Cada español genera al año entre 10 y 14 kilogramos de ropa usada. La mayoría acaba en los vertederos. Solo entre 1,5 y 2,5 kg se depositan en contenedores destinados a su reciclaje o reutilización.
Estos son algunos de los datos que recoge ‘La ropa usada. Tendencias de un mercado emergente’. Un informe publicado por la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil (Asirtex), donde también se cifran en 34 las prendas que consumimos al año de media.[hde_related]
El fast fashion tiene parte de la culpa. Una tendencia impulsada por las grandes marcas, que ofrecen prendas de no demasiada calidad a bajo precio. El resultado es la corta vida que tienen estos productos. Además de satisfacer esa necesidad creada en nuestra sociedad de ir siempre vestidos con las últimas tendencias.
Este alto consumo provoca que la industria textil sea, según la organización Koopera, la segunda que más impacto medioambiental genera en el planeta. La primera es la petrolífera. Según sus cálculos, para producir un par de pantalones nuevos se necesitan 3.500 litros de agua.
El sector de la moda se apunta a la economía circular
En este contexto, hay muchas firmas de moda que ya están adoptando estrategias para disminuir este impacto. Por eso se creó el consorcio Textile Exchange del que forman parte firmas como, además de Inditex, Adidas, Nike, Puma, C&A, The North Face o H&M. Una organización sin ánimo de lucro que trata de impulsar mejores prácticas en la industria textil. Una de ellas es el uso de materiales más sostenibles.
“La mayoría de la gente no mira las etiquetas de las prendas que compra, pero es que no tienen que mirarlas. Son las empresas textiles las que nos tenemos que comprometer al uso de materiales sostenibles”, advertía hace unos días el director de sostenibilidad de Inditex, Alfred Vernis.
Una afirmación que realizaba en Madrid durante la celebración de unas jornadas sobre los retos de la economía circular en el sector de la moda. Momento que aprovechó para dar otro dato significativo: el 99% del algodón que se usa para la producción textil es convencional. Para su cultivo se usan pesticidas. Y tan solo el 1% es algodón orgánico.
Para equilibrar estas cifras, desde Inditex –la mayor empresa textil española y una de las más grandes del mundo– se comprometieron hace unos años a aumentar el uso de algodón orgánico en la fabricación de sus prendas. Un paso importante teniendo en cuenta que es su materia prima principal.
El algodón orgánico está cultivado sin fertilizantes ni pesticidas químicos y sus semillas no están modificadas genéticamente. Su cultivo necesita un 90% menos de agua y un 60% menos de energía que el algodón convencional, según Textile Exchange. Por su parte, el algodón reciclado emplea un 80% menos de agua que el cultivo de algodón convencional. Además de que se puede combinar sin problema con otras fibras.
Colecciones de moda sostenible
Inditex ya es el cuarto consumidor mundial de algodón orgánico, según el Organic Cotton Market Report 2016. Y en el último ejercicio pusieron en el mercado 58,7 millones de prendas fabricadas con un 100% de algodón orgánico certificado. Pero no es el único material sostenible que han incorporado a su cadena de producción.
Refibra Lyocell es una fibra creada a partir de algodón reciclado y madera de bosques. El lyocell, la viscosa y el modal son fibras que se obtienen de la pulpa de celulosa de determinados árboles. Afirman que desde 2017 ninguna de ellas procede de bosques primarios o de alto valor ecológico. Con estos materiales se lanzó la colección Join Life, de Zara.
“El 12% de la colecciones de Inditex ya son sostenibles. El año pasado fue el 8%”, afirma Alfred Vernis. Quien reconoce que “el cambio no es fácil, pero es urgente”. Y señala la necesidad no solo de usar materiales más sostenibles, también de cuidar el diseño. “Hay que idear prendas que puedan reciclarse y con materiales resistentes que prolonguen su durabilidad”.
Por su parte, la sueca H&M se ha propuesto un ambicioso objetivo para 2030. Utilizar solo materiales reciclados y obtenidos de fuentes sostenibles. En 2013 ya lo hacía en el 11% de sus prendas y en 2017 alcanzaron el 35%.
Durante 2017, recogieron 17.771 toneladas de textiles gracias a su iniciativa de recogida de prendas para su reutilización o reciclaje. Los consumidores llevan la ropa que ya no usan a sus tiendas y reciben a cambio un cupón de descuento. Con parte de esos materiales reciclados, combinados con otros sostenibles, lanzan cada año desde 2013 la línea Concious.
“La economía circular no es solo reciclar. También es cambiar el modelo de negocio y plantear nuevos esquema de consumo para recursos finitos”, sostenía durante las mencionadas jornadas Hugo Alfonso Morán Fernández, secretario de Estado de Medio Ambiente. “En este momento estamos en un proceso en el que confluyen conciencia social, empresarial e institucional. Y hay que saber aprovecharlo”.