Las subvenciones están en boca de todos los emprendedores, pero son pocos los que saben de lo que hablan o los que han salido triunfadores al solicitar una ayuda para su negocio. En este artículo se darán algunos consejos sobre las ayudas y subvenciones.
- Lee las bases al detalle
Si vas a solicitar una subvención y pretendes ser beneficiario, no puedes ser una persona cómoda y dejar para otros lo que tienes que hacer tú. Así, es imprescindible leer detenidamente las bases de las convocatorias de la ayuda. Debes tener claro y comprobar, entre otras cosas, que cumples con los requisitos solicitados, los gastos o inversión que se permite subvencionar, los límites o incompatibilidades de la ayuda, la documentación a presentar, el tipo de beneficiario y los plazos a cumplir.
- Mira las convocatorias de años anteriores
Pocos empresarios los hacen, pero analizar las ediciones anteriores de la misma subvención es un elemento clave para valorar si nos compensa presentarnos o no, permitiéndonos, incluso antes de que se convoque la ayuda, conocer muchos aspectos de la misma y prepararnos a conciencia, debiendo analizar:
- Los criterios de valoración, para ver qué aspectos son los más importantes y pudiendo realizar una estimación de los puntos que podemos obtener en base a la situación de nuestra empresa.
- El dinero puesto por las instituciones en cada convocatoria, viendo cuánto han puesto anteriormente para poder tener una referencia, ya que, en ocasiones, no es el suficiente y de antemano podemos sabe , con la puntuación que hemos calculado, la posición en que podríamos quedar, decidiendo si nos compensa presentarnos.
- No forzar la máquina
Las subvenciones suelen ser golosas e incitan al emprendedor o empresario a hacer esfuerzos económicos innecesarios, pudiendo incurrir en gasto o inversiones no previstas.
No es conveniente salirse de la hoja de ruta que teníamos prevista para nuestra empresa por el hecho de poder solicitar una ayuda. Nunca forzaremos nuestro proyecto empresarial para poder cumplir los requisitos de la subvención.
- Conoce cómo tributa la subvención
La tributación posterior de la subvención es uno de los aspectos más desconocidos o que menos se tienen en cuenta, suponiendo casi siempre una sorpresa negativa para los beneficiarios de las subvenciones.
La subvención es un ingreso y, como tal, en la mayoría de ocasiones, el beneficiario tendrá que pagar impuestos por ella, integrándose en la base imponible de la empresa. Para tener claro este aspecto, reúnete con tu asesor o tu departamento de contabilidad y valora cómo afectará a tus impuestos futuros.
- Controla los plazos
En una ayuda te podrás encontrar con varios plazos distintos que tendrás que controlar para no saltarte o incumpliros. Pueden ser los siguientes:
- Plazo de presentación: es el que tenemos para presentar la solicitud.
- Plazo de ejecución: es el que tenemos para llevar a cabo la iniciativa a subvencionar.
- Plazo de justificación: es el que tenemos para poder presentar la documentación justificativa de la subvención.
- Plazo de las obligaciones: es el que nos harán cumplir en el futuro, como, por ejemplo, mantener el nivel de empleo o cierto tiempo de estar dado de alta de autónomo.
- Estar pendiente de las notificaciones
Las notificaciones son la manera en la que la Administración se pondrá en contacto contigo para comunicarte cualquier cuestión sobre la subvención que has solicitado. En este sentido, tendrás que controlar varios aspectos, entre ellos, que te asegures que te llegan las cartas a la dirección que has facilitado, comprender lo que te piden en cada escrito y responderlas en plazo.
Es muy recomendable ponerte en contacto directamente con el personal que tramita y resuelve la subvención. Y no te preocupes, ya que habrá personal más o menos amable, pero siempre será mejor que te tengan localizado (para hacerte llegar informalmente las notificaciones) y ver que te preocupas porque esté todo bien presentado, que seas un simple número de un expediente.
- Organiza la documentación
Cuando se justifica una subvención es obligatorio presentar una cantidad enorme de documentación de la empresa, del proyecto y de las facturas de gastos e inversión, entre otras cosas.
Sabiendo esto, es recomendable, ya que puede pasar mucho tiempo desde el momento en que se realiza el gasto hasta que se justifica la ayuda, guardar, de manera ordenada, todas las facturas y los documentos que justifiquen que están pagadas, para que cuando tengamos que usarlas nos sea muy sencillo recopilarlas y presentarlas.
Por Javier Navarro