Los meses de verano son sinónimo de vacaciones y desconexión para los trabajadores, al menos por unas semanas o unos días.
Sin embargo, para muchas personas este periodo de asueto no lo es tanto, sobre todo para aquellos que no son capaces de desconectar del trabajo en ningún momento. Bien porque su actividad así se lo exige o bien porque, en ocasiones, son verdaderos adictos al trabajo. En algunos casos, desconectar del trabajo es una auténtica odisea. Sin embargo, es posible hacerlo.
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Un cuarto de los trabajadores no son capaces de desconectar del trabajo
La realidad actual dista mucho de ser la ideal. A pesar del teletrabajo, de las nuevas leyes en favor de los trabajadores y de que muchas empresas están fomentando la flexibilidad en los horarios de trabajo, lo cierto es que existe un grueso importante de trabajadores que aún no son capaces de desconectar.
En concreto, y según el último informe ‘What Workers Want 2020’, elaborado por Hays, a más de la mitad de los trabajadores les cuesta desconectar del trabajo (52%), frente al 48% que aseguran que pueden desconectar de una forma sencilla. Una cuarta parte de todos los trabajadores afirma que les cuesta desconectar incluso durante las vacaciones y los fines de semana.
Los expertos coinciden en que apartar la mente del trabajo durante las vacaciones es esencial para evitar algunas consecuencias indeseables, como el estrés, la ansiedad y el insomnio. Un problema que afecta especialmente a los puestos directivos y a los nativos digitales, que son los que más sufren estas ataduras invisibles.
Cómo desconectar del trabajo: consejos para disfrutar de tus vacaciones
Hasta hace poco tiempo, se pensaba que el trabajador ideal era aquel que permanecía pensando en su trabajo incluso durante sus vacaciones. Nada más lejos de la realidad. Llevarse el trabajo a la playa, ya sea de forma literal o desde el punto de vista psicológico, tan solo servirá para agotarte mental y físicamente.
La importancia de desconectar del trabajo se debe a que las personas, durante su descanso, se desvinculan de su carga laboral en su tiempo libre, lo que tiene innegables beneficios para su salud mental que acaban repercutiendo en una mayor productividad.
Cerrar los asuntos pendientes antes de las vacaciones
La mejor forma de desconectar del trabajo durante las vacaciones es cerrar todos los temas pendientes o, al menos, que queden lo suficientemente resueltos como para retomarlos a la vuelta con cierta comodidad. No es una tarea en absoluto sencilla, y a veces puede provocar un estrés demasiado elevado antes de su disfrute.
Si esto no es posible, intenta dejar una persona que actúe de backup de todas y cada una de las tareas pendientes, sobre todo si surge algún tema urgente o delicado. En ocasiones esto requerirá una cierta formación, pero siempre es mejor gastar algo de tiempo en ello que tener que conectarte en mitad de tus vacaciones.
Desconecta tus aplicaciones habituales
Desde luego, si no quieres que nadie te moleste, lo ideal es desconectar todas las aplicaciones y dispositivos que utilices en tu trabajo. Apagar el teléfono móvil, deshabilitar las notificaciones o utilizar la opción ‘No Molesta’ que viene incluida en la mayoría de terminales y sistemas operativos son algunas ideas.
En general, el uso de móviles y otros dispositivos similares, incluso los personales, debe ser el mínimo para que nuestro cerebro entienda que no estamos trabajando. Y, por supuesto, si utilizas el ordenador o el móvil durante tu tiempo de ocio, no hables de nada relacionado con el trabajo.
Busca lugares, experiencias y actividades ideales para desconectar
La mejor forma de desconectar no es hacer actividades rutinarias. Si trabajas desde casa, y tienes tu ordenador en un despacho, lo más probable es que su presencia te traiga recuerdos del trabajo. Lo mismo ocurre si acudes a un lugar bullicioso o tus vacaciones se basan en pasar tiempo delante de una pantalla.
En general, viajar a lugares nuevos y tranquilos y participar en actividades que te gusten y motiven es esencial para separarse del trabajo en el aspecto psicológico.
Controla tus horarios y hábitos
Las vacaciones son un periodo en el que somos más flexibles y permisivos con nuestros horarios y los horarios de nuestros hijos, algo normal e incluso necesario. Sin embargo, incluso en este periodo, es recomendable mantener una cierta rutina y ser regular. Te ayudará a conciliar el sueño y, con la vuelta al trabajo, facilitará tu reincorporación, lo que evitará la tan temida depresión posvacacional.
Algo similar ocurre con la alimentación. Si bien es cierto que la salud intestinal se suele descuidar en periodo estival, esta circunstancia puede dar lugar a condiciones tan indeseables como diarrea, gases, acidez y estreñimiento. Por eso, aunque no haya privaciones, siempre es recomendable adoptar una dieta equilibrada.
Aprovecha para disfrutar de los tuyos al máximo
Las jornadas laborales son tan frenéticas que, en muchos casos, no hay tiempo para disfrutar de la vida personal y familiar, al menos no como nos gustaría. En vacaciones estas costumbres se rompen, y es un momento único para disfrutar de la familia o de los amigos con momentos inolvidables, sobre todo si durante el periodo rutinario de trabajo no disponemos de muchas oportunidades para hacerlo. Desde luego, esta es la mejor medicina para olvidar tu trabajo y centrarte en lo que realmente importa.
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