Las empresas de trabajo temporal (ETT) surgieron como una forma de incentivar el empleo en una etapa de crisis económica.
A día de hoy son una alternativa muy utilizada por las empresas para cubrir puestos de manera puntual.
Suelen asociarse a empleos temporales, campañas o proyectos de corta duración. El funcionamiento de las ETT se reguló a través de una ley en 1994. Hasta entonces, esta actividad estaba expresamente prohibida en el Estatuto de los Trabajadores. En plena crisis, una de las medidas que se tomó a nivel europeo fue regularizar este tipo de empresas para estimular la contratación. España, con una tasa de paro superior al 24 %, se sumó a esta iniciativa para generar nuevas oportunidades laborales.
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¿Qué es una ETT?
Una ETT es aquella empresa que busca y contrata trabajadores para otra con carácter temporal, según lo dispuesto en la Ley 14/1994, de 1 de junio. Son una vía más rápida y sencilla para las compañías que necesitan cubrir puestos provisionales. La empresa usuaria (así se denomina en la ley) puede liberarse del proceso, se evita complicaciones contractuales y dispone de trabajadores de manera más fácil e inmediata. La relación mercantil se establece entre la ETT y la empresa que solicita cubrir estos puestos.
¿Cómo funciona una ETT?
Digamos que se produce una triple relación: ETT, empresa usuaria y trabajador.
- La empresa usuaria contacta con la ETT para cubrir uno o varios puestos de carácter temporal.
- Especifica sus criterios en cuanto a cualificación, experiencia y aptitudes requeridas. También establece horario, funciones del puesto y salario.
- La ETT pone en marcha un proceso de búsqueda. Para ello, dispone de sus propias bases de datos. También puede optar por publicar una oferta de empleo en los diferentes portales.
- Escoge a los candidatos que pueden encajar en el puesto según las exigencias de la empresa usuaria. Entrevista a aquellos que cumplen con el perfil requerido.
- Selecciona al candidato más adecuado para el puesto y lo propone a la empresa usuaria. En algunos casos no es una única persona, sino una selección final para que la propia empresa decida quién cubrirá finalmente el puesto de trabajo.
- La empresa usuaria acepta a un candidato, que firma el contrato con la ETT. Es esta última la que le da de alta en la Seguridad Social, paga sus nóminas y, en definitiva, se encarga de todas las acciones relativas a su contratación.
- El trabajador empieza a prestar servicio en la empresa usuaria, que supervisa su labor en última instancia.
¿Qué tipos de contrato puede hacer una ETT?
A pesar de que su nombre haga referencia a empleos temporales, lo cierto es que una ETT puede celebrar todo tipo de contratos de acuerdo a lo dispuesto en el Estatuto de los Trabajadores. No existe un mínimo de tiempo (puede ser un contrato por unas horas, por unos días, por unos meses…). Lo más común es realizar contratos por obra y servicio o eventuales por las circunstancias de la producción (tipos 401 y 402, respectivamente), pero también formativos o por interinidad.
¿Qué valor ofrece una ETT a una empresa usuaria?
Su primer punto fuerte es la agilidad en los procesos de selección. Las empresas de trabajo temporal disponen de grandes bases de datos para ofrecer candidatos sin necesidad de publicar una oferta de empleo. De hecho, existen ETT especializadas en distintos sectores para poder afinar más en la búsqueda de perfiles.
Su segundo valor añadido es que el trabajador dependerá de la ETT, por lo que la empresa usuaria puede despreocuparse además de todo lo relativo a la contratación, así como de todos los gastos asociados, desde Seguridad Social hasta indemnizaciones por fin de contrato.
¿Qué ventajas tiene para el trabajador?
Puede ser una oportunidad para quienes busquen algo temporal, encontrar su primer empleo o algo más flexible para compaginar con otra actividad. También pueden funcionar como una plataforma de lanzamiento, pero no solo al mercado laboral, sino dentro de las propias empresas usuarias. Si el trabajador, tras darse a conocer, cumple con sus expectativas, es posible que la empresa quiera que forme parte de su propia plantilla.
¿Cuáles son los salarios que se cobran en una ETT?
Los sueldos se rigen según convenio, como en cualquier otro puesto de trabajo. Los contratos a través de una empresa de trabajo temporal son igualmente válidos y los trabajadores gozan de los mismos derechos que cualquier otro trabajador por cuenta ajena. Una ETT no se queda con parte del sueldo: los costes por los servicios prestados los asume la empresa usuaria y no repercuten en la nómina del trabajador en ningún caso.
¿Qué diferencias hay entre una ETT y una agencia de colocación?
Una duda muy frecuente es qué diferencia una ETT de una agencia de colocación, si ambas, en principio, se dedican a hacer de intermediarias entre empresas y trabajadores. La principal diferencia entre ella es que la agencia de colocación cumple un papel más bien de mediación entre el trabajador y la empresa. No tiene carga contractual: quien asume la contratación del trabajador en última instancia es la empresa, mientras que una ETT es quien contrata directamente.
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