La segunda ola de automatización que está suponiendo la llegada masiva de la inteligencia artificial a las empresas y su aplicación a muchos procesos de negocio va a cambiar definitivamente el mercado de trabajo. Viene pasando así en los dos últimos siglos de acelerón tecnológico.
Lo que siempre fue un valor, como las destrezas manuales basadas en la velocidad para mover dedos y muñecas, y que sirvieron durante siglos para fabricar cualquier tipo de herramientas, ensamblar un coche o confeccionar tejidos en grandes fábricas, han quedado superadas por robots y maquinaria muy sofisticada. [hde_related]
Como consecuencia de todo ello, muchos son los analistas que dicen que las habilidades que mayor demanda tendrán en el futuro serán las sociales. En su libro ‘El empleo del futuro’, el profesor Manuel Hidalgo señala como valores apreciados en la próxima década, de acuerdo con las estadísticas oficiales del Gobierno de EE.UU. en materia laboral, la originalidad, la fluidez de ideas, el razonamiento deductivo, la expresión escrita y oral o la sensibilidad a los problemas. Son las denominadas soft skills, muy vinculadas siempre a la comunicación, el trabajo en equipo y la inteligencia emocional.
La destreza manual se valorará menos
Por el contrario, según esa misma estadística, aquellas habilidades más mecánicas y que hasta ahora nos han permitido sacar adelante muchos trabajos, como las destrezas con las manos, la precisión y el control, la orientación espacial, la coordinación de extremidades o la visión periférica, van a pasar a segundo plano en muchas profesiones. Son las hard skills o habilidades mecánicas y técnicas.
Incluso en un área tan asociada al conocimiento técnico puro y duro, como la de la informática, la capacidad de comunicación es la competencia más valorada, según un estudio reciente de la empresa especializada en contratación ManpowerGroup. En este documento, titulado ‘La Revolución de las Competencias 2.0’, los directivos consultados afirman que las soft skills más valoradas en los profesionales son la resolución de problemas, el servicio al cliente y la organización.
Sin embargo, ManpowerGroup advierte de que tanto la resolución de problemas como la organización, además del liderazgo, se encuentran entre las competencias sociales más difíciles de encontrar en España. Para resolver estas carencias, ManpowerGroup aconseja atraer a los que tienen alta capacidad de aprendizaje o learnability. Es decir, los candidatos deben tener la curiosidad y la capacidad de aprender nuevas habilidades para mantenerse empleables a largo plazo.
Los anglosajones, tan dado a los neologismos y a hacer combinaciones imposibles de palabras, hablan del knowmad, una mezcla de conocimiento y nómada. Es el perfil de aquellos amantes de la colaboración y el trabajo en red y que ya no se ven atados a una empresa.
El caso de Google
Empresas punteras como Google, cuyo proceso de selección y organización han dado para escribir miles de artículos, se aplican el cuento hasta la última letra. Quieren estar en lo más alto de las listas best places to work y al mismo tiempo llevarse al mejor candidato. Ya no quieren al técnico más cualificado, sino al que mejor asimile la cultura corporativa, trabaje en equipo y responda a las circunstancias cambiantes del mercado.
Además de las capacidades cognitivas y de las aptitudes para el puesto, el aspirante a trabajar en Google tiene que mostrar lo que en la compañía llaman “googliness”, es decir, adaptación a la cultura del buscador. En Google, donde hasta cuatro empleados evalúan a cada aspirante a entrar en la compañía y donde los procesos de selección pueden durar meses, dan responsabilidades importantes a todo el mundo desde el primer día.
Además, la compañía presume de valorar el talento y la pasión, más que el currículum académico o la carrera profesional. Y es que en la firma de Larry Page y Sergei Brin saben que vale más la energía positiva de un joven apasionado por su tarea que todo el conocimiento que pueda atesorar un informático desengañado y escéptico. En Google quieren gente a la que le guste averiguar cosas para las que no hay una respuesta obvia.
Como se ve, en Google y en el mundo empresarial de hoy en día importa más el soft que el hard. Se anteponen muchas veces los sentimientos y las pasiones a las puras destrezas técnicas. Como en el deporte, saben que un equipo no funciona si no hay buen feeling, compenetración y ambición, aunque tengamos a los mejores jugadores del mundo.
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