Combinar el trabajo y el bienestar de los empleados es la solución ganadora para prevenir y tratar el síndrome de burnout. Una experiencia laboral positiva afecta al bienestar general de una persona de 2,5 a 3 veces más que el simple número de horas que trabaja. Así lo revela un análisis realizado por Gallup al cruzar datos de varias encuestas y paneles estadísticos realizados en los últimos años en todo el mundo sobre el agotamiento entre los empleados. La calidad importa más que la cantidad. Si el trabajo es sinónimo solo de deber y esfuerzo, el burnout siempre está a la vuelta de la esquina.[hde_related]
Para proteger el bienestar del empleado, unos días libres o el derecho a desconectar pueden ayudar, pero esto no cura el burnout. La tesis central de Gallup es que las personas quieren trabajar, porque el trabajo es fundamental para garantizar su bienestar. El punto es qué trabajo, cómo o con quién. Que es también lo que subyace a fenómenos como la Gran renuncia o el Quiet Quitting. Es tarea del líder construir la mejor experiencia de trabajo posible que se traduzca en el bienestar de los empleados.
Las cinco formas de bienestar para tratar el burnout
El burnout no es un fenómeno nuevo, pero el contexto actual redefine sus contornos y dirige las reflexiones sobre el bienestar de una forma nueva. Gallup ha identificado cinco formas de bienestar: profesional, relacional, económico, físico, social.
- Career Wellbeing (nos gusta nuestro trabajo).
- Social Wellbeing (estamos satisfechos con nuestras relaciones personales y amistades).
- Financial Wellbeing (no tenemos problemas económicos).
- Physical Wellbeing (tenemos buena salud).
- Community Wellbeing (nos gusta vivir en la ciudad y barrio donde vivimos).
Es el bienestar profesional (Career Wellbeing) lo que tiene el mayor impacto en el bienestar general de una persona. Aquellos que aman su trabajo tienen el doble de probabilidades de ser felices que aquellos cuyo trabajo les desmoraliza. Desafortunadamente, en las encuestas solo el 20 % de los empleados está «muy de acuerdo» con la afirmación «Me gusta lo que hago».
Europa no parece destacar por el bienestar de los empleados. Según el informe ‘State of the Global Workplace: 2022 Report’ de Gallup, solo el 14 % de los empleados europeos se siente comprometido con respecto a su trabajo. Unos siete puntos porcentuales por debajo de la media mundial (21 %) y 19 puntos por detrás de los países que encabezan esta clasificación: EE. UU. y Canadá (33 %). Si el ‘World Happiness Report 2022’ del mismo analista sitúa en Europa los ocho países del mundo donde las personas se sienten más felices, debemos deducir que esa felicidad se alcanza fuera del trabajo.
Cuando el trabajo es una carga
El problema de un trabajo insatisfactorio es que impide el crecimiento tanto de la persona como de la empresa. Por ello, se ha insistido durante años en la importancia de la motivación y la implicación de los empleados en proyectos percibidos como interesantes.
Gallup descubrió que los empleados desmotivados y estresados tienen 2,6 veces más probabilidades de abandonar la empresa. Incluso sin llegar a este extremo, las víctimas del burnout tienen un 13 % menos de confianza y un 50 % menos de probabilidades de hablar con sus gerentes sobre objetivos y desempeño. Es decir, pierden interés y ambición.
Las principales causas del burnout identificadas por Gallup son trato injusto, carga de trabajo inmanejable, falta de claridad sobre el rol y falta de comunicación y apoyo por parte del gerente. Siendo esta última la causa principal. Es decir, los datos sugieren que, en la mayoría de los casos de agotamiento, lo que falta es un buen líder.
De hecho, un líder ayuda al empleado a encontrar la tarea que más le apasiona y que tiene sentido para él. Sabe observar y valorar las personalidades y talentos de todo el mundo y aprovechar las pasiones de los individuos para combinar su gratificación personal con el crecimiento de la empresa. También puede tratar de entender cuáles son los elementos percibidos como más pesados en el trabajo y proponer formas de reducir su impacto, como una organización diferente o una herramienta digital que facilite las tareas.
Tratamiento del burnout: el papel del líder
Gallup brinda orientación para que los gerentes mejoren el bienestar general de los empleados. Estos son los cuatro aspectos más destacados:
- Asegurarse de que todo el mundo en la empresa conozca sus puntos fuertes. El gerente puede usar una estrategia basada en su capacidad para diseñar una experiencia de empleado -desde la atracción hasta la contratación, la incorporación y la capacitación-, que fomente una cultura de crecimiento profesional y personal.
- Despedir a los gerentes que abusan de los empleados. Ninguna organización debe tolerar ejecutivos que van más allá de los límites del respeto personal. Que abusan del tiempo, de las energías, de la buena voluntad de los empleados y pisotean su esfera personal. En los organigramas de las empresas actuales, que lidian con la falta de talento, “los malos gerentes son el primer elemento de riesgo”, escriben los expertos de Gallup.
- Organizar formación específica para gerentes, para que puedan cambiar su enfoque de jefe a guía. Para construir equipos de alto rendimiento, el viaje comienza con la mejora de las habilidades de los gerentes. Deben volverse expertos en comprender a las personas, establecer objetivos claros y brindar retroalimentación continua.
- Hacer del bienestar parte del proyecto de desarrollo profesional de las personas. En la mesa del gerente también hay que sentarse a discutir acerca del bienestar, no solo de aumentos de salario y trayectorias de carreras. Esta es la nueva mentalidad: se establece una relación de confianza entre líder y equipo para “soñar en grande juntos”. Los valores más importantes que hacen sentir bien a las personas y estimulan la pasión por lo que hacen todos los días son el motor del crecimiento.
Por Alberto Barbieri
Imágenes I Jason Goodman/Unsplash, Nubelson Fernandes/Unsplash, Christina @ wocintechchat.com/Unsplash
