La oficina que te espera cuando vuelvas

Empresa

Muchas empresas se preparan para una vuelta escalonada de sus plantillas a las oficinas.

Sin embargo, los espacios de trabajo van a cambiar drásticamente, por lo menos por una temporada.Habrá muchos menos empleados y más espacio entre ellos. Se impondrán las mamparas y volverán en cierta medida los cubículos. También habrá horarios más flexibles para evitar aglomeraciones y la fórmula presencial convivirá durante mucho tiempo con el teletrabajo.  [hde_related]

En este país millones de trabajadores dejaron apresuradamente sus oficinas durante la segunda semana de marzo. Muchos pensaron que la vuelta sería cuestión de días, o en tal caso semanas. Costaba imaginarse que el coronavirus iba a obligarnos a casi todos a trabajar desde casa durante tanto tiempo. Sin embargo, han pasado ya más de dos meses y solo es ahora cuando muchas compañías empiezan a plantearse la vuelta de sus plantillas a sus centros de trabajo. De forma escalonada, eso sí.   

No hay una orden clara por parte del Gobierno sobre este tema. Desde el principio la recomendación de las autoridades ha sido que las compañías hicieran teletrabajo siempre que pudieran. Para así minimizar las aglomeraciones en las calles y en el transporte y frenar los contagios de la temible COVID-19. 

Sin embargo, el freno de la expansión del virus y la consiguiente desescalada, en forma de apertura de cada vez más establecimientos, están haciendo que cada vez más empresas se planteen la vuelta. Todo indica que, si no se producen los temidos rebrotes de la pandemia, de aquí a septiembre esa vuelta se irá materializando poco a poco. Y que, a partir de ese mes, ya habrá políticas claras en las compañías para trabajar en la oficina de la “nueva normalidad”.

Orange, por ejemplo, planifica desde hace semanas la vuelta de sus empleados, aunque siempre garantizando la salud de estos. Porque, como ha manifestado su CEO en España, Laurent Paillasot, «lo importante es ir despacio y no tener que dar una vuelta atrás».

Sin embargo, hay expertos que consideran que, hasta principios de 2021 o hasta que haya una vacuna efectiva y disponible de forma general, el teletrabajo seguirá siendo dominante

Menos personal en las oficinas y más mamparas y biombos

Pero ¿cómo serán los nuevos espacios de trabajo? En primer lugar, bastante diferentes a los que dejamos en marzo. Habrá que mantener la distancia social y reducir al máximo los contagios también en las oficinas. Según la consultora inmobiliaria Colliers, eso supondrá eliminar los puestos intermedios y reducir la capacidad de los centros de trabajo. 

Es decir, una oficina de 1.000 metros cuadrados y donde antes trabajaban un centenar de personas ahora solo albergará a 40 o 50, como mucho. Eso significa que, por turnos, la mitad de las plantillas tendrán que hacer teletrabajo para no inundar sus sedes. 

Además, abundarán las mamparas entre los puestos. Y también las señales visuales en el suelo para organizar el tránsito de los empleados, o para delimitar el área de trabajo de cada uno. Después de años en que los despachos se demonizaron y la moda eran los espacios de trabajo diáfanos, es probable que vuelvan los cubículos separados por parabanes o biombos. También se flexibilizarán los horarios de entrada y salida, para evitar en la medida de lo posible las aglomeraciones en los transportes públicos y en los accesos a los centros de trabajo.   

La inmobiliaria Cushman & Wakefield ha lanzado un esquema de vuelta a la oficina con el llamativo nombre de ‘6 Feet Office’. Además de aplicarlo en sus instalaciones, esta multinacional pretende que sirva como referencia a otras compañías. La premisa fundamental es mantener en todo momento la distancia de seguridad. Esos seis pies que prescribe Cushman & Wakefield es la versión anglosajona de los dos metros de distancia que, según los expertos sanitarios y el Gobierno español, son necesarios para evitar la propagación del coronavirus. 

Menos reuniones presenciales y más videoconferencia 

Las reuniones se reducirán todo lo posible. Y las salas de reuniones también se reorganizarán para garantizar la distancia de seguridad. Por eso, las videoconferencias que durante el confinamiento muchos han mantenido con colegas, compañeros o clientes a través de Zoom, Teams o Webex es probable que perduren. En ocasiones, esas conexiones serán con compañeros que tendremos físicamente a unos metros de distancia. O con otros que han optado por quedarse en casa teletrabajando para no congestionar el espacio común.  

También es previsible que el uso de la mascarilla se extienda a los espacios comunes en los centros de trabajo y a los lugares en los que no se pueda garantizar la distancia de seguridad. Y los hidrogeles estarán por todos lados. 

Los expertos también predicen oficinas inteligentes. Abundarán las tecnologías contactless que eviten al personal tocar botones, grifos o mangos. Hay que recordar que en materiales como el plástico el virus podría resistir más de 70 horas, y 48 sobre el acero, aunque recientemente la OMS afirmó no encontrar pruebas de ello. También proliferarán las puertas que se abran sin contacto o simplemente con reconocimiento facial u ocular. Y las cámaras termográficas, para medir rápidamente la temperatura corporal de las personas que entran. 

Atención especial a la limpieza de las oficinas 

Si hasta marzo los equipos de limpieza de las oficinas habían sido secundarios, ahora tendrán muchas más tareas. Además de desinfectar numerosas superficies con productos apropiados, tendrán que poner especial cuidado en ventilar antes y después de cada jornada. Hay sospechas de que en ambientes cerrados el coronavirus permanece en el aire durante varias horas. Habrá que revisar también los sistemas de aire acondicionado y los filtros que usan. 

Los horarios también se reorganizarán, para facilitar que los empleados coman en casa. La idea es evitar en la medida de lo posible el uso de comedores y de utensilios y electrodomésticos que hasta ahora se compartían sin miramientos. 

El coworking también se reinventa

¿Y qué pasará con los espacios de coworking? Muchas compañías que ofrecen estos espacios se verán obligadas a crear despachos cerrados y escritorios dedicados, y evitar así las mesas compartidas. De esta forma, también bajará el aforo de los espacios de coworking, como pasará en los restaurantes, teatros o cines. Al menos hasta que haya una vacuna eficaz para combatir la COVID-19

Además de respetar la distancia de seguridad, estos lugares de trabajo deberán ser limpiados y ventilados con más frecuencia. Como en tantos sitios, veremos en estas salas compartidas mucho gel alcohólico para desinfectar y utensilios biodegradables de usar y tirar.  

Imágenes | iStock.com/Sl-f, iStock.com/Gpointstudio, iStock.com/Danijelala, iStock.com/Eblis

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