Hablamos mucho de la generación millennial. Son los reyes del consumo y el target favorito de las marcas. Pero lo cierto es que no podemos perder de vista a los consumidores del futuro, aquellos que dentro de muy poco protagonizarán todas las campañas. Estamos hablando de la generación Z.
La nueva generación
Aunque es difícil ponerse de acuerdo en cuanto a fechas concretas, los expertos dicen que la generación Z la conforman aquellas personas que nacieron entre 1999 y el año 2010. Como siempre que se habla de generaciones, las fechas son fundamentales porque marcan las circunstancias históricas que distinguen a los individuos y que definen sus características. Cuando se habla de los adolescentes se suelen anotar estas:
–Nativos digitales. Son jóvenes que han nacido cuando Internet ya estaba implantado en la sociedad y no conocen la era analógica. Para ellos es imposible imaginarse vivir sin la conectividad de la red.
–Crisis económica. Muchos han crecido bajo las consecuencias de la crisis económica. Un hecho que les diferencia de la generación millennial, por ejemplo, que fueron educados en tiempos de prosperidad, con grandes esperanzas en el futuro y mucho optimismo.
–Multiculturalidad. Otra característica que les define es su concienciación respecto a temas como el cuidado por el medio ambiente o el respeto por la diversidad. La visibilidad de las minorías y el impulso de los derechos sociales son para ellos la norma natural con la que se debe regir la sociedad. Han crecido con esos valores.
–Autodidactas. La educación tradicional tal y como se conoció en otras generaciones ha dejado de tener preponderancia. La crisis económica ha hecho que muchos no puedan seguir estudiando. De igual forma, Internet ofrece un sinfín de disciplinas, tutoriales, información, MOOC… que muchos de estos jóvenes aprovechan para aprender por sí mismos.
–Mi trabajo ideal. Si las generaciones pasadas crecían en la idea de encontrar un trabajo perfecto, la generación Z es mucho más realista. Muchos no se plantean tener un trabajo fijo o altos sueldos, sino una tarea con la que puedan sentirse realizados, que se ajuste a su personalidad.
Claves para conectar
Estos niños, adolescentes y jóvenes puede que aún no sean grandes consumidores. Pero marcarán los modelos de consumo en un tiempo no demasiado lejano. Por eso, es importante que las marcas comiencen a trabajar para aprender a conectar con ellos. ¿Cómo pueden conseguirlo? Éstos son algunos de los tips que pueden poner en marcha.
–Inmediatez. La generación Z espera respuestas rápidas por parte de las marcas. Soluciones en tiempo real que atiendan a sus necesidades del momento. Por eso, el desarrollo de la inteligencia artificial, de los bots conversacionales y de los servicios de asistencia las 24 horas serán claves.
–Un mismo lenguaje. Cada generación tiene su propio lenguaje, con sus propios códigos, una jerga que cambia con el tiempo. Las marcas que quieran conectar, tendrán que hacerlo aprendiendo sus formas y maneras de expresión. Así, los consumidores notarán que empatizan con ellos y que les comprenden.
–Visual. Consecuencias de ser nativos digitales. Dicen que la generación millennial se expresa mejor mediante el texto, y la generación Z a través de imágenes. Muchos de los formatos forman parte de su forma natural de expresarse en redes. Aprender a usar gifs o memes, puede ser esencial para comunicarse.
–Hacerles partícipes. El consumer-centric, poner al consumidor en el centro de la estrategia, será cada vez más importante. El consumidor quiere poder tratar a la marca de tú a tú y que ésta le haga vivir una experiencia de consumo gratificante. Solo así se generará la fidelización.
–Personalización. En la línea del anterior, hablar de tú a tú significa conocer a ese usuario. La generación Z no quiere solo que la marca sepa su nombre o su fecha de nacimiento. El análisis del big data permitirá que las estrategias puedan ser muy focalizadas.
–Implicación social. La generación Z ha crecido con valores de concienciación social, medioambiental, cultural… muy marcados. Los consideran intrínsecos al ser humano. Y no solo no entiende que una marca no proteja, por ejemplo, la naturaleza, sino que valorará que se implique con campañas, eventos y acciones de todo tipo.
–Hiperconectividad. Los miembros de esta generación están creciendo con un móvil pegado a la mano. Cada vez están más conectados. Por ello, las marcas necesitan no solo tener presencia online, sino hacer de la multicanalidad su bandera. No se trata de tener una web, sino de gestionar cuentas en las redes sociales más usadas, potenciar el ecommerce y, por supuesto, ofrecer contenido de valor.
–Transparencia. La era de Internet ha igualado las relaciones entre los usuarios. La generación Z quiere sentir que la marca es afín a sus ideas y nada mejor para demostrarlo que el hecho de que ésta sea transparente, y no le importe mostrar sus procesos internos (de hecho, es algo que valora). El vídeo en directo será más que clave.
La generación Z representa a los consumidores del futuro. Pero la marca que quiera estar al día, necesita comenzar ya a conectar con ellos. Si no, puede verse empujada fuera de esta trepidante carrera marketera.
Por Noelia Martínez
