Desgraciadamente, ninguna empresa u organización está libre de que se produzca un caso de mobbing, una práctica quizá más común de lo que pensamos. Y para erradicarla, es importante conocer los distintos tipos de acoso laboral que se suelen producir.
[hde_related]
Según la Primera encuesta mundial: Experiencias de violencia y acoso en el trabajo, realizada en 2021, una de cada cinco personas (un 22,8%) ha sufrido al menos una modalidad de violencia y acoso en el trabajo durante su vida laboral y, de los que lo experimentaron, tres de cada cinco (un 60%) lo sufrieron en múltiples ocasiones.
Además, se identificaron unos perfiles más proclives a sufrir acoso laboral (mujer, joven e inmigrante y asalariada) y se concluyó, entre otras muchas ideas, en que la violencia y el acoso en el trabajo es un fenómeno recurrente y persistente.
Por ello existe el Convenio núm. 190 de la OIT (conocido como C190), el primer tratado internacional que reconoce el derecho de toda persona a un mundo laboral libre de violencia y acoso, incluidos la violencia y el acoso por razón de género.
Dado que en anteriores artículos ya hemos hablado de cómo demostrar el acoso laboral, cómo afrontar el acoso sexual en la empresa o de cómo saber si sufres acoso y qué hacer, en esta ocasión nos vamos a centrar en hacer un listado lo más exhaustivo posible de los tipos de acoso laboral que existen.
¿Cuáles son los diferentes tipos de acoso?
El acoso laboral o mobbing (también lo podemos ver como “bullying laboral”) está definido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como “determinada acción verbal o psicológica puesta en práctica sistemática y persistentemente para humillar, ofender o amedrentar a una persona en el entorno laboral”.
Esto es, debe ser continuado, tiene que tener intención de hacer daño y debe provenir de una persona de la misma empresa, ya sea un superior, un compañero o un subordinado.
Dependiendo de esto, del objetivo y del tipo de acciones asociadas al acoso (violencia verbal, física, psicológica, etc) podemos diferenciar diferentes tipos de acoso laboral:
Acoso laboral según la jerarquía
Según la relación existente entre acosador y acosado podemos distinguir entre:
Acoso laboral vertical
Se da cuando el acoso se produce entre dos trabajadores de distinta categoría. Si el acoso parte de un jefe o superior directo se conoce como acoso vertical descendente o Bossing.
Probablemente es el tipo más común de acoso laboral, y se produce cuando un superior jerárquico ejerce hostigamiento sobre un trabajador subordinado aprovechando su superioridad y/o poder.
Puede manifestarse en forma de insultos, amenazas o humillaciones, asignación de tareas imposibles o degradantes, sabotaje del trabajo del empleado o aislamiento social y laboral.
Si el acoso se produce al revés, es decir por parte de un trabajador (o trabajadores) a su jefe o superior jerárquico directo (siempre de acuerdo a los rangos y el organigrama de la empresa en cuestión), hablamos de acoso vertical ascendente.
Es una forma de acoso menos común que puede manifestarse con amenazas o intento de chantaje, insultos o descalificaciones públicas, falsas acusaciones o sabotaje del trabajo del superior.
Acoso laboral horizontal
Cuando el mobbing se produce entre compañeros de trabajo del mismo equipo, categoría o con el mismo grado de responsabilidad. Por tanto, se da cuando un empleado (o empleados) lleva a cabo conductas de acoso hacia otro compañero.
Sus intenciones pueden ser varias (lograr que la víctima deje la empresa, que quede mal ante el jefe, que no consiga un ascenso…) y se suelen manifestar como burlas, insultos o comentarios humillantes, difamación, exclusión social y/o laboral e incluso agresiones físicas y amenazas.
Pero también son ejemplos de acoso laboral horizontal el no avisar de una reunión a la víctima, organizar eventos fuera del trabajo con el resto de compañeros o difundir rumores falsos sobre la persona.
Acoso laboral según el objetivo
Si en vez de fijarnos en la relación entre acosador y acosado lo hacemos en cuál es la finalidad del mobbing, tenemos los siguientes tipos:
Acoso estratégico
El acoso estratégico o institucional es aquel que se ejerce sobre un trabajador como parte de la política de una compañía. La intención es lograr que la víctima renuncie a su puesto de trabajo de forma voluntaria y lo más pronto posible para que la empresa no se vea obligada a pagar ningún tipo de indemnización.
