Cómo aprender a lidiar con la inflación y sus repercusiones empresariales

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La inflación se ha incrementado en los últimos meses. No sabemos durante cuánto tiempo lo hará. Es posible que se trate de una situación pasajera. En cualquier caso, hay que estar atentos a un amplio conjunto de repercusiones empresariales. Pero antes de pasar a estos análisis, es importante saber qué es la inflación. [hde_related]

Qué es la inflación: definición

La inflación constituye un aumento generalizado de los precios. En una economía hay millones de precios, cada uno influido por un conjunto de circunstancias que pueden empujarlos a subir o bajar. La inflación es un factor que afecta a todos ellos. Por tanto, contribuye a disminuir lo que se puede adquirir con una misma cantidad de dinero.

Puede medirse de muchas formas. Una es realizar un índice que calcule la variación de los precios de bienes y servicios adquiridos por un hogar representativo. La inflación se mediría a través de la tasa de variación (anual, normalmente) de ese índice. 

En España, con esa idea, desde mediados del siglo pasado, se utiliza como principal referencia el Índice de Precios de Consumo (IPC). Sus cifras más llamativas llegaron en la década de los 70, en la que los precios se multiplicaron por algo más de 4 en 10 años.

Causas posibles

La ‘chispa’ que prenda la inflación puede venir de distintas fuentes, como un aumento de los costes. Lo vemos cuando suben los precios de la energía y las materias primas o cuando los aprovisionamientos se encarecen debido a problemas en las cadenas de suministro. También puede ser una respuesta de los proveedores a incrementos en los riesgos de las actividades.

En otros casos, la raíz viene por el lado de la demanda. Lo más habitual es que se produzca por políticas públicas que intentan elevar la producción. También es muy frecuente en países con problemas de credibilidad en el pago de sus deudas (pública y de los agentes privados).

Sin embargo, una vez se desencadena es la propia inflación la que tiene un gran potencial de producir nueva inflación. Los agentes económicos la consideran en sus expectativas y el hecho de que todos piensen que se producirá hace que perdure.

Efectos de la inflación

La inflación tiene innumerables repercusiones empresariales. Entre ellas, destacan las relacionadas con la competitividad internacional, las finanzas y la inversión y la contratación,

Efectos en la competitividad internacional

La inflación representa un problema en el corto plazo. Se han firmado contratos a un precio y este representa una menor capacidad adquisitiva. El dinero pierde valor y se pueden realizar menos pagos salariales, a proveedores, etcétera. Si respondemos subiendo precios, perderemos clientes, en especial en el extranjero.

A largo plazo, lo más probable es que la moneda nacional pierda valor. Medidos en moneda extranjera, los precios se reducirán. Sin embargo, las empresas del territorio afectado pierden competitividad frente a otros lugares con la misma moneda. En España, eso puede suceder frente a otros países del euro con menor inflación.

Efectos en la financiación y la inversión

Desde el punto de vista financiero, la inflación resta importancia a lo que suceda a largo plazo. En definitiva, los flujos de caja que se reciban en el futuro tendrán menos valor hoy si, entre medias, hay un período de alta inflación. Eso limita las iniciativas de inversión. De hecho, las amortizaciones del inmovilizado que se contabilicen pueden ofrecer dificultades para reflejar el coste de su reposición.

Además, las nuevas generaciones de activos, las que deben introducir tecnologías avanzadas, pueden verse limitadas. Las empresas innovadoras que han de proveerlas se enfrentan a muchos gastos en el presente y sus retornos futuros valen menos. Se ponen en cuestión, por tanto, los proyectos innovadores que han de plasmarse en mejoras en las herramientas empresariales.

Un beneficio para algunas empresas es que diluye el valor actual de las deudas. Sin embargo, eso se suele trasladar a una elevación de la prima de riesgo que condiciona el acceso a la financiación de las empresas del país afectado por la inflación elevada. 

Efectos en la contratación

La inflación hace que haya que acomodar las retribuciones. Unas veces, ya está previsto un mecanismo automático en los contratos; en otras, hay que negociarlo. En ese proceso, no es raro que se desequilibren las relaciones y alguna de las partes las rompa por pagar demasiado o cobrar demasiado poco.

En especial, las revisiones son complejas en los contratos y convenios laborales. Equivocarse pagando de más lastrará los costes. Sin embargo, unos salarios más bajos de lo conveniente pueden provocar una huida del talento y problemas de incentivos y motivación.

Por otro lado, la subida de precios provoca que las empresas deban estudiar unas nuevas tarifas. Sin embargo, como la inflación no es un fenómeno puntual, sino prolongado en el tiempo, pronto se quedarán desfasadas. La mayoría de las empresas no pueden publicar continuamente nuevas tarifas, es lo que se conoce como costes de menú

La consecuencia es que no pueden tener permanentemente una estrategia óptima de precios. Se tendrán que conformar con la que menos desajustes ocasione, que serán mayores cuanto más imprevisible sea la inflación.

Cómo se puede reducir la inflación

La inflación es altamente dependiente de los factores del entorno, en especial de los precios de las fuentes de energía. Cuando estos se reducen, es muy probable que aquella también lo haga. También son importantes las reducciones de costes originadas por el progreso tecnológico.

No obstante, también existen medidas políticas que intentan —no siempre lo consiguen— reducir la inflación. Las más comunes buscan frenar la demanda a través de reducciones del gasto público, aumentos de impuestos, incrementos de los tipos de interés o revaluaciones de la moneda, entre otras medidas. También pueden practicarse iniciativas que pretendan expandir la oferta con marcos que faciliten inversiones en capital humano, infraestructuras, actividades innovadoras…

Emprender implica estar dispuesto a lidiar con las circunstancias del entorno. La inflación es una situación frecuente y hay que estar preparado para dar respuestas frente a ella en cualquier momento.


Imágenes | Daria Volkova, Clay Banks, Lona en Unsplash y sitio web del INE

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