SD-WAN, la red del futuro que mejora la conectividad de las Grandes Empresas

Grandes Empresas

Hoy en día la digitalización de los procesos de negocio se ha vuelto clave en cualquier compañía y las empresas apuestan cada vez más por gestionar sus aplicaciones en la nube para que clientes y empleados accedan a ellas desde cualquier dispositivo y lugar.

En las grandes empresas uno de los mayores retos para conseguir esa digitalización consiste en crear una nueva red que conecte y comunique todas las sedes de una forma flexible, ágil y segura.

En este contexto aparece SD-WAN, una evolución de las redes tradicionales que supone un antes y un después en la respuesta a las necesidades de conexión en las grandes empresas, donde ya no son tan relevantes factores hasta ahora tan decisivos como la ubicación de las aplicaciones (estén en un data center o en la nube), la configuración de las nuevas sedes en el despliegue o las actualizaciones sobre las ya existentes.

Para poner en perspectiva la importancia de estas redes de conectividad de nueva generación es interesante hacer un breve repaso sobre cómo han evolucionado hasta nuestros días.

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Hacia una red inteligente y sin barreras

Las primeras redes de área local o LAN (Local Area Network) nacieron en los años setenta y servían para conectar varios dispositivos a una misma red, aunque tenían limitaciones geográficas, pues todos los recursos compartidos a conectar (ordenadores, impresoras) debían estar en un mismo edificio. La capacidad de las redes LAN enseguida se evidenció como insuficiente para cubrir la demanda de tráfico de datos de las empresas, especialmente aquellas que necesitaban operar más allá de las paredes de sus oficinas.

Así llegaron las redes WAN (Wide Area Network). En 1993 se conectaron por primera vez dos ordenadores de California a Massachussets (Estados Unidos). Se ampliaba así el alcance de la red que podía llegar a cubrir todo un país e incluso un continente. Llegaba la comunicación a larga distancia por cable y fibra óptica.

En esta evolución, otro paso importante dentro de las redes WAN lo marcaron las VPN (Virtual Private Network), añadiendo seguridad como si se tratara de una red local pero con la posibilidad de la comunicación a larga distancia. Las redes privadas virtuales nacieron para ofrecer mucha más seguridad a los usuarios y evitar que la información y los datos críticos quedaran desprotegidos.

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Sin embargo, las necesidades actuales de conectividad encuentran en la red WAN una serie de limitaciones para empresas cada vez más digitales. Una tendencia ya muy habitual es trabajar con aplicaciones en la nube, en cualquiera de sus modalidades, Software como Servicio (SaaS) e Infraestructura como Servicio (IaaS), todo un reto a la hora de proporcionar una experiencia satisfactoria para los usuarios que acceden a aplicaciones empresariales críticas que, en algunos casos, necesitan de un mayor ancho de banda.

En algunos casos, el incremento de ancho de banda se satisface combinando accesos privados (MPLS) con accesos Internet (accesos híbridos), pero esto implica tener que gestionar el tráfico manualmente para aprovecharlos bien. Además, exponer una empresa a internet puede introducir problemas de amenazas y de seguridad que antes no se producían si se trabajaba en una red privada o si el acceso a internet estaba centralizado únicamente en el centro de datos.

Toda esta complejidad que se va añadiendo a la red supone un aumento en los plazos y, por lo tanto, también en los costes, ya sea para desplegar nuevas sedes o para aplicar cambios y actualizaciones en la red existente.

Configuración centralizada de la red con SD-WAN

La llegada de la nube está cambiando la forma de desarrollar negocios, además de mejorar la experiencia de los usuarios finales. Cada vez se almacenan y se procesan más datos, proliferan las herramientas online y se requiere mayor agilidad, seguridad y escalabilidad. El desafío cloud sigue creciendo y las redes SD-WAN son la mejor solución de conectividad para responder al reto en las grandes empresas. SD-WAN de Orange es la solución de conectividad inteligente incluida en el porfolio de productos de Grandes Empresas.

¿Pero en qué consiste una red SD-WAN? Nos lo explica Fernando Conde, Product Manager de SD-WAN de Orange Grandes Empresas: “SD-WAN permite crear una capa de red añadida, complementaria e independiente a los medios de transporte que tienen nuestros clientes (MPLS, Internet, 4G) y cuya configuración se realiza de forma centralizada en componentes software”.

Como decíamos, se trata de una solución de conectividad inteligente que hace posible un diseño personalizado de la red en función de las necesidades de cada empresa y se apoya en la innovadora arquitectura SDN (Software Defined Network), que hace posible un control centralizado y planificado de todos los elementos que integran la red.

En comparación con las soluciones de redes tradicionales, que se basan en datos integrados, control y planos de gestión en cada una de las plataformas, SDN separa el plano de datos del de control y gestión, permitiendo la centralización de la configuración sobre la red. Además, está basada sobre estándares abiertos y es independiente de los accesos o medios de transporte, por lo que se simplifica el diseño de la red y su operación, debido a que las instrucciones son proporcionadas por controladores SDN que aceptan cualquier tipo y proveedor de estos accesos.

Las redes que incorporan la tecnología SD-WAN optimizan la conectividad de diferentes formas. La configuración es centralizada: no es necesario configurar cada router, sino que esta se efectúa una sola vez y el procedimiento se replica automáticamente a todos los elementos. Además, se crean mecanismos de monitorización que permiten conocer, en cada momento, el estado de la red independientemente del tipo de acceso.

¿Por qué SD-WAN?

Fernando Conde es muy claro al hablar de las ventajas que SD-WAN aporta a una empresa. Destaca la simplicidad de la red, tanto en el despliegue de medios como en la operación de la misma, la optimización de las infraestructuras gracias a la gestión dinámica del tráfico y la visibilidad de la red que permite a las empresas acceder a la información de su estado y su utilización, incluso a nivel de aplicaciones. Fernando señala también los beneficios que SD-WAN aporta al cliente en términos de experiencia de usuario, gracias a los mecanismos de optimización de tráfico para acceder a las aplicaciones.

SD-WAN de Orange

En este escenario, la solución SD-WAN de Orange ofrece interesantes ventajas competitivas. Por un lado, la tecnología es compatible tanto con accesos de red propia como de terceros, ofreciendo visibilidad completa, independientemente del proveedor que lo suministra. Además, se trata de una tecnología robusta y madura, probada en sus laboratorios y homologada para garantizar la calidad de los despliegues y su buen funcionamiento. Finalmente, para aquellas empresas que ya operan bajo la propia red de Orange, se hace posible una gestión integral de todo el servicio del cliente, que evita el trámite de contactar con intermediarios u otros proveedores.

SD-WAN de Orange nace con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de conectividad que demandan las grandes empresas:

Con todo esto, ¿qué podemos esperar en el futuro de las redes de conectividad para empresas? Fernando Conde da las claves: “Las redes necesitan ser más sencillas de desplegar y gestionar para adaptarse de forma ágil y flexible al negocio. Para ello, el objetivo será reducir el hardware y poder extraer tanto las funcionalidades como la inteligencia a elementos centralizados, que estarán gestionados por software de forma automática”. Es decir, incrementar las funcionalidades sin hacer más compleja la red.

SD-WAN de Orange ya permite esta simplificación de la red, y de forma adicional, en el caso de que Orange proporcione el servicio SD-WAN sobre accesos de Orange, el cliente reduce carga de gestión de infraestructuras y proveedores.

Imágenes | Orange, Sasha Lebedeva/Unsplash

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