Por Alberto Barbieri
Los cambios demográficos afectan también al mundo del trabajo. La jubilación de los más expertos, combinada con la entrada de nuevos empleados, produce desafíos y, al mismo tiempo, oportunidades para todos los sectores. En este contexto, el concepto de knowledge management, la gestión del conocimiento, cobra cada vez más importancia.
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Según la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, el número de trabajadores mayores de 55 años se ha duplicado en los últimos 20 años. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística indica que el mayor aumento en las tasas de empleo se produjo para los hombres en el grupo de edad de 55 a 64 años, donde creció 7,7 puntos. Mientras que para las mujeres en el grupo de edad de 55 a 64 años el aumento fue de 7,9 puntos en el periodo 2015-2020.
Son los llamados baby boomers, un ejército de trabajadores que, sin embargo, se acercan a la jubilación. El reverse mentoring, donde el intercambio de conocimiento es mutuo, es necesario porque permite una mayor integración intergeneracional en una época de cambios muy rápidos. Por ejemplo, los séniores pueden aprender de los más jóvenes el manejo de las nuevas tecnologías. Sin embargo, el principal desafío es la urgencia de transmitir las competencias y la cultura empresarial a las generaciones que vienen.
Field Service News ha medido la percepción de las empresas sobre el cambio generacional. Para el 73 % de las compañías encuestadas, la gestión del conocimiento representa una gran preocupación. Los problemas surgen de la escasez de trabajadores calificados, una brecha en las habilidades prácticas y la necesidad de capacitar a muchos nuevos empleados. Adquirir el bagaje de los más mayores puede resultar complicado si los procesos no están documentados, si los técnicos trabajan solos y si la formación no se realiza en grupo.
El papel de la tecnología en la gestión del conocimiento
Los técnicos, sobre la base de las actividades realizadas, desarrollan experiencia, pueden dar consejos, sugerir trucos y compartir sus conocimientos relacionados con los procesos corporativos. Si no se transfiere o documenta de forma adecuada, este conocimiento se pierde cuando estos trabajadores se retiran. No se trata de un fenómeno aislado. Al contrario, son muchos los sectores empresariales que se encuentran con los mismos obstáculos. En una investigación, Service Council encontró que para el 70 % de las empresas de servicios la pérdida de conocimiento será uno de los desafíos más importantes de los próximos años.
Por otro lado, la adopción de tecnologías de última generación puede ayudar a desarrollar la gestión del conocimiento y cerrar la brecha entre generaciones. En concreto, el 58 % de los participantes en la encuesta está convencido de que es fundamental que los séniores fomenten el interés de las empresas por las tecnologías innovadoras relacionadas con la realidad aumentada.
La realidad aumentada (RA), de hecho, se puede utilizar a través de dispositivos móviles como smartphone, tabletas y wearables para presentar en tiempo real información como instrucciones de trabajo digitales, checklist virtuales y videollamadas interactivas. La inteligencia artificial, por su parte, trabaja con la RA para optimizar la información presentada al usuario proporcionando datos, imágenes, vídeos e instrucciones según sea necesario.
Cuando las dos tecnologías funcionan juntas, es posible ofrecer una transferencia de conocimiento intuitiva, automatizada e interactiva. Además de proporcionar información organizada de forma flexible, no dependiente de la presencia y la simultaneidad. Factores estos que suelen complicar la transmisión de conocimiento entre generaciones.
Formación ‘bajo demanda’
Cuando se incorporan nuevos miembros es fundamental que reciban la formación adecuada relacionada con el puesto que ocupan. Sin embargo, es recomendable reducir la cantidad de trabajo del tutor y evitar pagar a dos personas por hacer la misma actividad. En cambio, las empresas pueden utilizar herramientas de tecnología de gestión del conocimiento para proporcionar orientación e información en tiempo real a los recién llegados.
El conocimiento ‘bajo demanda’ asegura que los trabajadores estén capacitados en cualquier lugar y momento, sin desperdiciar recursos. En particular, se pueden proporcionar:
- Instrucciones de trabajo digitalizadas, incluso sin conexión.
- Salas para entrenamiento con realidad aumentada y mixta.
- Entrenamiento virtual inmersivo en 3D.
- Formación en vídeo según el modo ‘hago lo que veo’.
- Asistencia y orientación remotas, incluso en entornos con poca conectividad.
- Anotaciones en RA y uso compartido del contenido en tiempo real.
La tecnología permite realizar la formación de forma remota y con una gestión del tiempo personalizada compatible con diferentes compromisos laborales y personales. Los algoritmos de inteligencia artificial ayudan a compartir datos, archivos, imágenes y etiquetar o clasificar información. Además, la necesidad de consultar la información con las manos libres por motivos de seguridad añade otro elemento a favor de la digitalización. Por último, la gestión automatizada de datos garantiza un ahorro significativo de tiempo y dinero.
La gestión del conocimiento juega un papel fundamental en la adquisición de datos esenciales y su almacenamiento. Con el objetivo de poder consultarlos cada vez que sea necesario. Se pueden crear hasta módulos de formación actualizables y que estén siempre disponibles para todos los recién llegados. De esta manera, las organizaciones pueden superar los desafíos causados por el envejecimiento y la rotación de personal.
Imágenes I Amy Hirschi/Unsplash, Hammer & Tusk/Unsplash, Eddie Kopp/Unsplash