Seis razones por las que debes cuidar el talento sénior

Profesionales sénior

Empresa

Las cifras hablan elocuentemente: el talento sénior es una de las realidades empresariales cuya importancia más ha crecido en los últimos años.

Y es que, aunque no solamente es relevante por su cantidad, sino fundamentalmente por aspectos cualitativos, lo cierto es que cada vez hay más profesionales sénior. De hecho, si en el primer trimestre de 2002 hablábamos, según datos del INE, de algo más de 3.100.000 de trabajadores mayores de 50 años que representaban algo más del 19% de la población ocupada, en el primer trimestre de 2019 las cifras han superado los 6.000.000, llegando al 31% de los ocupados españoles.

Más allá del hecho de que estos profesionales sean cada vez más numerosos, la buena gestión del talento sénior se ha convertido en una de las claves del éxito empresarial por diferentes razones.

1) El talento sénior como depositario de experiencia y conocimiento

Su trayectoria, más larga que la de los profesionales jóvenes, está ligada a la adquisición de conocimiento empresarial. Han vivido diferentes épocas, cambios del entorno y enfoques y estrategias distintas que les permiten ser testigos de las transformaciones. No solamente saben qué ha variado con el tiempo, sino también cómo se han ejecutado las modificaciones y nuevos proyectos.

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Eso otorga una perspectiva que engarza muy bien con el talento junior. Los jóvenes llegan con una preparación que incluye nuevas herramientas y formas de proceder. Los veteranos tienen más elementos de comparación para comprender por qué se emplean las novedades, cómo se van implantando y qué riesgos y beneficios implican. De este modo, contribuyen a poner en contexto el conocimiento teórico y a orientarlo de forma práctica.

2) Aprecian bien las diferencias que aporta la transformación digital

En la actualidad, la digitalización constituye el principal foco de transformación empresarial. Los profesionales sénior han conocido como se desarrollaban los procesos en la era predigital, cómo se atendía a los clientes, etcétera.

Esto es muy útil cuando, en ocasiones, tenemos que desandar el camino. Es posible, por ejemplo, que una aproximación que se descartó en su momento hoy resulte posible, como también lo es que haya que volver hacia atrás para depurar aspectos de la estrategia de digitalización que se muestren equivocados.

3) El talento sénior como formador del junior

El talento sénior y el junior no se suman, en realidad se multiplican. Un profesional experimentado puede transferir conocimientos a muchos jóvenes. De este modo, se convierte en una palanca para afrontar cambios y trasladar el know-how de la empresa a diferentes contextos.

Trabajador sénior

Al mismo tiempo, la llegada de nuevas generaciones estimula la capacidad formativa de los profesionales sénior. Cada experiencia con ellos es una oportunidad para ver cómo mejorar la manera en la que se transmiten conocimientos a los profesionales junior.

4) Las redes de contactos complementarias

Los contactos son, precisamente, una de las herramientas más valiosas que un profesional experimentado puede transmitir a un recién llegado. Y lo son, no tanto por su cantidad o relevancia, sino por su diversidad.

El profesional joven, por sí solo, puede tender a relacionarse con otros de experiencia semejante. Al ponerse en contacto con otros más experimentados, descubre nuevas formas de ver las cosas y personas que encarnan esa visión. Además, los veteranos enriquecen su red, ya que es probable que puedan poner al joven en contacto con personas que aún no conoce.

5) El profesional experimentado ante el reto del envejecimiento

El envejecimiento de la sociedad es un reto muy importante para la empresa. Precisamente, en ese ámbito el contacto con profesionales sénior es muy importante. Ya que ni el envejecimiento afecta al mismo ritmo a todas las personas, ni todo el mundo lo afronta de la misma manera.

Trabajador experimentado

Una de las claves del éxito empresarial de las próximas décadas será, seguramente, la capacidad de adaptarse de forma flexible a distintos enfoques a medida que la sociedad envejece, recabando los mejores recursos humanos y respondiendo a las múltiples demandas que van realizando los clientes.

6) El talento sénior como referencia

Resulta complicado motivar a los profesionales de experiencia y edad intermedia si maltratamos al profesional sénior. Pueden pensar, en ese caso, que su esfuerzo caerá en breve en saco roto, como observan en la generación que los precede.

Por el contrario, un talento sénior bien incentivado constituye la mejor prueba de credibilidad de los planes de carrera. Por lo tanto, las empresas que saben cómo motivar e insertar armoniosamente en su organización a profesionales experimentados tienen una probabilidad significativamente más elevada de retener el talento joven.

El talento sénior es un tesoro frágil que las empresas deben preservar. El objetivo es lograr una mejor organización e inserción de la empresa en su entorno.

Imágenes| Gabriel Matula, Haley Phelps, Will Suddreth, Giovanni Randisi en Unsplash

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