Las compañías españolas se ‘rifan’ los perfiles digitales en nuestro país. Según los datos recogidos en el estudio ‘Empleabilidad y talento digital 2019’, desarrollado por la Fundación VASS y la Fundación Universidad Autónoma de Madrid (FUAM), por cada recién titulado, ya sea universitario o de formación profesional, hay seis empresas que requieren de los servicios de un profesional en tecnologías de la información y comunicación (TIC).[hde_related]
Para la elaboración del informe, publicado en mayo de este año, se ha contado con la participación de 50 organizaciones e instituciones relevantes del sector TIC. Además, también se ha realizado una encuesta a cerca de 1.000 estudiantes de los últimos cursos de ingenierías de Telecomunicaciones e Informática pertenecientes a 19 universidades con presencia en 42 provincias españolas.
En su elaboración se ha contemplado el contexto que está dejando tras de sí la crisis del coronavirus. Durante la presentación, el responsable del estudio y director de la Fundación VASS, Antonio Rueda, apuntó a que “las organizaciones que ya han reforzado sus procesos digitales se han adaptado mejor al nuevo entorno generado por la crisis de la COVID-19 y será necesario un nuevo talento digital que dé cobertura a esta transformación en los años venideros”
360 millones más a la economía
Uno de los retos a los que se enfrenta nuestro mercado laboral es resolver esa falta de perfiles digitales en España. En el informe se afirma que cubrir esos puestos vacantes permitiría crear un 15% más de empleo especializado. Esto se traduciría en una aportación de más de 360 millones de euros a la economía española solo en el sector TIC.
“A estas cifras de incidencia directa habría que sumar otras no menores que también son consecuencia, aunque indirectas en este caso, del evidente déficit de talento digital que existe en nuestro país como son una mayor recaudación fiscal, superior a los 100 millones de euros anuales, o el crecimiento de la productividad del tejido empresarial”, sostiene Rueda.
Esta escasez de perfiles digitales se produce fundamentalmente por dos motivos. Por un lado, hay un gran número de empresas que necesitan reclutar especialistas TIC aunque no sean organizaciones de base tecnológica. En 2019, por ejemplo, el 47% de las grandes compañías españolas y el 11% de las pymes demandaron estos servicios. El propósito de estas contrataciones es poder llevar a cabo sus procesos de transformación digital.
El otro motivo es que la cifra de titulados todavía es insuficiente para cubrir la demanda de las empresas. En 2018 se contabilizaron 6.224 nuevos profesionales en materias TIC. Y esto a pesar de que desde el curso 2015-2016 el número de matriculados en las ramas informáticas ha crecido un 16,5%,
Cómo atraer talento
El informe de la Fundación VASS y la UAM también pone de manifiesto las diferencias entre los conocimientos que adquieren los profesionales durante su formación y los que requieren las empresas. Una situación provocada por la velocidad a la que evolucionan determinadas tecnologías y a la que los planes de estudio no pueden seguir el ritmo. En esta línea, el estudio ‘Empleabilidad y Talento Digital 2019’ señala la necesidad de intensificar la comunicación entre la universidad y el mundo empresarial. Bien actualizando algunos contenidos docentes o bien creando actividades paralelas de actualización.
Es probable que esta reformulación también ayude a resolver otros dos problemas detectados en el ámbito universitario. Se trata de las tasas de abandono y el tiempo que los estudiantes dedican a completar una carrera. Más del 30% de los matriculados en ingenierías informáticas renuncian a continuar sus estudios durante el primer año. Y aquellos que los completan, le dedican un tiempo que se alarga hasta los 5,32 años en las carreras de cuatro.
Pero la dificultad de las empresas por captar talento con competencias digitales no solo está relacionada con la escasez de perfiles disponibles. Las compañías también han de ofrecer unas condiciones que atraigan a los candidatos y candidatas. De entre los casi mil entrevistados, un 49,4% indica que a la hora de decantarse por una compañía u otra no solo tiene en cuenta factores económicos. El entorno de trabajo también es relevante, y la estabilidad laboral, la flexibilidad de horarios y la existencia de un plan de carrera pueden ser determinantes.
Por último, el estudio también hace hincapié en las políticas de género. Aunque en el sector TIC la tasa de desempleo femenino es mínima (un 8,1% para mujeres de 25 a 34 años, frente al 19,3% general), las jóvenes representan solo un 14% del alumnado. “La puesta en marcha de planes de igualdad efectivos, las campañas de formación y cultivo del talento orientadas a mujeres o adoptar criterios de promoción por méritos deberían impulsar su acceso a puestos de decisión. Esto potenciaría su visibilidad para identificar referentes femeninos que retroalimenten un cambio de tendencia conveniente y necesario”, señala Rueda.
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