Mejorar la confianza del equipo pasa por fortalecer las dos bases sobre las que se sustenta: la confianza en las posibilidades del conjunto y la que se establece entre sus miembros.
Las siguientes orientaciones e iniciativas contribuyen a reforzar la confianza del equipo.
Los incentivos
No todos los fundamentos de la confianza empresarial son directamente controlables. No existe un botón con el que podamos regular, por ejemplo, el esfuerzo o el compromiso de los trabajadores.
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Sin embargo, sí se puede influir indirectamente, actuando a través de los incentivos. Por ejemplo, si se observa tal o cual conducta o característica o si se alcanza cierto objetivo, el trabajador puede verse recompensado con un complemento salarial o con programas no salariales de prestaciones. La empresa mira por el trabajador y el trabajador por la empresa. Se refuerza la confianza mutua.
Las iniciativas de motivación
Se orientan a que los empleados puedan tener presente hasta dónde pueden llegar y por qué merecen la pena los esfuerzos para conseguirlo. Se refuerza la confianza en ellos mismos, pero también en el equipo como conjunto. Se contribuye a visualizar mejor el camino para lograr los objetivos y se pretende abordarlo con mayor energía e interés.
El liderazgo
Los estilos de liderazgo más empáticos se basan en una relación de confianza en la que los seguidores sienten el beneficio del respaldo y dirección del líder y en la que los líderes están pendientes de las necesidades de los empleados.
En los estilos más autoritarios, la confianza en el líder también es imprescindible. Para que funcionen bien, los seguidores han de considerar que las órdenes conducen a la empresa al mejor camino y que eso es bueno para ellos. De lo contrario, se está sembrando un camino en el que los trabajadores, de una u otra forma, acaban desimplicándose.
Una cultura de reconocimiento razonable
El reconocimiento es el recuerdo que sostiene la confianza del equipo. Pone de relieve aquello por lo que se está luchando y también que es posible conseguirlo. Además, suele ser una muestra de confianza en una persona que, en cierto modo, representa al equipo.
No obstante, hay que dotarlo de contenido para que beneficie a la confianza del equipo. No valen los reconocimientos vacíos sin consecuencias claras sobre las personas y la cultura empresarial. Tampoco sirven de mucho los que suscitan fuertes críticas dentro del equipo. Por el contrario, hay que promover aquellos en los que el conjunto se ve reflejado y que sirven de ejemplo compartido.
La colaboración permanente
Un departamento formado por trabajadores aislados con responsabilidades muy acotadas no es el ambiente perfecto para la confianza. Compartir tareas ayuda a que surjan problemas, se resuelvan, se soliciten esfuerzos por parte de los otros, se agradezca el compromiso, se generen cauces informales de comunicación… Todo ello refuerza la confianza entre los miembros del equipo.
El apoyo mutuo ante la debilidad
La confianza entre los miembros del equipo se demuestra de forma particular en los momentos duros. El apoyo es una muestra de la confianza y esta se ve reforzada por la ayuda prestada.
Análisis habitual de debilidades y propuestas de mejora
Analizar al equipo sirve para tomar conciencia de qué riesgos se afrontan y cómo se pretende resolverlos. A sus miembros puede generarles alguna incertidumbre, pero el resultado final fortalece la confianza del equipo, al saber que su actividad permanece bajo control y que se planifican iniciativas para favorecer la solidez del conjunto y el rendimiento de sus miembros.
Un clima de franqueza
La verdad, por dura que pueda resultar, fortalece la confianza. No obstante, es muy importante generar un ambiente de cortesía y mantener el tacto en las relaciones internas de los miembros del equipo. Si aunamos todo ello, lograremos mejorar sustancialmente la credibilidad de las órdenes, los reportes y la información compartida.
Trabajar la empatía
Un equipo lo es, no solamente porque cada miembro sabe ocupar su posición, sino porque entiende cuál es la de los demás integrantes. Pensar en cómo se encuentra el otro (ya sea jefe, par o subordinado) contribuye a entender cómo funciona el equipo y, por tanto, a saber en qué podemos confiar.
La confianza es una pieza indispensable en el crecimiento de las organizaciones que contribuye a la coordinación de todos los esfuerzos de las personas implicadas en ellas.
Imágenes| Sebastian Herrmann Austin Distel, Antenna, Rémi Walle, Mael BALLAND en Unsplash