YouTube es mucho más que un sitio para ver el último vídeo de tu cantante favorito, la partida del gamer de moda o un curso de cocina. También puede servir para relanzar tu empresa y ganar clientes.
La plataforma de vídeo de Google, que domina el espacio audiovisual en internet prácticamente desde su creación, sirve para redirigir tráfico a páginas de empresa y crear comunidad.
Conviene no tomarse YouTube a la ligera, por ejemplo, subiendo vídeos que no se titulan o que carecen de descripciones con las palabras clave de tu mercado. En YouTube, el SEO importa, y mucho. Si no afinas, el posicionamiento de tus vídeos será malo y tus producciones, por buenas que sean, quedarán relegadas y sin ser vistas. [hde_related]
Además, los vídeos deberán ser atractivos y dar una imagen de profesionalidad, pues de ellos dependerá la percepción que tendrán de tu compañía tus suscriptores y los nuevos clientes que lleguen a través de la plataforma. Hay que tener paciencia para que un canal de vídeo en YouTube vaya cuajando. No hay que desesperar y conviene trabajar mucho y apostar por contenidos originales y bien realizados.
Como decíamos, aparte del atractivo de los contenidos, para hacer un vídeo de calidad en internet tendremos que contar con un equipamiento mínimo que ahora te vamos a detallar. Hablamos de lo básico para un pequeño estudio habilitado para que hable una sola persona, puesto que si queremos hacer debates o grabar conversaciones, tendremos que contar con más dispositivos de grabación.
Cámara
Aunque ahora hay móviles de gama alta con cámaras y ópticas estupendas, lo mejor es optar por una cámara digital de gama media-alta (en torno a unos 1.500 euros) o una cámara propiamente de vídeo, que saldrá un poco más cara. Se trata de cámaras sin objetivos, por lo que habrá que añadir a esta factura unos 700 euros si queremos contar, por ejemplo, con un zoom 24-70. Es básico grabar en Full HD y que el aparato tenga entrada de micro externo y permita ser montado en trípode.
Trípode
Los hay pequeños de sobremesa, pero lo ideal es hacerse con uno de pie con el que podamos regular la altura y que nos dé la posibilidad de hacer todo tipo de movimientos de inclinación y giro. Los básicos tienen un precio a partir de 150 euros, aunque si quieres hacer movimientos como paneos o barridos, tendrás que pensar en uno a partir de 600 euros. La resistencia del trípode dependerá si lo que queremos para interiores, donde todo está controlado, o para exteriores.
El sonido
Es un aspecto crucial. Hay que evitar grabar con el micrófono interno de la cámara y conviene optar por micrófonos externos de solapa con cable o inalámbricos. En el caso de los wireless, que son más caros, el coste se puede elevar a unos 80 euros por unidad, según el modelo.
La iluminación
También es un aspecto clave a la hora de lograr un vídeo con acabado profesional. No servirá de nada tener el mejor contenido y al mejor portavoz para transmitirlo si lo situamos en una habitación en penumbra o le dejamos la cara llena de sombras tenebrosas. Iluminar es un arte y se va a aprendiendo con el tiempo. Pero, de entrada, tenemos que asegurarnos de que hay luz suficiente, las facciones de las personas están bien representadas, no hay sombras duras sobre sus caras y los protagonistas están destacados sobre el fondo.
Un equipo básico incluye tres focos: uno de luz principal que apunta a la cara del protagonista del vídeo desde un ángulo de 60 grados, otro de luz de relleno que se coloca al lado contrario y suaviza las sombras que genera la principal (puede ser un reflector blanco) y el contraluz, que va detrás del protagonista y está destinado a crear volúmen.
Para la luz principal, puede ser interesante un panel de LEDs (de 300, 600 o 900). El precio de partida de un set de iluminación básico ronda los 180 euros. Si optamos por focos de calidad que mantengan la temperatura de color y permitan precisar mucho a la hora de darle calidez o frialdad a la escena, estamos hablando de unos 800 euros
Edición
Una vez tenemos el material grabado, necesitamos un ordenador de cierta potencia para editar y renderizar el material y finalmente subirlo a YouTube. Hay programas de edición de vídeo muy populares y solventes, como Final Cut Pro X, para entorno Mac; Adobe Premiere Pro, multiplataforma; Adobe After Effects, que tiene efectos especiales y muchas opciones y CyberLink Power Director, que está dirigido a los menos expertos. Una suite online como Adobe Creative Suite, que incluye Premiere, Photoshop e Illustrator, entre otros programas, cuesta 60 euros al mes por usuario.
En cuanto al ordenador, necesitamos un equipo de gama media-alta, con un Intel Core i5 de procesador como mínimo, 12 gigas de RAM y una buena tarjeta gráfica. También sería conveniente un monitor de 27 pulgadas. En total, si hablamos del entorno PC (y no de Mac, que es algo más caro), tendremos que presupuestar entre 1.500 y 2.000 euros para el equipo.
Inversión total a partir de 5.000 euros
Este sería el equipamiento básico para que una compañía empiece a hacer sus pinitos en YouTube con una calidad profesional. En total, la inversión inicial debería rondar los 5.000 euros. Aunque, eso sí, toda esta tecnología no servirá de nada si luego no hay nadie que le sepa sacar partido. Pero el tema de los recursos humanos y del conocimiento necesario para avanzar en el mundo de la edición de vídeo es materia para otro post.
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