La gran mayoría de productos que se lanzan al mercado fracasan. Lo hacen por diferentes motivos, incluyendo que la sociedad no esté preparada para ellos o salir en un sector hipercompetitivo. El producto mínimo viable nace con la intención de testar el mercado sin invertir demasiados recursos en el lanzamiento. Es una prueba útil con lo mínimo posible.
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Qué es un producto mínimo viable
El producto mínimo viable, en inglés, Minimun Viable Product (MVP), es un producto con características suficientes como para ser vendido y demandado, pero sin necesidad de ser el mejor posible. Es la respuesta a “¿qué puedo manufacturar a bajo coste de forma que tenga ingresos para poder diseñar otro mejor a futuro?”.
El objetivo del MVP no es convertirse en superventas o tener un beneficio enorme. Basta con disponer de un producto que sea vendible, que se compre y que cubra sus propios gastos. Puede entenderse como el modelo más básico imaginable que incluye las características mínimas para ser demandado, pero ninguna más.
No debe confundirse el producto mínimo viable con el prototipo, que es un producto mínimo no viable. El prototipo es funcional, pero no comercial, mientras que el MVP es un producto terminado a disposición del público. Ambos sirven para testar el mercado, aunque con diferente grado de fidelidad.
Tipos de productos mínimos en función de la fidelidad
- Nula fidelidad. El prototipo no tiene por qué parecerse a la versión final. Solo tiene que funcionar. Es muy asequible y, a menudo, fabricado o compuesto de forma modular. También algo ortopédico y nada estético, pero suficiente como para entender el concepto. Sirve para obtener feedback antes del lanzamiento.
- Baja fidelidad. Se trata del verdadero producto mínimo viable. Tiene lo justo para poder comercializarse, y solo eso. Es la forma más restrictiva de producto. Es asequible y funcional, pero carece de cualquier característica avanzada.
- Alta fidelidad. Es la siguiente iteración del MVP o la primera en caso de querer elevar algo el nivel al comienzo. Está pensado para aquellos productos cuyas funcionalidades básicas no serían demandados de ninguna forma.
Para qué sirve el producto mínimo viable y cuál es su objetivo
El producto mínimo viable nace en un momento histórico desarrollista y dentro del universo de la manufactura. Es decir, de la producción física de objetos, a menudo en cadena o de forma industrial. Esta fabricación exige el desembolso de grandes sumas de dinero para la cadena de producción. A más complejidad de producto, mayor deberá ser la inversión en la cadena.
Lo mismo ocurre a la inversa. El producto mínimo viable es la respuesta a qué se puede vender con la menor inversión posible, pero teniendo en cuenta que esa inversión puede ser utilizada para la siguiente iteración del producto. Una que ya no sea MVP, pero use la misma infraestructura de fabricación.
Entre los objetivos del producto mínimo viable están:
- Testar el mercado. Analizar con un feedback realista y una prueba de producto real cuál es la demanda sobre el mismo.
- No arriesgar capital. El desarrollo del MVP es low-cost. Se trata de no desperdiciar recursos en algo que podría no tener futuro.
- Aprovechar infraestructura. Una vez lanzado el producto mínimo viable, si este tiene éxito, es posible emplear el diseño, marketing, la marca, el proceso de fabricación y la infraestructura para futuras iteraciones.
- Ahorro de tiempo. Al ser sencillo, el MVP permite lanzar el producto en el menor tiempo posible.
- Obtención de información (insights). Con el producto mínimo viable es posible reunir datos sobre la demanda real. Por ejemplo, funciones demandadas.
El MVP en programación, videojuegos y tecnología
Aunque naciese en entornos industriales, el MVP se aplica desde hace tiempo al mundo digital y la programación bajo los mismos principios. Es muy común en videojuegos indies en los que aparece una primera versión con funciones mínimas. Es la comunidad la que, mediante conversaciones y demanda, va orientando las futuras funcionalidades del juego.
Algunos programadores incluso dejan el ‘hueco’ de funcionalidades que se esperan, como se observa en la parte inferior de las capturas de pantalla, donde falta un cuadrado por rellenar. Esto incluye programas realizados mediante rondas de financiación con crowdfunding.
También se observa el concepto de ‘mínimo viable’ en tecnología, ámbito en el que recibe el nombre de tecnología mínima viable. Estas se consideran básicas al incluir solo los procesos de ingeniería mínimos y suficientes como para que sea funcional, sin preocuparse por eficiencias o rangos.
Cómo crear un producto mínimo viable: bucle BML
La creación de un producto mínimo viable suele estar muy asociado al método construir-medir-aprender (build-measure-learn, BML), un proceso iterativo en el que se lanza el MVP para ver cómo funciona y cómo actuar para las siguientes ediciones con base en el feedback de los early-adopters. Los pasos a seguir son:
- Se diseña la hipótesis de partida, aquella que se quiere comprobar. Por ejemplo, que un producto con determinadas funciones tiene espacio en el mercado.
- A continuación, se configuran una serie de métricas que, superadas, serán consideradas motivo de éxito para el MVP. Por ejemplo, alcanzar un número mínimo de unidades vendidas.
- Build. Esta es la fase específica de construcción del MVP.
- Por lo general, se inicia con un análisis de mercado convencional.
- Se definen y depuran las características básicas que tendrá el MVP y se elimina cualquier elemento superfluo.
- Se diseña un proceso de manufactura, fabricación industrial o programación acorde al MVP. Siempre teniendo en cuenta cómo podría reaprovecharse para productos más avanzados.
- Se fabrica el MVP.
- Measure. La fase de venta del MVP es análoga a la de cualquier producto, pero se presta especial atención a la medición de las métricas para comprobar la hipótesis de partida. Hay que ser honestos y no adulterar esas métricas o ‘descafeinarlas’ en el proceso.
- Learn. Una vez recopilada toda la información de venta del MVP, se analiza. Y se aprende de ella para volver a empezar el ciclo.
Imágenes | Kumpan Electric, M. Martínez