En 2014 casi tres millones de máquinas se comunicaban entre sí usando la línea telefónica. Según la M2M Alliance, se estima que hacia 2020 existan 20.000 millones de pares dispositivos conectados hablando entre sí en un mercado con un peso de unos 250.000 millones de dólares.
Se trata de un mercado calificado como explosivo por su rápido crecimiento. La tecnología M2M se ha vuelvo muy asequible, fácilmente implantable en la tecnología actual, y escalable. Con las ventajas que trae acompañada la automatización y el control que dan las máquinas conectadas, se espera que el sector M2M/IoT siga creciendo durante años.
Un ejemplo de M2M en edificios climatizados
Hace unas décadas, para climatizar un edificio bastaba con una caldera, una enfriadora y un técnico que cambiase de una a otra en función de la época del año. Tras aquello se instalaron máquinas programables en base a una temperatura de referencia que hablaban (M2M) con un sensor de temperatura.
Hoy día, las instalaciones de clima se han sensorizado tanto que en cualquier edificio hay decenas o cientos de sondas de temperatura, otras tantas de presión para detectar fugas en circuitos, alarmas de incendios conectadas a centralita, detectores de humedad, etc.
Cada uno de estas máquinas (que pueden tener o no actuadores como válvulas, mecanismos de cierre, motores, etc) está conectada a un BMS o Sistema de Gestión de Edificios, automatizado. Algo que facilita mucho el trabajo dentro del edificio y abarata los costes de mantenimiento.
M2M en el IoT, domótica y la industria conectada IIoT
M2M e IoT son dos conceptos que suelen ir de la mano, dado que solo las máquinas conectadas a otras máquinas son capaces de tener conversaciones. Tu pulsera de actividad o smartwatch es un objeto del IoT que mantiene conversaciones periódicas M2M con tu teléfono móvil, informando de los pasos que das, tu temperatura o pulso, minuto a minuto.
El móvil hace lo propio con el router, con el que el ordenador y el termostato también hablan. Este último, en viviendas domotizadas, habla con la caldera, las válvulas termostáticas, e incluso con el robot aspiradora que barre el suelo. Es el IoT doméstico, donde se espera un enorme crecimiento en número de unidades, cercanas a los 12.000 millones de dispositivos según Gartner.
La industria conectada IIoT (the Industrial Internet of Things) y el sector servicios serán donde más crezcan estas máquinas hablando con máquinas porque es donde más espacio hay para automatizar. La automatización que se inició durante el siglo pasado y que desplazó a los trabajadores a puestos de mayor cualificación, promete este siglo terminar por sacarlos de las factorías.
Así, se espera que una línea de fabricación sea totalmente autónoma en unas décadas gracias a que cada uno de los componentes y robots de la fábrica hablará con el resto de elementos mediante tecnología M2M en cualquiera de sus formatos: PLC, Ethernet, RTC, RDSI, ADSL para cable; GSM/UMTS/HSDPA, WiFi, Bluetooth, RFID, Zigbee (arriba) o UWB para inalámbrico, entre otros.
La importancia de las startups en la industria M2M/IoT
Detectar dónde un intercambio de información entre dispositivos aporta valor a un producto o servicio es algo que las startups han hecho tradicionalmente muy bien, probablemente debido a su flexibilidad y tamaño, que hacen posible que presenten iniciativas aparentemente disruptivas o altamente innovadoras.
Por ejemplo, las empresas fabricantes de los clásicos tornos de entrada al metro lo tuvieron más complicado para adaptarse a los métodos de pago M2M que las startups que los implantaron finalmente, adaptando tecnología antigua a una nueva pasarela de pago. Hoy, el viajero pasa su monedero de viajes (en forma de tarjeta RFID), el torno habla con un servidor y le permite pasar.
Plataformas de crowdfunding como Fellow Funders, Kickstarter, IndieGoGO o Goteo han sido grandes impulsoras del diálogo de las máquinas, ya que es en esos portales donde compañías a punto de formarse han volcado sus ideas de M2M para ser apoyadas por los usuarios. La acogida general ha sido buena.
Como mostró el Mapa del Emprendimiento 2017, muchas startups españolas arrancan su actividad con orientación a fintech, realidad aumentada, arte y diseño e IoT/IoE, áreas de servicios en los que la sensorización y las máquinas conversacionales M2M son claves.
Estas comunicaciones M2M seguirán aumentando en volumen gracias a la digitalización en oficina fruto de la transformación digital (que también vemos en el sector educativo), la automatización de las fábricas, la implantación de una red de objetos conectados en las smart cities, los nuevos protocolos de seguridad, la tecnología médica, la mecanización de la agricultura, y un largo etcétera.
Del mismo modo que en su día costaba imaginar qué ventajas podría traer conectar nuestro reloj al teléfono y este al router, hoy nos cuesta imaginar ventanas, cajones o baldosas conectados a un IoT que lo envuelve todo en una data-esfera global o todonet. Y, sin embargo, parece que por ahí van los tiros de la industria a medida que la conexión gana en velocidad y se abarata.
Marcos Martínez
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