De dirección de gestión
Este tipo de acoso es el que puede llegar a ejercer la dirección de una empresa contra un trabajador, o trabajadores, que no se muestren sumisos a las directrices de la organización. Es decir, es un tipo de mobbing bastante grave que busca infundir la sensación de miedo en el personal con la finalidad de mejorar los niveles de productividad de una empresa a toda costa.
Esto puede derivar en conflictos laborales, síndrome del Trabajador Quemado (o Burnout) o, en último caso, que los trabajadores se den de baja voluntariamente y se establezca una situación de semiesclavitud.
Acoso disciplinario
Es un tipo de acoso laboral de orientación descendente con el que la empresa trata de hacer entender a sus empleados que deben ajustarse a una norma de manera obligatoria; si los trabajadores no cumplen se les sancionará de forma severa.
De esta manera, además de infundir temor a un empleado determinado, la organización envía una advertencia al resto del personal, avisando de que si no cumplen con lo establecido les ocurrirá exactamente lo mismo que al compañero afectado.
El mobbing disciplinario es relativamente común contra aquellas personas que registran altos niveles de absentismo, aunque también a trabajadores cuyas mujeres están embarazadas o, en general, contra quienes se rebelan ante las decisiones de sus superiores.
Acoso perverso
Se trata de un tipo de acoso no muy común en el que alguien hostiga a un compañero, subalterno o superior por el simple hecho de hacerlo sufrir. Las causas pocas veces están relacionadas con temas laborales, son más bien de carácter personal, por lo que son difíciles de solucionar con estrategias laborales y normalmente solo se acaban cuando alguno de los involucrados deja la empresa.
Acoso laboral según la tipología
Finalmente, si nos fijamos en otras cuestiones tenemos estos tipos de acoso laboral:
Acoso sexual
Se trata de cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo.
En el entorno laboral, sería cualquier comportamiento de naturaleza sexual no deseado que tenga como objetivo intimidar, humillar o discriminar a un trabajador. Por ejemplo, cuando un superior a la víctima le solicita cualquier tipo de favor sexual a cambio de una mejora en sus condiciones laborales.
Acoso por razón de género
Se produce cuando un trabajador es acosado por su género, identidad de género, expresión de género o orientación sexual. Aquí podemos incluir también el mobbing por razón de sexo, normalmente hacia la mujer, que se produce cuando se menosprecia a una empleada simplemente por ser mujer.
Por ejemplo juzgando su desempeño de manera ofensiva, ocultando sus esfuerzos y habilidades, poniendo en cuestión y desautorizando sus decisiones, no asignándole tareas o encargándole trabajos superiores o inferiores, sin sentido o degradantes.
Acoso por razones de discapacidad
El que se produce cuando un trabajador es acosado a causa de una discapacidad física, mental o sensorial. Puede manifestarse en la asignación de tareas excesivamente complejas, que la persona no puede realizar, o justo al revés: no asignándole ninguna labor lo que puede derivar en que esa persona sufra Boreout o síndrome de aburrimiento crónico.
Acoso por motivos étnicos o raciales
Cuando el empleado que sufre el mobbing lo es por su origen étnico, raza o color de piel. El acoso en este caso puede manifestarse de muchas formas, incluyendo cualquiera de las antes mencionadas (insinuaciones, discriminación, exclusión…).
¿Qué hacer en caso de acoso?
Si sospechamos que somos víctimas de mobbing o identificamos una situación de este tipo en nuestra empresa debemos denunciarla empezando por hacerlo ante la propia organización, que es la que debería iniciar un proceso para solucionar el problema.
La empresa debería contar con un protocolo de actuación ante casos de acoso laboral, pero si no es así, no se toman medidas y se ignora la situación, finalmente debemos denunciar ante la inspección de trabajo y, si es necesario, ante los tribunales.
En cualquier caso, conociendo mejor los distintos tipos de acoso que existen seremos capaces de identificarlo de forma rápida y tomar las medidas necesarias para acabar con estos comportamientos reprobables.
Imágenes | Fotos de Freepik 1, 2, 3 y 4, Drazen Zigic y bilahata