La historia de las rebajas ha sido la de una aproximación paulatina hacia algunas de las prácticas más importantes para el comercio dentro y fuera de las temporadas de rebajas.
Los antecedentes de las rebajas
El primero son los descuentos, que se efectúan desde tiempos remotos de diferentes maneras. Una de las más habituales es la negociación, a través del regateo. En otros casos, se ofrecían, como en las rebajas actuales, unilateralmente. Ya en la antigüedad era común que a un intercambio entre tribus, pueblos o estados distintos se le añadiese algún regalo que no solamente facilitase el encuentro, sino que también fortaleciese la relación.
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Posteriormente, fructifica la idea de que no solamente puede cambiar el precio, sino todo el conjunto de condiciones de la operación. Especial importancia tienen las de pago. El desarrollo de títulos valores como, por ejemplo, la letra de cambio es un antecedente de las facilidades de pago modernas, tan importantes en las rebajas de hoy.
El segundo elemento importante es la idea de concentración en unas fechas concretas de una campaña comercial. En ese sentido, tuvo mucha importancia el desarrollo de las ferias medievales.
Una orientación semejante se ha mantenido hasta nuestros días. Por ejemplo, en el siglo XX, podemos ver que el Ministerio de Comercio Exterior británico insertaba en el diario ‘La Vanguardia’ un anuncio en 1921 de una feria que permitiría pasar revista a todo lo que la producción británica ofrecía en diferentes industrias. Esa idea de que las rebajas o cualquier otra campaña comercial es un momento destacado como ‘escaparate’ del comercio pervive hasta hoy.
La tercera pieza importante es la consolidación de las rebajas como una práctica comercial. Primero un conjunto de empresas coincide en iniciar una campaña de rebajas y, después, en asentarlo como costumbre.
En ese sentido, tuvo mucha importancia el acuerdo de varios comercios neoyorquinos para iniciar una campaña de rebajas durante la Gran Depresión. El sentido, en ese momento, era dar salida a los excedentes de existencias en un momento crítico.
El asentamiento del término rebajas
En español, sin embargo, el término rebajas existía mucho antes de que cristalizase esta práctica como la conocemos hoy. De hecho, el vocablo “rebajas” es empleado desde hace siglos en el sentido de recorte, especialmente de impuestos.
Pero ya desde muy antiguo se viene empleando el término en español para referirse a los descuentos. Lo podemos comprobar, por ejemplo, en un anuncio en el ‘Diario de Madrid’ en 1788. En él se alude al precio de un recado de oratorio “hechas ya todas las rebajas”.
Sin embargo, es en el cambio del siglo XIX al XX cuando comienza a popularizarse el término con el significado de descuento de precios. Así, empresas como la Compañía Trasatlántica o las bicicletas Peugot insertan anuncios en prensa utilizando esta palabra.
En esta época, el término tiene un significado de límites imprecisos. Por ejemplo, la tienda El Siglo de Buenos Aires publica en 1905 un anuncio en el que emplea indistintamente las palabras “rebajas” y “saldo”.
También se observa que, ya en 1881, se asociaba las rebajas a la conclusión de la temporada. Así lo muestra un anuncio de El Bon Marchè en ‘El Liberal’. En él se habla de “grandes rebajas por fin de estación”.
Lo que sí va consolidándose progresivamente es la convicción de que hay que trasladar que las rebajas no suponen merma de calidad o servicio. Por ejemplo, en 1902 la Compañía Trasatlántica se esforzaba en resaltar que prestaba “alojamiento muy cómodo” y “trato muy esmerado” a sus clientes, a los que ofrecía rebajas por viajes de ida y vuelta, para familias o para emigrantes.
La consolidación de las rebajas en España
A la altura de los años 40 del siglo XX, dos comercios madrileños van a tener gran protagonismo en las rebajas españolas. Son El Corte Inglés y Galerías Preciados. Pero no están solos, otros como Sederías Sol o San Mateo también se apuntan a las rebajas. En Barcelona, hacen lo mismo, por ejemplo, Pertegaz o Casa Vilardell.
En las décadas siguientes, las rebajas se van convirtiendo en un fenómeno de masas. Así, observamos que si la portada de ‘ABC’ lo calificaba en los años 60 como una cita de la economía doméstica, en los 70 se hacía eco de las “batallas” por conseguir el artículo deseado.
Las últimas tendencias en las rebajas españolas
Tres han sido los protagonistas del cambio en los últimos años en las rebajas. Por un lado, se han producido cambios significativos en el patrón temporal. Las rebajas de invierno comparten ahora espacio con el black friday y el cyber monday.
En segundo lugar, ya no solamente hablamos de rebajas en el comercio físico, sino también en el electrónico. En cierto modo, parte de las aglomeraciones propias de estos días se ha trasladado a un incremento en el trabajo de los comercios a los almacenes y redes logísticas.
Finalmente, se ha producido una desregulación de las fechas. Desde el 15 de julio de 2012, la Ley de Comercio Minorista establece que “la duración de cada periodo de rebajas será decidida libremente por cada comerciante”.
La historia de las rebajas ha sido una pieza importante en la del comercio en general. Han servido para construir prácticas y empresas y dar forma al sector de la distribución.
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