La transformación digital de las grandes empresas tiene muchas caras. Pero todas se construyen sobre una única base: la conectividad.
De los objetos conectados se recogen grandes volúmenes datos que permiten tomar mejores decisiones y alimentar el desarrollo de la inteligencia artificial. La conectividad permite a su vez transmitir toda esta inteligencia a los objetos, avanzando en la automatización y en la implementación de la industria 4.0 y permitiendo que humanos y máquinas trabajen de forma cada vez más estrecha.
De hecho, Internet de las Cosas (IoT) está encontrando un verdadero aliado en la industria, aunque su desarrollo varía mucho entre sectores. Pero, ¿en qué consiste exactamente el llamado Internet de las Cosas Industrial (IIoT)? ¿Y qué están logrando las empresas que apuestan por la tecnología IIoT?
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Del IoT al IIoT
Hablar de Internet de las Cosas es hablar de un universo casi inabarcable. Cada vez más objetos pueden conectarse a la Red, sirviendo de enlace entre el mundo físico y el digital. Primero fueron los wearables o los sensores más básicos (como los de temperatura), pero hoy ya se conectan a la red global desde farolas hasta maquinaria industrial, pasando por todo tipo de vehículos e infraestructuras.
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Además, tal como señala el último informe del ‘Foro de la Empresa del Mañana’, elaborado por Orange y Samsung, empieza ya a hablarse de un «Internet of Everything» en el cual se engloban las comunicaciones entre personas (P2P), entre personas y máquinas (P2M) y entre máquinas (M2M). Es en estos últimos dos puntos donde reside el verdadero potencial para la industria. Así, IIoT no sería más que un subconjunto de este internet of everything centrado en la industria en general y en la eficiencia de procesos y la mejora de la seguridad en particular.
Cada mes que pasa, 328 millones de nuevos dispositivos se conectan a internet. Y solo una de cada diez conexiones es entre humanos, según recoge el informe. De entre los diferentes mercados que se han generado alrededor de la conectividad de las cosas, el industrial es uno de los más prometedores. No en vano, se estima que, a principios de la próxima década, el mercado IIoT superará los 180.000 millones de euros en volumen.
[hde_summary]Mantenimiento predictivo, control inteligente de stocks, seguimiento de la mercancía a lo largo de la cadena de suministro, virtualización de las fábricas… Son algunas de las aplicaciones de Internet de las Cosas Industrial[/hde_summary]
La industria es uno de los grandes beneficiarios de la implantación de IoT. Casi todos los sectores están invirtiendo, a día de hoy, en dispositivos, infraestructuras de conectividad y software. En el contexto europeo en el que se sitúa España, cerca de la mitad de las grandes empresas han implementado ya soluciones IIoT y un 42% de estas organizaciones invierte más de un millón de euros al año en ellas.
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A pesar de los objetivos y los beneficios evidentes, cerca de una de cada tres empresas considera que los costes iniciales de la tecnología IIoT son todavía elevados; una de cada cuatro esta preocupada con la seguridad; y el 17% considera que entraña riesgos para la privacidad.
Mantenimiento predictivo, control inteligente de stocks, seguimiento de la mercancía a lo largo de la cadena de suministro, virtualización de las fábricas… De las aplicaciones de IIoT y de las tecnologías de la industria 4.0 ya hemos hablado antes. Ahora toca alejarse de los grandes números y aterrizar en la realidad IIoT.
Orange, Redexis y la transformación de la industria del gas
El Grupo Redexis es una de las principales empresas del sector del gas natural y el gas licuado del petróleo en España. En 2018, estaba presente en 27 provincias operando 1.643 kilómetros de la red de transporte de gas y 8.855 kilómetros de la red de distribución. Además, gestiona más de 3.000 depósitos de gas en medio millar de municipios. En definitiva, muchos puntos de riesgo en los que la monitorización y la gestión inteligente son clave para minimizar las exposiciones.
La compañía encargó a Orange la renovación de su parque de telemedida mediante el despliegue de tecnología IoT basada en el estándar móvil LTE-M. A través de este proyecto, se desarrollará una capa tecnológica en la gestión de la red de gas licuado del petróleo dotando de nuevos sensores a los más de 3.000 depósitos de GLP de Redexis e integrando los nuevos equipos en una plataforma que interactúa con los sistemas propios de la compañía.
[hde_summary]Orange ha desarrollado para Redexis una tecnología de comunicaciones IoT que le permita operar con mayor eficiencia sus instalaciones de GLP. El objetivo es reforzar la seguridad de la red, mejorar la operatividad de campo, establecer un sistema de alerta temprana de posibles incidencias y anticipar la demanda de gas[/hde_summary]
El objetivo final es reforzar la seguridad de la red, mejorar la operatividad de campo, establecer un sistema de alerta temprana de posibles incidencias y anticipar la demanda de gas. Es decir, incrementará la calidad y la seguridad del servicio.
“Con este acuerdo, Redexis apuesta por desarrollar una tecnología de comunicaciones IoT que le permita operar con mayor eficiencia sus instalaciones de GLP, aumentando la monitorización sobre ellas y, por tanto, el control de las mismas”, señalaba, en la presentación del acuerdo, Mercedes Barreiro, Directora de Recursos Corporativos de Redexis.
Ejemplos de fábricas inteligentes y predictivas
Las soluciones IoT para la industria de los distintos proveedores de grandes empresas tienen como objetivo sacar el máximo partido a los datos obtenidos de las fábricas conectadas; fábricas digitales que están creciendo alrededor del análisis predictivo y el aprendizaje automático; fábricas que se anticipan a los fallos, incrementan su rendimiento y reducen los tiempos.
Airbus y Boing son dos de los nombres de grandes compañías que salen a la palestra cuando se habla de IoT industrial. Con los millones de piezas que hay que ensamblar y la infinidad de procesos a seguir, construir aviones comerciales no es una tarea fácil. La eficiencia de su producción pasa, sin duda, por su automatización. Los hangares de estas firmas se han llenado de robots: unos perforan huecos, otros cortan, otros remachan, otros se centran en unir las distintas piezas, por ejemplo, del fuselaje… Asimismo, el número de sensores conectados que integran sus aviones se ha multiplicado exponencialmente, y sus empleados cuentan con la tecnología portátil más avanzada (gafas inteligentes incluidas) para reducir el número de errores, al tiempo que se refuerza su seguridad.
Otro ejemplo nos traslada hasta Florida, sede de la empresa suministradora de soluciones Jabil, que no solo aplica sus desarrollos tecnológicos a terceros, sino que también lo hace de forma interna. Uno de sus casos de éxito más sonados es el de la implementación de IoT para acelerar el despliegue de la fabricación aditiva (impresión 3D) en una de sus propias fábricas en Estados Unidos.
Jabil se enfrentaba a los desafíos de producir soluciones específicas de baja o media demanda manteniendo el time-to-market (el tiempo necesario desde la concepción de un producto hasta su lanzamiento) en niveles bajos. Gracias a la maquinaria conectada, el análisis de datos y la implantación de impresión 3D, la fábrica logró reducir los tiempos de producción de soluciones personalizadas en un 80%. Y consiguió rebajar el precio final del producto en un 30%.
En definitiva, la tecnología IIoT se está traduciendo en una mejora operativa y de la eficiencia de la industria. Permite reducir tiempos de fabricación y costes, a la vez que contribuye a predecir fallos en los procesos y anticipar el mantenimiento de la maquinaria. De esta manera, se ha convertido en una herramienta para mantener la competitividad en mercados cada vez más globales.
Imágenes | Unsplash/Christopher Burns, Anna Jiménez Calaf, Redexis