comido. El verdadero reto estriba en aprovechar al máximo sus posibilidades para dar a conocer y publicitar nuestro producto.
Hace algunos años, durante la primera etapa de auge de esta tecnología, se puso de moda entre el empresariado, aunque su uso era «inadecuado», según Angel Barbero, profesor de tecnología en EAE Business School. «Por ejemplo, te topabas con códigos QR en carteles de carretera, como si pudieras escanearlos mientras conduces», comenta, «y muchos de ellos contenían información poco relevante, como una simple dirección».
«Se pensaba que solo utilizarlos ya era innovador, cuando lo innovador es usarlos en situaciones que permitan acelerar procesos», explica el experto. Las empresas han progresado en este sentido, aunque «no lo suficiente», en opinión del docente.
En sus declaraciones a Hablemos de Empresas, Barbero desgrana las ventajas de los QR como herramienta promocional:
- La primera es que, frente a otros códigos, «se puede guardar más información, lo que permite incorporar más datos«.
- La segunda es que se ha consolidado como «estándar mundial» y todos los fabricantes lo utilizan.
- En tercer lugar, «se han generalizado las tecnologías de reconocimiento en los móviles, así que no hace falta descargar programa o app alguna, basta con la cámara del smartphone».
En el sector de la hostelería, una de las áreas en las que más extendido está su uso, las oportunidades suelen verse restringidas por una aplicación limitada y poco imaginativa: «Se sigue usando para cosas simples como la carta de un restaurante, cuando da para cosas más elaboradas», lamenta Barbero. «Es posible registrar cuanta gente está viendo el menú, quiénes son los clientes habituales, pedir la opinión del usuario…»
Más que una moda pasajera
Entre otros sectores en los que esta tecnología tiene mucho que aportar, el experto destaca, además de la publicidad, los medios de pago y la logística, «por las posibilidades de trazabilidad que ofrece».
«Ahora que no puede haber contacto físico nos damos cuenta de que el QR permite repensar las interacciones», concluye Barbero. El profesor augura un largo recorrido a esta herramienta, aún sin las restricciones antipandemia: «Aunque volvamos a una normalidad que nos permita el contacto, el QR se quedará por su capacidad de agilizar procesos».
Con solo un escaneo
Las promociones y ofertas especiales constituyen el ejemplo perfecto de esta ventaja que menciona el especialista. Los generadores QR que están al alcance de los emprendedores permiten crear cupones de descuento para que los clientes accedan a ellos con tan solo un clic. La plataforma QRCodeGenerator acompaña el servicio con una guía audiovisual.
La de los eventos es otra de las áreas en las que esta tecnología destaca por sus posibilidades para simplificar tareas, como el control de acceso. A través de un código único vinculado a cada asistente es posible comprobar sus credenciales sin necesidad de tickets, tarjetas o cualquier otro artificio que pueda traspapelarse. Ferias, congresos, conferencias, exposiciones… Incluso es posible implantar este sistema para llevar el registro de la jornada laboral en un centro de trabajo, como ofrece la firma de telecomunicaciones española Altiria en su página web.
Incluir un código QR en una tarjeta de visita es una elegante manera de solucionar los problemas de espacio en la misma. Pasará de ser un mero cartón a una auténtica plataforma de acceso a la información sobre nuestro negocio o nuestras aptitudes profesionales. Con tan solo escanear el código, la persona que reciba la tarjeta podrá acceder a nuestro currículum, tienda online, servicios, redes sociales, blog o canal de Youtube.
Por último, los QR también sirven para mejorar la experiencia de los clientes dentro de un comercio o gran superficie, permitiéndoles acceder a la conexión wifi escaneando el código o facilitando el acceso a planos u otros elementos de orientación.
Imágenes | Markus Wrinkler y Proxyclick Visitor Management System en Unsplash