Cómo afectan los tipos de interés a tu empresa: atento a estos nueve efectos

Empresa

Los efectos de la subida de tipos de interés en la empresa son variados. Por ello, los gestores deben dedicar parte de su tiempo a analizar los cambios. Así podrán planificar mejor cómo cubrirse ante las nuevas dificultades y cómo aprovechar las oportunidades que surgen. [hde_related]

Acceso a endeudamiento a largo plazo

Este es el efecto más conocido. El Banco Central Europeo eleva el tipo de interés mínimo de sus subastas. Como consecuencia, la franja en la que se mueven los tipos en los que cabe que realicen operaciones interbancarias a corto plazo también va hacia arriba. 

Si no hay expectativas de que vuelvan a bajar en poco tiempo, los exigidos a plazos más largos van aumentando de forma progresiva. Al final, la financiación empresarial se encarece. Además, algunos negocios pueden tener dificultades para refinanciar sus deudas. 

Incrementos de la rentabilidad exigida por los socios

Poco a poco, van subiendo los tipos de interés de miles, incluso millones de operaciones financieras, incluidas las de menor riesgo. Por tanto, los propietarios de las empresas exigirán a estas mayores rentabilidades para seguir participando en el negocio. El resultado es que, si todo lo demás permanece constante, la valoración de las empresas se reduce a medida que se elevan los tipos de interés. En las cotizadas, esto favorece caídas bursátiles.

Efectos de la subida de tipos de interés en los proyectos de la empresa

Las alzas de tipos condicionan que a las inversiones se les exija más flujos de caja. Al fin y al cabo, se encarece el endeudamiento y los socios exigen más rentabilidad. Por ello, ahora no compensan algunas inversiones que antes podían tener sentido. Se reduce la demanda de inversión.

Reducción en la demanda de bienes de consumo duradero

El incremento de los intereses hace más complicadas las compras financiadas. Eso afecta a quien produce o distribuye vehículos, electrodomésticos, muebles, etcétera, pero también a los negocios que se relacionan con ellos. 

Reducción de la demanda

Una subida de tipos de interés puede tener algún efecto de disminución de la inversión empresarial, el consumo duradero e, incluso, puede repercutir en el gasto público. Como resultado, la demanda que reciben las empresas puede ser menor

Posibles abaratamientos de aprovisionamientos

Aunque una reducción de la inflación puede producirse por otras vías e, incluso, puede que la subida de tipos de interés afecte principalmente a la producción y el empleo y no tanto a los precios, su objetivo tradicional es contener la inflación. Eso puede hacer que las expectativas sobre precios pagados (aprovisionamientos de materias primas, servicios B2B, suministros, etcétera) sean menores. 

Negociaciones salariales

Las subidas de tipos de interés pueden afianzar en los trabajadores las expectativas de contención de precios. Si se consolidan unas expectativas de que los precios que pagan los consumidores irán moderando su ritmo de subida, eso debe facilitar las negociaciones salariales. 

Sin embargo, los trabajadores pueden estar preocupados por el incremento del coste de las inversiones. Estas inciden de forma importante en el comportamiento de la productividad y, a partir de ahí, en sus expectativas sobre salarios y estabilidad del empleo

Cambios en las condiciones de contratación

A medida que van subiendo los tipos de interés, la vigilancia de la tesorería se hace más exigente. Los activos más líquidos tienen un elevado coste de oportunidad y hay empresas que pueden apurar demasiado. Tampoco ayuda a que se concedan plazos largos de pago a proveedores el posible crecimiento de negocios con dificultades para refinanciar sus deudas. Además, las garantías para la satisfacción de deudas cobran mayor relevancia tanto en las compras como en las ventas.

La perspectiva temporal de las decisiones

Una empresa se construye a partir de acuerdos: laborales, comerciales, financieros, de inversión, etcétera. Unos se plasman por escrito y otros surgen espontáneamente y se plasman en la confianza en actuaciones cotidianas. El incentivo a la colaboración suelen ser los frutos compartidos a largo plazo. Sin embargo, todo lo que suceda en el futuro tiene menos valor en el presente a medida que crecen los tipos de interés. Priman, por tanto, los pactos que se rentabilizan en poco tiempo.

También, a medida que los tipos de interés suben, la competencia pondera más las consideraciones de corto plazo. Un golpe certero suyo puede dejarnos sin capacidad de respuesta, ya que puede que no encontremos una solución viable, una vez hayamos tenido en cuenta el descuento de flujos de caja. Por ello, los comportamientos de la competencia y los nuestros frente a ella suelen ser más agresivos. 

Las empresas deben estar vigilantes ante los cambios en los tipos de interés. Y, sobre todo, deben centrar su atención en los cambios de expectativas sobre su comportamiento a medio y largo plazo. Cualquier noticia debe analizarse y trasladarse a las mejores respuestas adaptativas.

Imágenes | Jonny Gios, Dominik Vanyi, Josh HildToralf Thomassen

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