El lento camino hacia la conciliación entre el horario escolar y laboral

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Si tienes hijos en edad escolar, es probable que hagas malabarismos para poder llevarlos al colegio. Madrugar y que desayunen en el centro –si este tiene esta opción–, turnarte con otros padres, e incluso es posible que recurras a un familiar. ¿Tenemos en España una conciliación con el calendario escolar?

Dado que es frecuente que lleguemos tarde al trabajo por pasar primero por el colegio, o que sean nuestros padres (sus abuelos) quienes los lleven y recojan, no parece que la conciliación sea una realidad. ¿Podemos conseguirla? El Gobierno español se plantea, aprovechando el cambio de hora, racionalizar el horario laboral. Hay empresas que ya permiten un horario flexible: ¿cómo lo hacen?

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¿Por qué no podemos conciliar trabajo y ‘cole’?

Los horarios de apertura de los colegios no son universales en toda España, como tampoco lo son en Europa. En nuestro país cada comunidad autónoma regula sus horarios, aunque todos son parecidos. Ahora la pregunta del millón: ¿qué es mejor, clases de de 9 a 14 horas en jornada continua (Alemania) o de 9 a 16 horas en jornada partida (España)?

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Francia, Reino Unido e Irlanda también tienen jornada partida, pero con un tiempo para comer mucho más corto. Llama especialmente la atención el caso de Francia, que lleva años apostando por la conciliación y cuyos niños pasan más horas en el colegio.

En este país es frecuente el comedor escolar y las actividades extraescolares en el centro. De ese modo, los padres pueden dejarlos en el colegio a primera hora, ir a trabajar y volver al acabar su jornada laboral. En España no tenemos nada parecido, por desgracia, o estas actividades dependen del centro. Además, es poco probable que a todas las familias les venga bien el mismo horario.

Autónomo, pyme y gran empresa: diferentes perfiles

Si observamos a nuestro alrededor, casi todas las personas que conocemos entran a trabajar entre las 8:30 y las 9:30 horas, de forma aproximada.. En trabajos de oficina la entrada tiende más a las 9 y en comercio a las 10, por ejemplo. La salida depende del sector, aunque a veces el presentismo nos sitúa en la oficina pasadas las 19. Pero no todas las jornadas son iguales.

Barrendero, quiosquero, conductor de trenes… Hay una gran cantidad de trabajos que hacen que la entrada y salida de los empleos no quede fijada a una hora estándar, a menudo relacionados con los servicios públicos mínimos. Además, hay negocios, como una panadería, donde desplazar el horario laboral resulta imposible.

Esto es relevante porque no todas las empresas tienen la misma facilidad para implantar un horario flexible que adapte la jornada laboral a la escolar de los hijos de los empleados. Autónomos, pymes y grandes empresas tienen particularidades propias.

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Los autónomos y pymes son quienes más difícil tendrán conciliar la jornada laboral por tener estructuras empresariales pequeñas. Pensemos en un comercio o una empresa familiar: si no hay nadie atendiendo, no se puede abrir la tienda y no se puede ingresar dinero. La flexibilidad de horario se ve limitada por la rigidez de su negocio.

Las grandes empresas, por contra, tienen un tamaño tal que les permite cubrir las necesidades mínimas con un pequeño número de trabajadores que den respuesta a lo urgente. En un equipo de 10 personas, por ejemplo, es probable que varias de ellas prefieran llegar a la oficina pronto, si la empresa lo permite. El “coeficiente de simultaneidad” lo dará el tamaño de cada equipo y el mínimo necesario que dé respuesta a las tareas que no pueden esperar.

¿Qué empresas permiten la conciliación con el horario escolar?

Con el horario de los colegios españoles hay varias posibilidades para los padres si quieren ser ellos quienes lleven a los hijos al colegio. El 85% de los padres que trabajan prefieren un horario flexible, y los estudios nos recuerdan que pueden llegar a ser más eficientes en su trabajo al estar más motivados. Aunque no en todas las empresas es factible, hay algunas fórmulas posibles:

  1. Que los lleve un padre y los recoja otro, pidiendo uno de ellos entrar antes al trabajo y otro entrar después (y salir más tarde).
  2. Pedir una reducción de la hora de comer, horario continuo, e incluso reducción de la jornada laboral, pudiendo llegar algo más tarde y salir antes.
  3. Aolicitar que parte de la jornada sea de teletrabajo, por ejemplo algunas tardes, y así poder llevarlos, recogerlos, y teletrabajar mientras estudian.
  4. Otras fórmulas más personales.

Pero, como adelantábamos, no todas las marcas están por la labor de alguna de estas medidas. Sí hay empresas, e incluso comunidades autónomas, que buscan que la conciliación laboral y familiar sea un hecho. La Xunta de Galicia, por ejemplo, ofrecerá ayudas a las empresas que trabajen en esta línea.

En el caso de Orange, el Plan de Trabajo Flexible sí permite la conciliación familiar en los tres puntos mencionados. Por ejemplo, una de las modalidades es la posibilidad de teletrabajar hasta ocho horas y media en casa a la semana. Otra es la flexibilidad de horarios, con una entrada entre las 7:30 y las 10 horas que permite llevar a los hijos al colegio.

Imágenes | iStock/Nadezhda1906, iStock/Valeriy_G, infografía de El Diario

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