La pandemia de COVID-19 ha alterado nuestra rutina.
Muchos de los nuevos hábitos podrían haber llegado para quedarse y las empresas deben reforzarse para hacer frente al nuevo escenario.
La tecnológica IBM, a través de su Institute for Business Value (IBV), ha analizado hasta qué punto la pandemia ha influido en el día a día de los españoles. El estudio concluye que la capacidad de adaptación de las empresas será clave para hacer frente a la disrupción de la COVID-19. Además, señala que la inversión en tecnología y formación deben convertirse en una prioridad.
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La disrupción de un virus
Los últimos seis meses han puesto patas arriba nuestra realidad. Han cambiado la forma en que nos relacionamos con nuestro círculo cercano y la forma en que trabajamos, pero también cómo nos divertimos, cómo queremos vivir y cómo nos movemos. El estudio de IBM, realizado a través de una encuesta a 3.216 españoles en el mes de junio, concluía que el 60% de los españoles estaba preocupado por los rebrotes y el 70% porque se produjese una nueva oleada pandémica a finales de año. En poco tiempo, la COVID-19 ha acabado dándoles la razón.
La vuelta al trabajo tras las vacaciones está siendo uno de los asuntos más discutidos en las últimas semanas. Según el estudio, al 70% de los encuestados le gustaría seguir trabajando a distancia, aunque fuese ocasionalmente. Es más, uno de cada dos señala que querría que el teletrabajo se convirtiese en lo habitual. La tendencia es todavía más acusada en otros países como Estados Unidos.
En cuanto a la evolución del mercado laboral y la economía, un 61% de los encuestados cree que el país estará en recesión durante años y un 60% está más preocupado que antes por su trabajo. Donde sí se ha producido un gran cambio de tendencia es en la movilidad urbana. Un 10% asegura que ha dejado de usar el transporte público y un tercio más dice que intentará usarlo lo menos posible. Otro 30% subraya que, a partir de ahora, solo utilizará su propio vehículo como medio de transporte.
Por último, ante la situación excepcional que han vivido y siguen viviendo los centros de salud y los hospitales, el estudio señala que la telemedicina ha emergido con fuerza. Cuatro de cada 10 encuestados asegura que utiliza servicios de atención médica en remoto y un 51% afirma que preferiría seguir haciéndolo.
“El estudio evidencia que la COVID-19 está alterando el comportamiento del consumidor de una forma más permanente de la que se esperaba. Estos nuevos comportamientos traen consecuencias inmediatas sobre diferentes sectores de actividad, como el comercio minorista, el sector de la salud, el transporte y las expectativas de experiencias físicas y digitales combinadas”, explica Jesús Mantas, socio director mundial de IBM Services.
¿En qué situación deja este nuevo escenario a las empresas? ¿En qué herramientas y procesos deben apoyarse para sobrevivir en este nuevo escenario? La digitalización ha pasado de ser una herramienta competitiva a convertirse en una herramienta de supervivencia para muchos sectores.
Las tecnologías frente a la COVID-19
De acuerdo con las conclusiones de IBM, las compañías que ya habían avanzado en sus procesos de transformación digital se han encontrado con que estaban mejor preparadas para hacer frente a la COVID-19. Desde el teletrabajo al comercio electrónico, pasando por arquitecturas en la nube o trazabilidad blockchain, las organizaciones más digitalizadas han podido encarar en una posición de ventaja la crisis pandémica.
No es demasiado tarde, sin embargo, para pisar el acelerador de la transformación digital. Según IBM, es necesario invertir en dos grandes áreas:
- Tecnología. Las empresas necesitan invertir en aquellas herramientas que les permitan transformar procesos internos y mejorar la experiencia del cliente. Así, recomienda priorizar la inversión en:
- Inteligencia artificial. Más allá de ser una de las tecnologías de moda, la IA puede contribuir a mejorar la experiencia del consumidor mediante chatbots inteligentes y la integración con asistentes virtuales. Además, puede utilizarse para transformar procesos como la gestión de clientes y el marketing.
- Internet de las cosas. La verdadera business intelligence está en los datos. Y la mejor manera de recabarlos es conectándolo todo. Internet de las cosas (IoT) es una de las grandes herramientas de transformación industrial, clave en la llamada cuarta revolución industrial. Permite desde gestionar stocks y almacenes de forma inteligente hasta optimizar la producción agrícola para adaptarse a la demanda de forma flexible.
- Blockchain. En un mundo cada vez más digital, la tecnología de cadena de bloques o blockchain permite mejorar la gestión de la cadena de suministro y hacerla más transparente, posibilitando la trazabilidad real de cada producto o componente desde su origen.
- La computación en la nube y en el borde. A la hora de transformar procesos, pocas tecnologías han tenido tanto peso como la computación en red, ya sea en un punto centralizado donde los recursos están disponibles a la carta (la nube) o de forma distribuida (edge computing o computación en el borde). Ambas tecnologías permiten disponer de capacidad informática bajo demanda y de forma flexible, adaptándose a los cambios del mercado y de la organización de forma rápida y eficiente.
- Formación. Más allá de la importancia de las herramientas tecnológicas, el informe de IBM señala que el cambio no puede hacerse sin tener en cuenta a las personas. Debe existir una apuesta fuerte por la adquisición de nuevas habilidades, métodos de trabajo y formas de gestión. Los programas de formación o reskilling entre los empleados serán clave para acelerar la transformación digital en el mundo post-COVID-19.
La pandemia ha puesto de relevancia la importancia de poder adaptarse a los cambios de forma rápida e indolora. La agilidad y la capacidad de reacción son clave en la supervivencia de las empresas. Las tecnologías son herramientas capacitadoras, pero el capital humano es quien toma las decisiones y hace el cambio posible.
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