Fintech: ¿aliadas o rivales de la banca tradicional?

Grandes Empresas

El sector español de las fintech va viento en popa. A los números hay que remitirse. En este momento hay operando en España más de 300 compañías de servicios digitales financieros, según el recuento de Rodrigo García, CEO de la consultora Finnovating y presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI).

El avance ha sido grande en los últimos tiempos, puesto que en 2016 sólo se contabilizaban 70. No hay semana en que no se cree una empresa nueva, según el Foro Fintech. Este sector, que es una avanzadilla y que, a pesar de todo está en su infancia por la juventud de sus protagonistas, emplea a unos 5.000 profesionales, que podrían ser el doble en el plazo de un año.

Un informe de KPMG y Funcas arroja más luz sobre este grupo de empresas, que no suelen pasar de los 10 años de antigüedad, que por término medio no emplean a más de 20 personas y que están a medio camino entre la tecnología y las finanzas. Así, algo más de la mitad no van directamente al usuario final, sino que prestan servicios a empresas. Además, el 76% cobra por sus servicios, mientras que un 21% no lo hace y sólo un 3% ofrece un servicio freemium.

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Otro dato que muestra que, a pesar de ser un sector en expansión, todavía está por asentarse es que sólo el 26% de las fintech españolas es ya rentable y ha llegado al break-even. Por sectores de actividad, las fintech se centran fundamentalmente en la concesión de préstamos (un 28% lo hace), mientras que los pagos y la inversión son las otras dos actividades más recurrentes (ver cuadro adjunto).

Fintech y bancos, más amigos que enemigos

Hace unos años, cuando la primera oleada de fintech empezó a llegar a oídos del mundo financiero y, sobre todo, de la opinión pública, no fueron pocos los que vieron a estas startups a medio camino entre la informática, Internet y las finanzas como una amenaza importante para los bancos tradicionales, infinitamente más reconocidos y implantados, pero más lentos a la hora de atender las nuevas demandas de los usuarios online.

Sin embargo, el paso del tiempo ha demostrado que las cosas van a ser diferentes y tanto fintech y bancos tradicionales van a unirse y aprovechar lo mejor de cada uno, en lugar de luchar entre ellos.

Un informe de cobertura mundial de PriceWaterhouseCoopers del año pasado así lo ponía de manifiesto. Elaborado a partir de más de 1.300 entrevistas, desvelaba que el 45% de las entidades financieras tradicionales ya tiene acuerdos con fintech, mientras que un 82% adelantaba que iba a aumentar estas alianzas en los próximos años.

Según ese informe, los bancos consideran que las startups del mundo financiero les pueden hacer daño en ámbitos como los medios de pago, las transferencias de fondos, la financiación personal y la concesión de créditos personales.
[hde_summary]La banca tradicional gana con las startups en agilidad y tiempos de respuesta. Su time-to-market es mucho más bajo. Igual ocurre con la integración, uso y puesta a disposición de nuevas tecnologías como blockchain, chatbots o inteligencia artificial[/hde_summary]​
Sin embargo, los grandes bancos están venciendo ese miedo y se han volcado en los últimos tiempos a establecer plataformas de aceleración de proyectos e incubadoras, o han conformado fondos de inversión para introducir la innovación sin romper con el pasado. Es el caso del BBVA, que invierte en estas startups a través de la firma de capital riesgo Propel Venture Partners (Propel), que gestiona recursos por valor de de 250 millones de dólares.

Las fintech aportan agilidad y acortan tiempos de respuesta

Uno de los últimos movimientos de este fondo fue la inversión de 18 millones de euros en el banco móvil brasileño Neon, fundado en 2016, y que ya cuenta con 600.000 clientes en aquel país. También recientemente inyectó casi 100 millones de euros el BBVA en el banco móvil Atom, con sede en el Reino Unido. Son sólo dos ejemplos de inversión del banco que preside Francisco González, que también ha puesto recursos en Hixme (contratación de seguros médicos), Taulia (gestión de pagos a proveedores desde la nube) o Coinbase (plataforma para transacciones con bitcoins), entre otras.

Los grandes bancos y las fintech están condenados a entenderse, y, además, tienen a su favor que parten de negocios y características complementarias en muchos casos. Rodrigo García asegura que la banca tradicional gana con las startups en agilidad y tiempos de respuesta. “El time-to-market de las startups es mucho más bajo. Igual ocurre con la integración, uso y puesta a disposición de nuevas tecnologías como blockchain, chatbots o inteligencia artificial”, asegura.

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Marta Plana, presidenta de Foro Fintech y consejera general de Digital Origin, que en España comercializa productos como QueBueno.es (micropréstamos online) y PagaMasTarde.com (sistema de financiación al consumo inmediato), coincide en que las fintech no sólo son “tecnología”. “También son agilidad en la gestión, uso intensivo de Big Data, experiencia de cliente, innovación constante y reducción de costes con respecto a alternativas más tradicionales. En definitiva, se trata de un nuevo modelo de servicio financiero mucho más colaborativo y transparente. Es un cambio en el ADN de las empresas financieras”.

En cualquier caso, a las fintech les viene como anillo al dedo aliarse a una marca financiera centenaria, toda vez que pueden acceder a un mayor número de clientes a través de extensas redes de oficinas y porque ganan en aspectos como el reconocimiento de marca, la reputación o la solvencia. Fuentes del BBVA consultadas recuerdan que las startups ganan “conocimiento, relaciones, oportunidades y contactos”.

