¿Por qué las pymes concentran al 94% de las mujeres directivas?

Empresa

El 94,2% de las directivas están en las pymes, y ‘solo’ el 5,8% trabaja en grandes empresas. Según el estudio recién publicado ‘Brecha salarial y presencia de la mujer en puestos directivos 2021’ (2021) de ICSA Grupo y EADA Business School, las pymes concentran casi todo el talento femenino. Lo cual es de esperar, debido a que hay muchas más pymes que grandes empresas.

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Sin embargo, en comparación con sus homólogos masculinos, las mujeres están infrarrepresentadas en todas las categorías de dirección. Están menos presentes, llegan menos lejos y ganan menos por el mismo trabajo. Además, las diferencias aumentan a medida que se sube en la jerarquía. A empresas más grandes (con más base y más mandos intermedios), más desigualdad.

Talento femenino: menos presente cuanto más pequeña es la empresa

De acuerdo con el informe anual ‘Retrato de la pyme’ (2020), del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el 99,9% de las empresas españolas son pymes. De ellas, el 56,2% son pymes sin asalariados. En el 43,7% restante, un 39,3% cuenta con entre 1 y 9 asalariados; un 3,7%, entre 10 y 49 trabajadores, y, al final, un 0,6% supera los 50 empleados. El 0,1% de las empresas de este país son grandes compañías.

Dicho de otra forma: hay menos empresas cuanto más grandes son estas. Es por ello que el hecho de que las pymes concentren el talento femenino es coherente, aunque la brecha de acceso siga siendo enorme al compararla con los hombres. En España, solo el 18,8% de la dirección de empresas eran mujeres, cifra dos puntos superior a la de 2019 pero aún por debajo del 20% de 2008 precrisis financiera.

Un aspecto interesante del 15º informe de ICSA Grupo y EADA Business School es que el 60,9% de las directivas se concentran en pequeñas empresas, el 33,3% en medianas empresas y el 5,8% en grandes empresas. Esto no debe leerse como que hay más mujeres directivas en algún ámbito. Hay menos en todos, como muestra la lista de abajo. Sí debe leerse como que el número de directivas aumenta con el tamaño de la empresa. Aun así:

La brecha salarial aumenta a medida que se asciende en la jerarquía

Como se observa en el gráfico extraído del INE sobre salario por decil y diferencias entre géneros, los hombres ganan más (de media) en casi todos los deciles de población. Es decir, dividida la población en diez grupos del mismo número de personas, ellos ganan más en los deciles 1 a 6, 9 y 10. Aunque las diferencias en los nueve primeros son inapreciables.

Las mayores diferencias se observan en el decil 10, justo donde se encuentran los directivos y directivas de empresa. Y sobre todo en el percentil 100, donde la diferencia de salarios puede ser del doble. Dicho de otro modo: a medida que se va ascendiendo en la jerarquía empresarial, las brechas salariales se acentúan.

Según el estudio de ICSA Grupo y EADA Business School, la diferencia entre directivos y directivas es del 14,4%, ganando menos ellas, del 11% en mandos intermedios y del 11,5% en los empleados de las empresas.

Involución poscrisis de 2008

Por desgracia, la igualdad en la dirección de las empresas registra una involución considerable. Mientras que los salarios medios por decil de los nueve primeros deciles tienden a converger, en la dirección (decil 10 o parte superior del 9) la presencia femenina ha caído muchos puntos tras la crisis de 2008.

Antes de la explosión de la burbuja las directivas ocupaban el 20% de los puestos. El 13,7% de la dirección general, el 12,5% de la comercial, el 22,3% de la administración y finanzas, el 10,1% de la producción y el 32,5% de los recursos humanos. Este es el único campo en el que en 2020 hay más presencia de mujeres que en 2008: un 0,1% más. El resto ha caído casi hasta la mitad.

Estos datos apuntan al hecho contrastado por otros estudios de que las crisis afectan mucho más a las carreras profesionales de las mujeres, que a menudo salen del circuito laboral para no volver a entrar o hacerlo con un elevado coste personal. Se ha tardado más de una década en corregir la caída de 2008. Y todo apunta  a que la crisis de la COVID-19 será igual de dura.

La caída es más elevada a medida que se asciende en la dirección, allí donde las reglas de la regulación laboral se vuelven más escasas. A diferencia del salario mínimo interprofesional (SMI), no hay un salario máximo y las brechas tienen facilidad para abrirse. Además, es mucho más fácil establecer políticas de género cuanto más elevado es el puesto, justo por la dificultad de establecer comparaciones.

Las empresas van a tener que esforzarse más a la hora de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente en materia de igualdad de género cuando se trata de la dirección empresarial. Todo un reto añadido para las pymes.
Imágenes | Brooke Cagle

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