Desmaterialización y digitalización de documentos: tendencias y mejores prácticas

Empresa

El tema de la digitalización y desmaterialización de documentos es complejo. Se cruzan tecnología, prácticas operativas y ley. Sin embargo, está claro que para las organizaciones se trata de una oportunidad en términos de eficiencia y ahorro de costes. La aceleración digital impuesta por la pandemia hace que esta transición ya no sea aplazable.[hde_related]

El documento siempre ha sido la base de cualquier proceso de negocio. Desde la contratación de personal hasta las ofertas comerciales; desde las facturas de compra hasta los informes de intervención postventa. En su sentido común, un documento es un objeto que ocupa un espacio físico. Su propósito es contener información que pueda ser utilizada por quienes la consultarán. En consecuencia, su valor no lo da el contenedor en sí, sino la información que contiene.

El documento en papel también se conoce como analógico, a diferencia del documento digital. Este último es un objeto informático que contiene información en forma numérica y codificada. No obstante, cuando hoy hablamos de digitalización, ya no pensamos solo en documentos, sino más bien en procedimientos integrales y flujos de información dentro de las empresas.

En este sentido, es importante distinguir los conceptos de digitalización y desmaterialización de los flujos documentales. Estos términos, de hecho, a menudo se usan incorrectamente como sinónimos.

La desmaterialización es un procedimiento que conduce a la informatización de un documento originalmente en papel. Su objetivo es preservar la información, manteniendo su valor legal, en su nuevo formato digital.

La digitalización, por otro lado, es un proceso mucho más complejo y refinado que no implica solo la eliminación completa del papel. Pasa a través de una reingeniería y una gestión totalmente informatizada de los procesos documentales.

Tendencias y ventajas de la digitalización de documentos

La necesidad de digitalizar la información y los flujos de documentos dentro de las empresas también se debe a las nuevas tendencias en el mundo del trabajo:

Por otra parte, las ventajas que aporta la digitalización de los flujos documentales se pueden resumir en:

La desmaterialización de los archivos en papel

La desmaterialización de los archivos implica una serie de actividades encaminadas a transformar todos los documentos en papel en digitales. Sin embargo, la desmaterialización de los documentos no es suficiente para una verdadera digitalización de los procesos en los que se utilizan.

De hecho, muchas empresas creen que la transformación digital termina con la compra de un software que les permita deshacerse del papel. En realidad, esto puede conducir a lo sumo a un ahorro de espacio de almacenamiento. Sin una visión global es muy frecuente la duplicación de documentos

Para llevar a cabo una digitalización efectiva de los procesos de negocio, es necesario actuar en tres niveles:

El marco legal para la desmaterialización y digitalización

Finalmente, conviene dibujar un marco legal para las prácticas de desmaterialización y digitalización de documentos. En primer lugar, ya sabemos que el Reglamento Europeo eIDAS (910/2014) introduce principios de no discriminación entre documento electrónico y documento en papel, entre firma electrónica cualificada y firma manuscrita.

Otro pilar a tener en cuenta a la hora de programar la desmaterialización y digitalización de la documentación empresarial es la normativa GDPR. Especialmente cuando la información almacenada en formato electrónico contiene datos de carácter personal. Como sugiere el mismo reglamento, el cifrado de datos permite, cuando se combina con una elección seria de contraseña, proteger los datos personales.

Particularmente importante es también la protección de los datos almacenados en la nube. Hay que llevar a cabo una selección cuidadosa del operador que guardará esos datos. Sobre todo si es un servicio externo a la Unión Europea. La legislación sobre privacidad también debe tenerse en cuenta al desechar archivos desmaterializados. Son demasiado frecuentes las estafas que se perpetran en detrimento de ciudadanos europeos tras extraer datos personales de sus desechos electrónicos exportados a países africanos.

La emergencia sanitaria ha propiciado (y en ocasiones impuesto) soluciones improvisadas para la digitalización del flujo de trabajo corporativo. Ha llegado el momento de racionalizar y ordenar el fenómeno para que se convierta en un activo a largo plazo para las empresas.

Por Alberto Barbieri

Imágenes I Wesley Tingey/Unsplash, Viktor Talashuk/Unsplash, Sigmund/Unsplash 

Archivado en
Subir