Cada 17 de mayo se celebra el Día de Internet. En Hablemos de Empresas, sabemos del papel fundamental que la red tiene para la nueva economía.
En esta ocasión queremos centrarnos en algunos ejemplos muy especiales. Hablaremos de aquellas compañías que consiguieron triunfar en internet gracias a las oportunidades que la red ofrece.
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Las claves del éxito
¿Qué necesita una marca digital nativa para triunfar?
- Nichos de mercado. Buscan un público concreto y le ofrecen productos específicos, a los que las grandes marcas más genéricas no pueden llegar. Su valor está en lo diferente y exclusivo de su propuesta.
- Storytelling. Son marcas que saben vender emociones, la historia que hay detrás de la compañía y sus trabajadores. Exponen los valores de su marca. El consumidor percibe ese engagement y conecta con la filosofía de la empresa.
- Redes sociales. Las plataformas públicas se convierten en su escaparate. Se promocionan por un coste mínimo y están en contacto con sus clientes, con los que pueden hablar directamente. Saben usar un lenguaje fresco, cercano e incluso humorístico.
- Consumer-centric. Ponen al consumidor, sus gustos y necesidades en el centro de la estrategia. La experiencia del cliente es lo más valioso.
Veamos algunos ejemplos.
La vecina rubia
https://www.instagram.com/p/BxQIKlQJNVl/
Lanzó su cuenta de Twitter en 2012 y, desde entonces, La vecina rubia no ha dejado de ganar seguidores. Acumula más de medio millón en Twitter y casi dos millones en Instagram. Con mucho desparpajo y un punto naíf, quienes la siguen hacen suyas frases como “madrugar es de guapas”. Abanderada de la buena ortografía, uno de sus máximos atractivos es el misterio con el que oculta su verdadera identidad.
Pero, además, La vecina rubia se ha convertido en una marca de éxito con su propia línea de merchandising. Entre los productos que vende encontramos agendas, tazas, objetos de papelería e incluso un libro de idiomas, ‘Inglés para rubias que no tienen un pelo de tontas’.
Mr. Wonderful
https://www.youtube.com/watch?v=jq_wJqPNvPo
Angi Cabal y Javi Aracil son dos diseñadores gráficos que, con motivo de su boda, decidieron crear sus propias invitaciones. Así nació Mr. Wonderful: una empresa que aboga por el optimismo y que ofrece objetos cotidianos como tazas o camisetas con mensajes estimulantes y dibujos tiernos y atractivos.
Comenzaron vendiendo en su tienda online pero, cada vez más, los encontramos en establecimientos físicos. En el último ejercicio fiscal ingresaron casi 20 millones de euros. Su filosofía, alegre y positiva, se transmite en su web, llena de concursos y contenidos para conectar con sus clientes.
Hawkers
https://www.youtube.com/watch?v=35wf0IFmy_k
En 2012, cuatro jóvenes españoles fundaron Saldum, una web para comprar y vender productos. El site no triunfó, pero sirvió para que estos emprendedores aprendieran de sus errores. Un año después nacía Hawkers, una startup que en 2018 se convirtió en una de las diez empresas nativas digitales más importantes del mundo, según la plataforma Brandsdistribution.
Cuando comenzaron, en solo dos semanas hicieron sus primeras ventas: gafas de sol de la marca Knockaround. Pronto decidieron crear su propia marca de gafas. Viajaron a China para conocer la forma de trabajar de los proveedores de aquel país. En la actualidad, cuentan con 39 tiendas físicas en España e Italia.
‘Qué vida más triste’
https://www.youtube.com/watch?v=VzhYfDdZ-Ko
Un nuevo ejemplo de la relación tan cercana entre audiovisual e internet. En 2005, se estrenó la webserie ‘Qué vida más triste’. Esta ficción simulaba ser el videoblog de Borja Pérez, un chico que nos contaba las vicisitudes de su vida diaria.
Con pocos recursos económicos pero mucha creatividad, la serie se convirtió en un éxito por la naturalidad, diversión y ese halo de serie B que exudaba. Fue la primera webserie española en dar en salto a la televisión nacional y durante tres temporadas se emitió en laSexta, con unos niveles de producción mucho más altos. Ahora, podemos verla en Atresplayer.
Dulceida
https://www.youtube.com/watch?v=fbCun_9IROE
Cuando hablamos de influencers y de su poder como marca, pensamos inmediatamente en Dulceida. Ha pasado de ser una chica que contaba sus andanzas en vídeos de YouTube a forjar un interesante imperio empresarial.
En 2007 comenzó a hacerse popular en Fotolog. En 2013 abrió su canal en YouTube. Con dos millones y medio de seguidores en Instagram, Dulceida tiene su propia línea de productos que vende en Dulceidashop: ropa, joyas, perfumes y accesorios. Además, colabora con otras marcas. Su cualidad básica es que es un modelo aspiracional para los millennials.
Desatranques Jaén
https://www.youtube.com/watch?time_continue=18&v=TsSCjsHTjOo
Para triunfar en internet es necesario ser glamuroso. Y luego está Desatranques Jaén, que ha demostrado que el humor y la viralidad son grandes herramientas marqueteras.
Esta empresa local y familiar que desatasca tuberías ha conectado con el público por sus curiosas e inolvidables campañas en redes. En las Navidades de 2018, se popularizó un remix musical creado por Jorge F. Herculano, community manager y creador del fenómeno. A Desatranques Jaén, desacomplejado y vitalista, no le importan los haters que tratan de minusvalorarlos. Su nueva ‘hazaña’ será la creación de una webserie de seis capítulos.
Moderna de pueblo
https://www.instagram.com/p/BxMlpaLHh5a/
Raquel Córcoles es una viñetista gráfica que creó a su alter ego, Moderna de pueblo, en 2010. Como ella misma explica, “cuando obtienes un feedback tan directo y rápido, es muy distinto a cuando trabajas en un medio tradicional”. Y es que esa es la contrapartida de los emprendedores que triunfan en internet. Deben escuchar a su audiencia, y aprender a ser responsables y autocríticos con lo que publican.
Moderna de pueblo hace parodia de una chica de pueblo que se marcha a la ciudad para triunfar. Gran abanderada de la causa feminista, vende sus productos en Tantanfan. Tazas, objetos de papelería, libros y camisetas forman parte de su catálogo.
Muebles Lufe
https://www.youtube.com/watch?v=YJAScL6K-xw
El Ikea vasco. Después de 20 años, Enrique Arrillaga tuvo que cerrar su empresa de productos de madera. Pero, lejos de desanimarse, decidió abrir un nuevo negocio con un enfoque distinto. Muebles Lufe vende muebles de manera online. Evita a los intermediarios y puede ofrecer precios más competitivos.
Sus muebles son sencillos y funcionales, listos para que el cliente los monte en casa. Su progresión es llamativa. En 2016, facturó 200.000 euros, en 2017, dos millones y medio. Y cerró 2018, superando los cuatro millones.
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