Cuando el marketing nos inundó con una multitud de términos en inglés, muchos nos volvimos locos para tratar de entender cada concepto. Awareness, visibility, engagement, branding, leads, performance…
Distintas estrategias de marketing con distintos objetivos que te ayudamos a entender en este artículo. Solo sabiendo para lo que sirve cada uno tiene sentido preguntarse qué estrategia de marketing necesita tu empresa.
El camino que suele seguir el cliente en una compra
No todos los clientes se comportan igual, pero el neuromarketing nos demuestra que hay caminos que seguimos (inconscientes) en el proceso de compra. Este suele verse así:
Como toda estrategia, cada tipo de marketing necesitará unos KPI específicos, medibles, alcanzables, realistas y acotados en el tiempo.
Visibility marketing
El visibility marketing busca ser visible. Hace unos años bastaba con ir a los buscadores más grandes y teclear por nuestra profesión, servicios o productos para ver si estábamos en la primera página. Si no, éramos invisibles.
Pero ahora también disponemos de las redes sociales, donde muchos usuarios entablan conversaciones con las marcas. Quizá nos interese optimizar nuestro perfil de Twitter, tener una página visible en Facebook o llenar nuestro establecimiento de reseñas de Google Maps.
Sin importar el canal, lo relevante es ser visibles para nuestros clientes como primer paso para que muestren interés.
Awareness marketing
El awareness marketing tiene como objetivo que la marca, logo, escaparate, etcétera, sea reconocible, así como que el cliente reconozca el modelo de negocio detrás. Pero también que sea recordado.
Pensemos en una empresa que se dedique a la restauración ecológica. Restauración Ecológica S.L. es probablemente el peor nombre que podrían encontrar, porque tendrán que lidiar constantemente con no-clientes que quieren comer sano en lugar de aquellos que busquen la recuperación de un ecosistema degradado, dañado o destruido.
La capacidad del cliente para reconocer una marca es crucial a la hora de tomar decisiones de compra. Si el cliente no recuerda tu marca o no sabe lo que vende al leer el nombre, es improbable que esté interesado.
Engage marketing
Aunque la traducción del engage marketing es marketing de compromiso (qué raro suena), podemos optar por una traducción más libre, como marketing de nexos o relación. Porque esta vertiente del marketing trata de generar puntos de contacto con el cliente.
Hacer que la persona que accede a nuestra web se sienta cómoda nos obliga a definir nuestro cliente objetivo. Si no sabemos qué tipo de cliente buscamos, será imposible saber cómo preparar nuestra plataforma.
Imaginemos que tenemos un local orientado a turistas que proceden de Reino Unido y Alemania en su mayoría. ¿Tendremos la página solo en español? Si queremos que no salgan corriendo en busca de otra, probablemente la traduciremos a sus idiomas para hacer su experiencia más cómoda, fidelizándoles.
Branding marketing
Aunque muy resumido, el branding es el concepto de construir una marca, con todo lo que ello implica. Otorgarle identidad y carácter propios. Conseguir adeptos más que seguidores. Si puede ser, que sean los propios empleados los prescriptores de la marca.
La gente compra de gente en la que confía.
No hay que confundir branding con awareness. Que una marca sea reconocida o tenga un nombre fácilmente recordable no significa que tenga personalidad o un carácter que genere confianza.
Como ejemplo, trata de recordar una franquicia en la que te hayan tratado de manera diferente en función de quién fuese el encargado aquel día. Es obvio que la marca la recuerdas (awareness), pero esa empresa tiene pendientes tareas de branding marketing que unifiquen la marca en un único concepto.
Leads marketing
Menos abstracto pero más complicado es dirigir nuestra marca hacia la captación de leads (o registros). Si alguna vez has dado tu email en una web, has sido el lead de una marca.
No es una venta, pero sí la apertura de un canal futuro. Y disponer de un canal directo con el cliente es un gran paso a la hora de conseguir esa venta.
Un consumidor que haya visto cómo trabajamos puede estar esperando a que saquemos un producto o servicio más afín a su persona. Y, por ello, registrarse en nuestra plataforma. El email marketing se ha convertido en los últimos años en un gran canal de venta hacia clientes similares.
Performance marketing
Los objetivos del performance marketing suelen confundirse con los leads porque tienen una parte común: conseguir que el usuario haga algo. Sin embargo, las performance suelen ir más allá de un simple contacto.
Buscan generar una venta, la descarga de parte de un libro, un comentario en una red social… No es fácil conseguir que un usuario realice una acción directa.
Conseguir una venta es el objetivo último del marketing. Por supuesto, no es sencillo, y se tienen que dar una serie de circunstancias encadenadas a través de distintas estrategias.
La empresa ha de estar localizable en los buscadores o redes sociales (visibility), el cliente tiene que poder identificarla (awareness), sentirse cómodo (engage) y percibir en la marca una personalidad que aporte confianza (branding) y acceder a un registro (lead).
Será entonces cuando el marketing performance podrá aplicarse, y con ello producirse una venta.
Por Marcos Martínez