En 2020 la perspectiva sobre el trabajo en remoto cambió completamente. Obligados por la pandemia del COVID-19 las empresas descubrieron que los trabajadores podían ser perfectamente productivos sin tener que desplazarse de su casa.
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Pero, con la vuelta a la normalidad, comenzó una “vuelta a la oficina” que poco a poco parece que se ha ido imponiendo, especialmente en las grandes empresas que vuelven a apostar por el presencialismo. Nos preguntamos por el futuro del teletrabajo.
Como decimos, la sensación es que existe un retroceso imparable de vuelta al trabajo presencial pero ¿es esto real o sólo una impresión?
Las grandes tecnológicas exigen la vuelta a la oficina
Lo cierto es que hemos podido ver muchos movimientos en este sentido, empezando por las Big Tech que han ido dando pasos para volver al presencialismo, como Google que ya en 2021 apostó por un modelo híbrido pidiendo a sus empleados un regreso progresivo a la oficina.
Igualmente, muchos CEO se han manifestado en contra del trabajo en remoto, a pesar de haber apostado por ello cuando fue necesario (y haber obtenido un gran beneficio).
Un buen ejemplo es el mismo Mark Zuckerberg, creador de Facebook y consejero delegado de Meta, quien dijo en 2020 que el teletrabajo permitía “más espacio para pensar a largo plazo” y le hacía “más feliz y más productivo en el trabajo”. Sin embargo, en 2023 su pensamiento ha cambiado, y ahora opina que los ingenieros que trabajan insitu “consiguen hacer más cosas”.
En este mismo sentido, hace unos meses Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI y, por tanto, de la empresa detrás de ChatGPT (quien recientemente fue protagonista por haber sido despedido y, en apenas unos días, vuelto a readmitir en su puesto) dijo que la era del trabajo remoto había acabado.
Otro que se unió a esta corriente es Andy Jassy, CEO de Amazon, quien al pedir a sus trabajadores que al menos tres días en semana trabajen presencialmente intentaba convencerles de que existe algo “en estar cara a cara con los demás, mirarles a los ojos y ver que estar completamente inmersos en lo que sea que estéis discutiendo y que une a la gente”.
Pero lo más grave quizá fuera el movimiento de una empresa que fue clave para que los negocios no se detuvieran cuando el dichoso virus chino nos obligó a quedarnos en casa. Hablamos de Zoom, la app para realizar reuniones y videoconferencias online que, evidentemente, fue una de las empresas que más se benefició del teletrabajo y que el pasado mes de agosto pidió a sus trabajadores que volvieran a la oficina para implantar un modelo híbrido.
Si miramos a nuestro país, por supuesto también tenemos casos de empresas que han obligado a sus empleados a dejar el teletrabajo, ya fuera de forma parcial o total.
El teletrabajo en España
Por tanto, parece que la idea de las empresas de limitar el teletrabajo también se impone en España (donde, por cierto, desde hace dos años tenemos nuestra Ley del teletrabajo), y los datos así lo confirman.
Por ejemplo, el informe Flash Datos de Teletrabajo 2022 elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, recoge que el porcentaje de personas que trabajaban en remoto en el último trimestre de 2022 descendió de un 13,6% (2.742.000 personas) a un 12,5% (2.563.000 personas).
Este dato se complementaría con el que nos da la Encuesta de Población Activa de septiembre de 2023, que cifra en un 8% el porcentaje de teletrabajo en España entre la población activa, lo que supondría un total de 1.527.800 personas teletrabajando. Por tanto, la cantidad de personas que habrían dejado de teletrabajar estaría entorno al millón en solo un año.
Eso sí, según el estudio citado de la ONTSI, el teletrabajo ocasional (que se realiza menos de la mitad de la semana) se habría incrementado de un 5,7% (1.155.000 personas) a un 6,1% (1.252.000 personas) en 2022.
Otra fuente de información que podemos recurrir para ver el estado del trabajo en remoto en nuestro país la tenemos en la III Radiografía del Teletrabajo en España de septiembre de 2023 realizada por Infojobs basándose en datos de Eurostat.
Esta encuesta, realizada sobre una muestra de casi 5.000 personas representativa de la población activa, revela que en España teletrabajan un 22 % de personas, ya sea de manera 100 % remota o en formato híbrido. Eso sí, este indicador ha ido descendiendo desde febrero de 2021 con una clara tendencia a la baja como se ve en este gráfico:
Por otro lado, el estudio también sirve para situarnos en Europa respecto al porcentaje de teletrabajo. Como era de esperar, España se posiciona por debajo de la media europea que está en el entorno del 10% de empleados que teletrabajan, quedando muy lejos de países como Irlanda (25%), Finlandia (23 %), Suecia (18 %) y Holanda (18 %).
El futuro del teletrabajo
Por tanto, podemos decir que la tendencia de vuelta a la oficina también es patente es España y las perspectivas son que esto siga en pie durante 2024. Sobre todo si sabemos que hasta un 78% de los directivos españoles entrevistados para elaborar el informe KPMG 2023 CEO Outlook opina que en tres años se recuperará el modelo totalmente presencial.
Por tanto la vuelta a la oficina coge fuerza, aunque se demostrara que teletrabajar es perfectamente viable. Seguramente por eso, y porque muchos empleados se resisten a dejar la comodidad de trabajar desde casa —incluso están dispuestos a renunciar a parte de su sueldo por ello—, las empresas necesitarán ofrecer flexibilidad laboral e incentivos para reclutar talento que esté dispuesto a trabajar en un modelo 100% presencial.
Aun así, está claro que se mantendrán figuras como la del nómada digital, y por eso lo más probable es que se tienda hacia un modelo híbrido porque, como dice PWC en su estudio Trabajar en 2033, gracias a las tecnologías y a la globalización, la movilidad del talento es un hecho.
Así, en el futuro, el talento será universal y móvil. Las empresas podrán ir en busca de candidatos o de empleo allí donde sea más atractivo, y la figura del teletrabajo seguirá teniendo su importancia.
Imágenes | Fotos de marymarkevich, dit26978, freepik y Jacky Chiu