En el campo de Tajonar, en Navarra, el Grupo AN lleva más de un siglo viendo crecer su cuenta de resultados. Pero sus beneficios no suelen terminar en reparto de dividendos. Se reinvierten en el grupo, en su infraestructura y en sus 42 000 socios.
A pesar de lo que pudiera parecer por su tamaño y su facturación (1457 millones de euros en el último ejercicio), el Grupo AN no es una empresa al uso. Es una de las más de 18 000 cooperativas de trabajo que hay a día de hoy en España. Está formada a su vez por 16 cooperativas de menor tamaño, agrupa a casi 42 000 ganaderos y agricultores y da empleo directo a 1700 personas. ¿En qué se diferencia una cooperativa del resto de empresas?
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¿Qué es una cooperativa?
El Grupo AN es una cooperativa agraria, uno de los muchos tipos de cooperativa que existen. Su definición legal varía de unos a otros, pero, a grandes rasgos, una cooperativa es una asociación libre de personas que se agrupan con determinados fines empresariales y con el objetivo de satisfacer sus necesidades económicas y sociales. Tanto su estructura como su funcionamiento son democráticos.
En España, el fomento de las sociedades cooperativas está ordenado desde la propia constitución (en este artículo te explicamos cómo crear una). En el ámbito legal, están definidas por la Ley 27/1999, de 16 de julio, de Cooperativas. En el primer título de dicha norma, las cooperativas se definen como “una sociedad constituida por personas que se asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para la realización de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento democrático, conforme a los principios formulados por la alianza cooperativa internacional”.
Los principios de una cooperativa
Además de sus objetivos y su estructura democrática, la cooperativa debe tener una serie de valores y principios determinados por la alianza cooperativa internacional. Según esta, las cooperativas comparten los valores de la autoayuda, la autorresponsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad. Tanto los fundadores como los miembros de una de estas asociaciones deben creer en valores éticos como la honestidad, la responsabilidad social y el respeto.
En cuanto a los principios que deben regir una cooperativa, la alianza establece que estos son:
- Afiliación voluntaria y abierta para todos aquellos que deseen formar parte del proyecto o abandonarlo si no satisface sus expectativas.
- Control democrático de los miembros. Todos participan en el establecimiento de las políticas y la toma de decisiones. En función del tipo de asociación, los votos pueden tener igual valor (un miembro, un voto) o no.
- Participación económica de los miembros. Los socios contribuyen de forma equitativa al capital de la cooperativa. Una parte de dicho capital es siempre de propiedad común y los beneficios se destinan siempre al desarrollo de la cooperativa, el beneficio de los miembros o el apoyo a actividades aprobadas por los socios.
- Autonomía e independencia. Son organizaciones autónomas y cualquier acuerdo con entes externos debe siempre asegurar que se mantendrá el control democrático.
- Educación, formación e información. Las cooperativas deben ofrecer formación a sus miembros y mantener al público general informado de los beneficios del cooperativismo.
- Cooperación entre cooperativas con el objetivo de servir a los socios y fortalecer el movimiento cooperativo.
- Interés por la comunidad. Deben trabajar por el desarrollo social y económico sostenible de las comunidades en las que están implantadas.
¿Cuáles son los tipos de cooperativas?
En función de su estructura y la naturaleza de sus socios, las cooperativas se dividen en primer y segundo grado. Según la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), las cooperativas de primer grado agrupan como mínimo a tres socios unidos por intereses y compromisos comunes. Mientras, las de segundo grado deben integrar al menos a dos cooperativas diferentes. Son cooperativas de cooperativas.
En función de la actividad que desarrollen, tal como señala el ministerio de Trabajo, existen en España 12 tipos de cooperativas:
- Cooperativas agroalimentarias. Están dedicadas a la comercialización de productos agrícolas y ganaderos y buscan que sus socios accedan en condiciones ventajosas a productos como fertilizantes o pesticidas.
- Cooperativas de servicios.
- Cooperativas del mar. Están enfocadas a las explotaciones pesqueras.
- Cooperativas de transportistas.
- Cooperativas de crédito. Tienen el objetivo de satisfacer las necesidades de financiación de sus socios y/o terceros.
- Cooperativas de seguros.
- Cooperativas de viviendas. Su objetivo es acceder a precios de vivienda más accesibles.
- Cooperativas sanitarias.
- Cooperativas de explotación comunitaria de la tierra. Ponen los recursos productivos en común y los socios trabajan conjuntamente.
- Cooperativas de enseñanza.
- Cooperativas de consumidores y usuarios. Tienen el objetivo de defender sus derechos y acceder a productos de calidad.
- Cooperativas de trabajo asociado.
Empresas frente a cooperativas: las diferencias
La estructura y la organización de las cooperativas está reglada por ley. Estas deben gestionarse a través de tres órganos que encuentran su equivalencia en las sociedades anónimas y limitadas.
- Asamblea general. Aquí se toman las decisiones principales y en ella participan todos los socios. Es el equivalente a una junta general en las sociedades empresariales.
- Consejo rector. Es el encargado de gestionar y representar a la cooperativa. Funciona como el consejo de administración de una sociedad anónima.
- Órgano de intervención. Tiene el objetivo de vigilar la actividad de la cooperativa y revisar sus cuentas.
De acuerdo con la alianza cooperativa internacional, las diferencias entre las cooperativas y las empresas con accionistas e inversores se resumen de la siguiente manera.
- Propiedad. Los dueños de una cooperativa son sus miembros, mientras en una empresa son sus inversores y/o accionistas.
- Control. En la cooperativa es democrático, bajo el principio de un miembro, un voto. En una empresa cada accionista tiene una cuota de control en función de lo invertido.
- La asamblea y el consejo rector funcionan, como acabamos de ver, de forma algo diferente a las juntas de accionistas y los consejos de administración.
- Rendición de cuentas. En una cooperativa, el consejo rector rinde cuentas frente a todos los socios, sea cual sea su peso en la asociación.
- Beneficios y dividendos. En una empresa, los dividendos se reparten en función del porcentaje que posea cada accionista. En una cooperativa, una parte de los beneficios se reinvierte siempre en la mejora de la asociación.
- Objetivos. La cooperativa busca maximizar la satisfacción de los clientes y el bienestar de los socios. En una empresa con accionistas, el objetivo es incrementar el beneficio de estos.
En definitiva, una cooperativa es un tipo de organización empresarial que persigue el beneficio de sus socios, que son en gran medida quienes llevan a cabo la propia actividad empresarial. Está controlada y gestionada de forma democrática y comparte una serie de principios y valores que redundan en el tejido económico y social de la comunidad en la que se asienta.
Imágenes | Unsplash/Mihály Köles, Leon Ephraïm, Antonio Janeski
