Las imágenes generadas con la asistencia de inteligencia artificial (IA) se han popularizado durante los últimos meses. Aunque sigue sin haber una regulación mundial que de soporte estable a nuevos mercados, la realidad es que muchos artistas han empezado a usar estas tecnologías en sus obras, añadiendo un factor de productividad adicional frente a los que no lo hacen.
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Con la integración de las IA a los bancos de imágenes, muchos ilustradores y diseñadores están viendo la posibilidad de monetizar su trabajo. Sobre todo para aquellos bancos que, como Shutterstock, tratan de generar flujos positivos para artistas cuando su trabajo previo se use en imágenes de este tipo. ¿Cuáles son los campos que se abren a este nuevo tipo de imágenes?
Usar o no usar inteligencia artificial en la creación artística
En la actualidad, existe un relevante debate ético sobre la posibilidad o necesidad de usar herramientas como MidJourney, Dall·E 2 y Stable Diffusion por parte de los propios artistas. Sin embargo, la evidencia apunta a que tanto artistas como aficionados se ven potenciados cuando emplean esta tecnología en cuanto a la calidad de las obras.
«Si una máquina hace algo que reduce mucho el coste de producir algo, ¿qué ocurre con la persona que hacía ese algo antes? Esta es la verdadera cuestión tras la controversia», resume la periodista Cleo Abram en una de sus publicaciones sobre este debate. En la misma, comparte métricas sobre cómo percibe la gente la calidad del arte con y sin IA.
Aunque los artistas usando IA quedaban por encima en la clasificación, demostrando que son los más beneficiados en la adopción de esta tecnología, lo cierto es que los amateurs quedaban muy poco por debajo de los artistas sin IA. Es decir, las herramientas de creación de imágenes (aún) no sustituyen el talento sin IA de forma global, pero sí parcial. A los artistas les interesa emplear estas herramientas si quieren mantener su posición relativa de calidad artística, como ya adoptaron otras en el pasado.
Sectores que dan cabida a las imágenes con IA
Casi cualquier tipo de sector artístico en el que la visual juegue un papel tiene la capacidad de utilizar imágenes generadas mediante IA. Aunque la mayoría de ellos seguirán necesitando retoques de artistas que conozcan herramientas digitales.
Rénder para proyectos de urbanismo
Las actuales herramientas de renderizado de imágenes urbanas son bastante costosas, sobre todo en tiempo de procesamiento de imagen. Sin embargo, plataformas como Midjourney han demostrado que pueden realizar parte del preprocesamiento y aportar ideas a modo de concept art en numerosos estilos. Varios profesionales de la arquitectura ya trabajan con ello.
Ilustración de aventuras gráficas
Todavía resulta difícil la coherencia de personajes y escenas, ya que tienden a cambiar con cada generación, porque el espacio latente desde el que se realiza la difusión no almacena tanto detalle. Lo cierto es que las herramientas IA ya tienen cabida en el mundo del cómic, sobre todo para personajes y escenas que no se repiten. Abajo se muestran dos ejemplos de Midjourney Showcase.
Diseño de logos e imágenes comerciales de marca
Si bien es cierto que algunas herramientas IA aún tienen demasiado ruido en las imágenes finales, lo cierto es que otras ya trabajan muy bien con formatos planos de ilustración del estilo de flat design. El número de tutoriales sobre cómo diseñar logos (Midjourney Showcase) con estas herramientas no ha dejado de crecer. Incluso si no se da con el logo deseado mediante iteración, este proceso abre el camino a dar con un formato y estilo con el que, esta vez sí, pedir a un ilustrador el logo final.
Ilustraciones para libros
Algo similar se aplica a la ilustración de portadas de libros. Si bien dar con la imagen específica que se busca es muy difícil con estas herramientas, sí es posible ir iterando hasta alcanzar algo parecido, de forma que luego se pueda acudir a un profesional. O al revés: los ilustradores pueden usar IA para hacer propuestas comerciales a los clientes de forma rápida y sin inversiones elevadas.
Paisajismo para videojuegos y texturas
Las texturas y los patrones se le dan muy bien a este tipo de herramientas de dibujo. Por ejemplo, generar ‘cielo nublado’, vetas de mineral, texturas metálicas, fondos de cuevas, cascadas, hielo, etcétera, es bastante sencillo. El diseño de videojuegos requiere de un volumen importante de texturas y los artistas IA pueden ofrecerlas a ahora un precio más bajo.
Portadas de discos
Como es obvio, cualquier sistema que genere imágenes puede emplearse para el diseño de carátulas. Incluso fotorrealistas, como es el caso de los ejemplos. Las IA que dibujan pueden imitar numerosos estilos, aunque están limitadas en cuanto a escritura. El texto no estará incluido en la imagen.
Ilustración para juegos de mesa
Otro ámbito donde el diseño artístico actual y manual supone una barrera de entrada es el diseño de juegos de mesa. Sus ilustraciones son costosas porque han de ser dibujadas. Herramientas como Midjourney y Stable Diffusion se están demostrando como sistemas competentes para realizar ilustraciones compatibles con las que luego montar mazos o diseñar juegos.
Nuevas industrias y oportunidades derivadas de la generación de imágenes
Buena parte de las críticas de esta tecnología, como se ha visto antes, radica en la desvalorización de parte del trabajo actual de los profesionales del dibujo, la ilustración y el diseño. En concreto, la que exige más fuerza bruta y esfuerzo laboral: el tiempo de dibujo.
Estas IA, que funcionan mediante difusión, son capaces de consumir una fracción de hora de procesamiento gráfico o GPU para simular decenas o cientos de horas de trabajo humano. Ese es su potencial. Gracias a ello, es posible abaratar de forma notable la adquisición de imágenes.
A lo largo de la historia, cuando una industria ha abaratado mucho sus costes, el consumo de sus productos se ha disparado (paradoja de Jevons). Ya hay ejemplos de cómo esta tecnología ha permitido a gente amateur en diseño la elaboración de material artístico. Reducidos los costes, el mercado aumenta.
En la actualidad, personas y empresas que antes no se planteaban la compra de imágenes ahora sí se lo piensan, porque cae dentro de sus posibilidades económicas. Y, con ese primer paso, también crece el volumen de personas que no podrán explotar el potencial de esta tecnología y recurrirán para las versiones finales a profesionales del diseño.
Imágenes | Nicolás Pinilla, Midjourney Showcase
