La técnica de deconstrucción no solo ha triunfado en gastronomía, ahora llega con fuerza al ámbito laboral. Según la RAE la desconstrucción es un proceso por el cual se deshacen analíticamente los elementos que construyen una estructura conceptual.
Muchos factores, entre los que destacan la economía, la tecnología y la digitalización, están acelerando el proceso de deconstructing work. Tanto las normas por las que se regía el mundo laboral, como los espacios de trabajo están cambiando. Las nuevas tecnologías han transformado nuestra capacidad de realizar las tareas, incluso las propias tareas que llevamos a cabo. Y es que podemos realizar una reunión con personas en diferentes localizaciones, hablar a tiempo real con cualquier punto del planeta o acceder a todo tipo de informaciones.
La flexibilidad laboral se está abriendo paso entre los jóvenes trabajadores, que demandan tanto el horario como el sitio flexible, unas condiciones que se denominan salario emocional, porque tanto valorar como el propio sueldo. Y es que se busca más la comodidad para llevar a cabo el trabajo, por el hecho de que se es más productivo.
También, ha cambiado de dirigir los equipos. Los jefes se han convertido en líderes, que son mucho más cercanos y que trabajan conjuntamente con cada uno de los miembros del grupo, además de general una influencia positiva en ellos. Esto hace que todos se sientan bien, ya que el clima laboral es óptimo, y de esta manera, sean más productivos.
¿Quién dio nombre a este proceso?
Niels Pflaeging, ha sido el padre del movimiento deconstucting work ha escrito varias obras sobre esto, entre las que destaca “Complexitools” y “Organize for Complexity. Cómo recuperar la vida en el trabajo para construir la organización de alto rendimiento” y dictamina que “en el siglo XXI trabajamos en ambientes totalmente dinámicos e impredecibles. Hay que planificar menos y liderar más. Hay que reducir la burocracia y aumentar el liderazgo.”
Gran cantidad de empresas se están sumando al cambio cultural que esto supone, adaptándose al nuevo entorno corporativo, apostando por la conseguir la máxima productividad mejorando la calidad laboral. Y serán estas las que progresarán y sobrevivirán en el ámbito empresarial.
Marta Gámez