La robótica, el big data, internet de las cosas o la inteligencia artificial están suponiendo una auténtica revolución en la industria. La digitalización está transformando por completo la cadena de valor.
La tecnología siempre ha sido un motor de cambio de la industria. Pero la llamada industria 4.0 va más allá de la mecanización experimentada en etapas anteriores. De proveedores a distribuidores, la cadena de valor se está convirtiendo en un ecosistema abierto e interconectado. Y las tecnologías digitales están cambiando la forma en que se piensan, se diseñan y se fabrican los productos. Analizamos las principales tendencias y buenas prácticas en industria 4.0 en grandes empresas.
[hde_related]
La industria 4.0 en cifras
La industria 4.0 es mucho más que poner robots en fábricas. Hace referencia a un conjunto de tecnologías y procesos y agrupa sistemas ciber físicos, fábricas, máquinas, sistemas de distribución y plataformas digitales. De los sensores en una planta al digital twin de una fábrica, todo pasa a estar interconectado y se vuelve inteligente gracias a la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real.
El potencial de esta revolución no tiene precedentes. Según recoge el informe de Orange ‘Industria 4.0: 26 buenas prácticas en grandes empresas nacionales e internacionales’, se estima que la automatización y la inteligencia artificial dispararán la productividad; y en 2030 estarán generando el 14% del PIB mundial (14,27 billones de euros). Además, durante los próximos cinco años, las fábricas 4.0 aportarán entre 0,5 y 1,5 billones de dólares a la economía global.
Entre las tecnologías que mayor impacto tendrán en la industria 4.0 destacan internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (asociada a robots y cobots, pero también a la gestión de la producción) y las realidades virtual, aumentada y mixta (cuyo mercado crecerá más de un 100% en los próximos cuatro años).
Tendencias y buenas prácticas en la industria 4.0
Motor de innovación, crecimiento, riqueza y trabajo, el sector industrial tiene un papel destacado a nivel mundial. Su futuro cercano está marcado por una serie de tendencias que van desde el despliegue del 5G y el LTE-M hasta el auge de la fabricación aditiva, pasando por el boom del blockchain o la colaboración entre humanos y máquinas. Tal como recoge el informe de Orange, estos son los ejes transformadores de la industria de la mano de algunos de sus protagonistas.
Robótica e IoT industrial
La incorporación de robots (autónomos y colaborativos) y de máquinas interconectadas a través del IIoT (industrial internet of things) permite mayor eficiencia en la producción, flexibilidad y versatilidad en los procesos industriales y mejorar la seguridad física en las fábricas, entre otras cosas.
SugarCreek, una empresa estadounidense de alimentación, ha conectado todas sus máquinas y dispositivos a la misma red a través de IIoT. Así ha conseguido mejorar la gestión de los recursos humanos, aumentar la visibilidad de todas las operaciones y realizar tareas de mantenimiento predictivo, reduciendo costes y disminuyendo la factura energética.
Siemens, Airbus, Bosch o Audi son otras de las grandes empresas recogidas en el informe que han apostado claramente por la conectividad de sus plantas y la robotización.
Fabricación aditiva
La impresión 3D ha pasado de ser un juguete para diseñadores a convertirse en una pieza central de la industria 4.0. La personalización de productos, la agilidad en los procesos de prototipado, la flexibilidad y la ubicuidad de la producción o la reducción del time-to-market son las grandes fortalezas de la fabricación aditiva.
Canary, una compañía que se ha convertido en referencia en el mercado de la seguridad en el hogar, ha apostado por la fabricación para toda la fase de prototipado. Cada diseñador cuenta con su impresora 3D para probar sus propias ideas. De esta forma han flexibilizado toda la fase de diseño, reducido los tiempos y abierto nuevas oportunidades mediante el diseño, sobre la marcha, de accesorios personalizados para sus sistemas.
Philips (usa impresión 3D en la fabricación de accesorios en sus fábricas), Li & Fung (fabricación aditiva de prototipos de prendas de ropa), Komet Group o Holthinrichs Watches son otros de los casos reflejados en el informe de Orange.
Realidad aumentada y realidad virtual
La realidad aumentada (superposición de capas digitales en el mundo real) y la realidad virtual tienen un gran potencial disruptivo en la industria. Simplifican el trabajo en entornos complejos, contribuyen a mejorar la productividad, refuerzan los controles de calidad y eliminan las barreras de acceso físicas.
La industria aeronáutica es una de las que más ha apostado por esta tecnología. Boeing la está probando para ofrecer a los técnicos diagramas de cableado 3D interactivos en tiempo real. ¿Cómo? A través de realidad aumentada, los mapas de cableado se ven directamente sobre el fuselaje de la aeronave. Así se reducen los tiempos de trabajo y se minimizan los errores. Esta técnica se puede aplicar a diferentes fases del ensamblaje.
La realidad aumentada y virtual es una pieza importante en el diseño de Ford y Tesla. Y General Electrics está probando la realidad virtual en la fabricación de motores. Todos ellos, casos recogidos en el informe.
Big data y tecnologías cognitivas
La digitalización y la conectividad han generado un torrente de datos sin precedente. En su procesamiento y su análisis reside el poder del big data. Y de ellos se alimenta la inteligencia artificial. El uso de ambas tecnologías está en el centro de la cuarta revolución industrial. La robótica inteligente, la innovación en procesos y modelos de negocios, los asistentes virtuales y chatbots o los gemelos digitales son solo algunas de las consecuencias de su uso.
Fanuc es un líder en robótica industrial del que ya hemos hablado aquí. En su caso, la IA tiene una aplicación clara: hacer más inteligentes a sus robots. A través del machine learning, Fanuc ha logrado que algunas de sus líneas de robots aprendan unas de otras. Una vez que un robot ha perfeccionado una tarea por repetición, el resto aprenden de él por imitación. El uso de la IA en Shell y BASF también formar parte de las buenas prácticas recogidas por Orange.
Logística inteligente
Tecnologías como blockchain o la nube y los avances en la conectividad de los sensores están abriendo las puertas de una revolución en la logística. Poder mejorar la seguridad del transporte de mercancías, saber dónde está cada paquete en tiempo real o la gestión inteligente del stock son algunos de los objetivos que persiguen compañías como DHL, que ha apostado por el uso de drones para el reparto en zonas remotas.
O el Puerto de Valencia, que ha mejorado la seguridad de sus trabajadores utilizando una red LTE-M con la que medir en tiempo real determinadas constantes biométricas de los operarios, identificando y previniendo problemas de salud. Los casos de uso de blockchain en logística (Kouvola y Maersk) o la mejora de la intralogística de Amazon ocupan también un lugar destacado en el informe ‘Industria 4.0 26 buenas prácticas en grandes empresas nacionales e internacionales’ elaborado por Orange.
Imágenes | Unsplash/chuttersnap, Elevate, Liam Charmer, Pexels/Anamul Rezwan, Pxhere