Los drones son una de las tecnologías con más desarrollo y futuro que hemos visto despuntar en los últimos años. Esto se debe, por un lado, a su capacidad disruptiva para reducir costes y aumentar la efectividad de muchas actividades. Y, por otro, a que este sector ha creado (y seguirá creando) puestos de trabajo que antes no existían.
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Por desgracia, ante toda disrupción también nos encontramos con un aspecto negativo: la posible destrucción de empleos que son sustituidos por procesos autónomos. Por ejemplo, la startup norteamericana Tevel Aerobotics Technology ha desarrollado un sistema con drones que recoge fruta por medio de identificación a través de inteligencia artificial. Puede ser un gran recurso para la agricultura, pero también una amenaza para los trabajadores de este sector, que en España emplea a en torno a 17 millones de personas.
La llegada de los drones
Tevel ha bautizado a sus drones como robots autónomos voladores. Se trata de una solución que se ha puesto en práctica para la recogida de fruta con el objetivo de evitar que la escasez de trabajadores pueda causar millones de dólares de pérdidas.
Los drones de Tevel utilizan algoritmos para identificar la fruta que hay que recoger y la que no, así como otros destinados a la maniobrabilidad y movimiento. Otra de sus ventajas es que pueden trabajar sin descanso, por lo que su productividad es todavía mayor que la de los humanos. La empresa destaca que sus drones permitirán mejorar la calidad, reducir los costes, aumentar la productividad, disminuir los riesgos, incrementar los ingresos y un despliegue continuado (trabajadores que no enferman ni paran de realizar su labor).
Y esta es solo la punta del iceberg del sector de los drones. Llevamos años hablando de drones de reparto (gigantes del ecommerce como Amazon han invertido millones de dólares en desarrollar esta tecnología), aunque siguen sin estar implementados a gran escala. No obstante, la compañía de Jeff Bezos sigue apostando por un futuro en el que estos dispositivos sean los encargados de los envíos de última milla.
También generaron en su momento cierta polémica los drones utilizados en combate. La tecnología que un día solo sirvió para la guerra hoy busca objetivos más humanitarios: por ejemplo, hemos hablado de drones que se utilizan con fines sociales y sanitarios y para la extinción de incendios.
Hacia una nueva generación de drones
Y es que las aplicaciones de los drones son tan diversas que pueden ser introducidos en todo tipo de industrias: para fotografía aérea, recopilación de datos en desastres humanitarios, operaciones de búsqueda y rescate, tareas de seguridad y seguimiento de fenómenos como huracanes y tornados, entre otros usos destacados.
Según un artículo de ‘Business Insider’ y eMarketer, estamos ante la llegada de la séptima generación de drones: tendrán capacidades de vehículos autónomos en el aterrizaje y despegue, total conciencia del espacio aéreo en el que se encuentran y cumplirán unos estándares de seguridad que la regulación emergente requiere para su éxito comercial.
Empleo en el sector de los drones
Ante la generalización del uso de drones, la sociedad tendrá que adaptarse a la nueva realidad. Muchas son las implicaciones de este cambio de paradigma, pero es destacable un informe del Congreso de Estados Unidos que asegura que “la integración de los drones podrá crear 100.000 puestos de empleo directos. En los primeros años generará únicamente trabajos en la manufacturación de estos vehículos no tripulados, así como de empleos como operadores de los mismos”.
Según la firma Drone Industry Insights, el mercado de los drones alcanzará en 2025 un valor de 42,8 mil millones de dólares. Gokul Anandayuvaraj, CEO de VINVELI, una empresa fabricante de drones señalaba en ‘Forbes’ las posibilidades de creación de empleo se desarrollarán con la propia tecnología: programadores, desarrolladores de software, administradores de redes… El futuro contempla que estos drones, además de no estar tripulados, sean autónomos. Muchas carreras profesionales prácticamente no existen todavía, como la de controlador de tráfico de drones.
A día de hoy, el rey de todos los puestos de trabajo generados por esta tecnología es el de operador o piloto de drones, un nicho de mercado que está creciendo a pasos agigantados. Existen muchas ofertas de cursos online y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha puesto a disposición de los interesados una guía para registrarse como operador de dron.
Imágenes | Unsplash: david henrichs; Dose Media; KAL VISUALS.