Fútbol y negocios: el límite salarial aplicado al mundo de la empresa

qué es el límite salarial

Empresa

Amortización del inmovilizado, ingresos de explotación, gastos de personal, provisiones… ¿Del presupuesto de qué gran empresa estamos hablando?

Del de cualquier club de fútbol de LaLiga. Recién iniciada la temporada 2019/2020 en la primera y la segunda división españolas, un término económico ha vuelto a ocupar la actualidad deportiva. Es el límite salarial. Un concepto que puede parecer un tanto extraño, pero que en realidad define la planificación de los equipos durante el resto del año. ¿Qué variables entran en juego? ¿Y qué lecciones se pueden sacar en claro para el mundo de la empresa?

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Qué es el límite salarial en el fútbol

LaLiga acaba de publicar los límites salariales para esta temporada. Asegura que es un ejercicio de transparencia y control presupuestario necesario. Que desde que lo hacen, se ha logrado garantizar el crecimiento y la sostenibilidad de la mayoría de clubes. Aunque es cierto que ha habido excepciones, como el reciente descenso y expulsión del Reus de tercera división.

El equipo con el límite más alto este año es el Fútbol Club Barcelona, con algo más de 671 millones de euros. El más bajo está en segunda división. Son los 4,1 millones del Fuenlabrada. A grandes rasgos, el llamado límite salarial no es más que el máximo que cada club puede gastarse por temporada. Ahí se incluyen salarios de jugadores y cuerpo técnico, los equipos filiales, la cantera y cualquier otra sección. Está regulado por la normativa de control económico de la competición, una serie de reglas que se actualizan periódicamente.

En vigor desde 2013, sirve, además, como una medida de control de la que no disponen otras ligas europeas. Eso no significa que sea exclusiva del fútbol español, ya que está inspirada en las normas presupuestarias de la NBA. El límite salarial está destinado a acabar con el endeudamiento excesivo, como el que aún arrastran algunos equipos, y a asegurar la sostenibilidad económica de los clubes.

vista del camp nou en un partido

Para calcular dicho límite se tienen en cuenta los ingresos (como abonados o derechos televisivos) y se le restan los gastos. Este presupuesto es elaborado por los clubes varias veces al año y LaLiga los verifica (y corrige, en caso de ser necesario). Además, LaLiga valora la veracidad de la información que le envían los clubes, comparándola con datos propios y de auditorías de años pasados. Así, por ejemplo, por mucho que un jugador acepte reducirse el sueldo, la organización de la competición tendrá en cuenta su caché en el mercado para calcular el límite salarial.

Una vez establecido el límite salarial, los clubes pueden decidir si alcanzarlo o no. Eso sí, sobrepasarlo conlleva ciertas medidas sancionadoras, como no poder inscribir a jugadores en la competición, un asunto hoy de actualidad por los problemas que atraviesa el Málaga. Puede parecer sencillo, pero el techo de gasto ha traído de cabeza a los clubes en los últimos años. Para calcularlo, entran en juego más de un centenar de variables.

Variables de la empresa en el deporte

La primera normativa de control presupuestario de LaLiga tenía solo 23 puntos. Hoy tiene 110. En el capítulo de ingresos, el límite salarial contempla los ingresos por competiciones, los derechos televisivos, las cuotas de los socios y las entradas, los contratos de patrocinio, la publicidad, las ventas (de jugadores) y los ingresos de explotación.

los árbitros económicos de laliga

Respecto a los gastos, LaLiga diferencia, para empezar, entre costes de la plantilla inscribible y costes de la plantilla no inscribible. Los primeros son los salarios del primer equipo, incluyendo jugadores y cuerpo técnico, mientras que los segundos lo forman el resto de secciones del club. Como es de suponer, el mayor gasto se produce en la llamada plantilla inscribible. Estos son los conceptos y partidas que integran dicho coste. Conceptos de fácil aplicación al mundo empresarial.

Los límites salariales de LaLiga no son fijos. Se pueden modificar si llegan ingresos imprevistos, como una inyección de inversión, una ampliación de capital o una venta estratosférica. Lo importante es, siempre, mantener el equilibrio. Al final, como en cualquier empresa, los gastos no pueden ser superiores a los ingresos si se quiere crecer de forma sostenible.

Imágenes | GTres, Unsplash/Michael Lee, Pexels/Mike

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