[hde_summary]La mayoría de las fintech encuestadas ve a la banca más como un colaborador que como un competidor, un aliado que les puede aportar “marca de confianza, recursos, capacidad de inversión y la base de clientes que necesitan para prosperar”[/hde_summary]​

Rodrigo García recalca que los bancos permiten a las startups probar su producto en muchos más clientes gracias la cobertura de su red de distribución. “Cada vez hay más casos de colaboración, y esto queda demostrado en el hecho de que más bancos están comprando fintech, como el caso reciente de Allfunds, del Santander, con Finametrix, o los casos de la aseguradora Caser con Finizens, que permite contratar fondos de inversión de bajo coste a través del móvil, o de EvoBanco con Housers, firma de crowdlending aplicado al sector inmobiliario. Además, hay un sinfín de startups colaborando colaborando en áreas de back-office (procesos internos), y no tanto de front-office”, explica el CEO de Finnovating y presidente de AEFI.

La verdadera amenaza está en Silicon Valley

Pero más allá de las fintech, lo que sí parece claro y asumido por los analistas es que la gran competencia para los bancos va a estar en los próximos años en los gigantes tecnológicos de Internet. Los llamados “dragones digitales”.

En el último informe del observatorio de KPMG y Funcas sobre las fintech en España, se recoge un dato revelador: el 75% de las fintech encuestadas ve a la banca más como un colaborador que como un competidor, un aliado que les puede aportar “marca de confianza, recursos, capacidad de inversión y la base de clientes que necesitan para prosperar”.

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Por el contrario, los autores de ese mismo informe señalan que la verdadera bestia negra negra para startups financieras y entidades de toda la vida son los llamados GAFAs, una siglas que remite a Google, Apple, Facebook y Amazon, y también los BATs, sigla que engloba a las empresas chinas Baidu, Alibaba y Tencent. Hay que recordar que Alibaba ya financia a sus proveedores y que Ant Financial, la plataforma de pago del gigante chino del e-commerce, está considerada como la mayor fintech del mundo.

Esta amenaza a los grandes proveedores de servicios de Internet, los llamados ‘over the top’ u OTT, que están cambiando las reglas del juego en tantos sectores también puede cambiar de raíz en poco años el statu quo de un negocio centenario como el financiero. Y los grandes bancos los saben.

En este sentido, Francisco González, que lleva dos décadas como presidente del BBVA, el segundo mayor banco español por capitalización bursátil, ha expresado en muchas ocasiones que hoy en el mercado demasiadas entidades y que los bancos dejarán de tener el papel actual para pasar a ser plataformas tipo de marketplace que ofrezcan los mejores servicios financieros, pero también no financieros. Y que tarde o temprano, la banca tendrá que vérselas con los chicos de Silicon Valley.

En este contexto, fuentes del BBVA señalan que para competir con gigantes como Amazon o Google los bancos deberán ser tan ágiles como ellos y que tendrán que abordar una transformación digital en todos los sentidos. Un informe de Bain & Company, una de las principales firmas de consultoría estratégica del mundo, y que lleva por título ‘Banking´s Amazon moment’ intenta adelantar el futuro que nos espera.

Para ese trabajo se entrevistaron a más de 133.000 clientes de banca de 22 países, y en la mayoría de los territorios al menos la mitad de los encuestados afirmó estar dispuesto a comprar un producto financiero de una empresa tecnológica, y Amazon estaba en el primer puesto de confianza de los consumidores, seguida de Apple y Google. En España, el 60% de los clientes también dijo que haría operaciones bancarias con una empresa tecnológica, y entre los jóvenes, este porcentaje subió al 73%.

Las fintech pueden tener productos innovadores y hasta cierto punto disruptores. Sin embargo, no tienen una marca reconocida y un modelo de distribución que atraiga a muchos clientes, como sí ocurre con Amazon o Apple, con cientos de millones de clientes que depositan en estas firmas una confianza casi infinita.

Amazon tendrá más clientes que el tercer banco de EEUU

Bain & Company señala que con muy poca inversión y estableciendo alianzas con una entidad financiera cualquiera, Amazon podría atender las necesidades de crédito de los clientes más jóvenes, los que tienen menos recursos para invertir y son los olvidados de las bancos por la escasa rentabilidad que dan. Amazon conoce muchas de las necesidades de sus clientes gracias a su actividad en la tienda online, y por eso no le costaría mucho ofrecerle a éstos hipotecas, seguros de hogar o de vida o préstamos para comprarse un coche.

La previsión es que Amazon lleve sus servicios financieros a más de 70 millones de clientes en cinco años, lo que lo convertirían en el tercer banco de Estados Unidos, con más cuentas asociadas que Wells Fargo. Además, hay que recordar que Amazon tiene las destrezas digitales que se requerirán también en el sector financiero. Por todo esto, la preocupación que despiertan los llamados GAFAs en los viejos banqueros va camino de convertirse en una obsesión y una pesadilla. Y las fintech pueden ayudarles a ponerse al día y superar el bache.

En todo caso, Marta Plana, de Digital Origin, pone un punto de escepticismo. Plana reconoce que los gigantes de Internet van a tener “un impacto enorme en el futuro del sector financiero”, pero advierte de que habrá que esperar a ver si entran a operar en entornos muy regulados o se limitan a operar en aquellos que no lo estén tanto.

Imágenes / iStock

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