El fideicomiso (palabra que procede del latín fideicommissum, que a su vez se compone en fides, “fe”, y comisssus, “comisión”) es una figura jurídica en virtud de la cual un testador encarga a una tercera persona la administración de determinados bienes que se entregarán a otra en un momento determinado. [hde_related]
Qué es el fideicomiso en España y otros países
A pesar de que otros ordenamientos jurídicos contemplan otras formas de fideicomiso, como el trust en Reino Unido, en España tan solo puede ser una institución hereditaria en virtud de lo dispuesto en el artículo 781 del Código Civil. Es decir, el fideicomiso en España solo se aplica en las relaciones sucesorias, en las cuales se designa a un heredero directo y a otro indirecto, que se sucederán en la posesión de la herencia. Aunque también existe el fideicomiso financiero, una figura que, como veremos más adelante, es ideal para proporcionar liquidez a las pymes.
Si nos preguntamos, por tanto, qué es el fideicomiso, diremos que es una figura de control de la herencia. El heredero directo obtendrá el patrimonio a la muerte del testador, y se encargará de custodiarlos y administrarlos antes de pasar a otra persona por él designada, en general, mediante testamento vital.
¿Para qué sirve el fideicomiso?
El principal objetivo del fideicomiso es establecer un marco y sustento jurídico para la asignación de determinados beneficios económicos derivados de la transmisión de bienes y derechos, fundamentalmente, los que proceden de una herencia.
Si bien estas transmisiones también se pueden articular a través de un testamento vital, el fideicomiso es un instrumento diferente, ya que evita que los bienes heredados tengan que pasar por un proceso legal y en ocasiones judicial para que los beneficiarios lo puedan reclamar.
En el fideicomiso, otra tercera persona se encarga de custodiar los bienes para transmitirlos de forma automática en el momento y con las condiciones que el causante haya designado.
¿Quién interviene en un fideicomiso?
En el fideicomiso, como herramienta de sustitución hereditaria que es, intervienen tres personas:
- El causante o fideicomitente, es decir el testador. Es el propietario inicial del patrimonio legado y encargado de determinar el fideicomiso en su testamento.
- El heredero fiduciario, quien recibe el patrimonio del causante no para sí mismo, sino para un tercero llamado fideicomisario. Su deber es preservar los bienes y derechos que van a ser objeto de transmisión para, en su momento, transferirlos en las mismas condiciones en las que los recibió.
- El fideicomisario, el heredero final o indirecto. Es la persona que, en su momento, recibirá el patrimonio en manos del heredero fiduciario.
Tipos de fideicomiso
El fideicomiso puede ser de dos tipos, dependiendo de las circunstancias que deben concurrir para que se active:
- Condicional, mediante el cual el testador impondrá una condición que, en caso de concurrir, activará la obligación de transmisión por parte del heredero fiduciario al fideicomisario.
- A plazo, en el que no existe ninguna condición más allá que el transcurso de un determinado plazo que, una vez finalizado, exige al fiduciario entregar los bienes y derechos al fideicomisario.
Además, el fideicomiso puede ser puro, en el que el fiduciario no puede disfrutar los bienes, o de residuo, en el que sí puede hacerlo. En este caso, el fiduciario debe conservar al menos un mínimo sobre el patrimonio o incluso puede no tener ningún tipo de restricción.
Los fideicomisos también pueden ser revocables, en los que el fideicomitente puede cambiarlo en cualquier momento de su vida, o irrevocables, donde no hay posibilidad de revertirlo una vez establecido el acuerdo o a la muerte del causante.
El fideicomiso financiero, una herramienta ideal para pymes
Dentro de la amplia variedad de fideicomisos que existen, se encuentra una herramienta a través de la cual las empresas, tanto de forma individual como conjunta, obtienen fondos, separando activos de su patrimonio y cediéndolo a un fiduciario para su administración.
El objetivo de este tipo de herramienta es transformar un activo ilíquido, como una herramienta o un local, en un activo líquido. De esta manera, una empresa puede obtener liquidez de una forma sencilla, especialmente cuando atraviesan por problemas transitorios de tesorería. Es habitual que varias compañías se asocien para disminuir el coste de la operación y minimizar el riesgo.
Además, como ocurre con cualquier fideicomiso, los bienes aportados quedan exentos de la acción de acreedores, y los bienes fideicomitidos quedan separados del riesgo comercial de la empresa, pudiendo acceder a mejores condiciones de financiación.
Ventajas del fideicomiso
El fideicomiso cuenta con una serie de ventajas, especialmente con respecto a otros instrumentos de finalidad similar, como es el testamento:
- Permite la transmisión de bienes y derechos de una forma ágil, confiable y, sobre todo, extrajudicial.
- Los bienes administrados son inembargables.
- Permite una mejor planificación impositiva.
- Es una herramienta que ofrece flexibilidad al patrimonio de una herencia, tanto en plazos como en posibilidades para su entrega.
- Ofrece transparencia en el manejo de fondos.
Cómo crear un contrato de fideicomiso
Existen tres pasos principales en la creación de un contrato de fideicomiso:
- En primer lugar, el causante deberá indicar cuál es la finalidad del testamento y seleccionar los beneficiarios de esos bienes y derechos, que se incluirán en el documento.
- Una vez se pacten las condiciones entre todas las partes involucradas en el proceso, se selecciona una institución financiera que se encargue de todos los trámites administrativos. Hay que tener en cuenta que el fiduciario va a cobrar una comisión por la custodia de los bienes y derechos del fideicomitente, por lo que es importante realizar una previsión adecuada de fondos para cumplir con el servicio, incluso cuando el causante fallezca.
- Finalmente, la institución financiera entregará el contrato que se firmará ante un notario o fedatario público.
En definitiva, el fideicomiso es una herramienta muy útil a la hora de administrar y custodiar los bienes y derechos de una herencia, aunque en España no tenga los usos y la importancia de otros países de nuestro entorno.