Smart grid, la red eléctrica se vuelve inteligente

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Entre los muchos avances que permiten que una ciudad reciba el calificativo de inteligente, uno de los más importantes y desconocidos viene asociado con las smart grids. Y es que las redes de electricidad inteligentes son críticas para la transición hacia una energía más limpia, al mismo tiempo que dan respuesta a parte de las necesidades energéticas del siglo XXI. [hde_related]

Las smart grids son la particular transformación digital de las redes eléctricas. “La red que distribuye la electricidad a los consumidores ha estado en permanente evolución. Ahora, sin embargo, se enfrenta a retos más ambiciosos: afrontar los objetivos energéticos que se plantean desde Europa, mejorar la eficiencia energética, incorporar las energías renovables y responder a los desafíos medioambientales, involucrando también a los ciudadanos”, explican desde Endesa.

Pero, ¿qué son exactamente las smart grids?

Modernizando una infraestructura básica 

La red eléctrica está formada por líneas de transmisión, subestaciones, transformadores y otros elementos que suministran electricidad desde la planta de energía a los hogares y negocios.

Aunque la red actual se construyó hace muchas décadas, se ha ido mejorando a medida que la tecnología avanzaba. Este proceso de actualización y modernización resulta crucial a la hora de automatizar y gestionar la creciente complejidad y las necesidades de electricidad del siglo XXI.

La tecnología digital vuelve a ser la protagonista, ya que permite la comunicación bidireccional entre la empresa de servicios públicos y sus clientes. Al igual que Internet, la red inteligente o smart grid engloba controles, ordenadores, automatización, nuevas tecnologías y equipos que trabajarán en conjunto. Pero, en este caso, estas tecnologías funcionarán con la red eléctrica para responder digitalmente a una demanda eléctrica que cambia rápidamente.

Como explican desde Endesa, “el desarrollo de una smart grid requiere armonizar el mundo eléctrico y el de las comunicaciones y los sistemas de información. Estos sistemas y las telecomunicaciones deben facilitar, con seguridad y eficiencia, la integración entre todos los elementos que forman parte de la red inteligente: telegestión, gestión activa de la demanda, generación distribuida, gestión automatizada de la red y desarrollo de la movilidad eléctrica”.

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Para Iberdrola, la red inteligente de distribución de energía se apoya en los avances tecnológicos combinando tres elementos: los equipos eléctricos tradicionales, los contadores electrónicos y los sistemas de información y telecomunicaciones que permiten recibir la información a distancia.

[hde_summary]​La adaptación a una red inteligente facilita monitorizar y actuar a distancia y de forma instantánea y automática, permitiendo adelantarse a posibles incidencias, gestionar más rápidamente las que se produzcan y mejorar la calidad del servicio a los clientes[/hde_summary]

“La adaptación a una red inteligente permite monitorizar y actuar a distancia y de forma instantánea y automática sobre la red eléctrica y, gracias a ello, adelantarse a posibles incidencias, gestionar más rápidamente las que se produzcan y mejorar la calidad del servicio a los clientes. De igual manera, la valiosa información proporcionada por los contadores inteligentes favorece, por un lado, a las necesidades de los consumidores respecto a todo lo relacionado a su punto de suministro, para que pueda tomar decisiones a partir de su información detallada”, explican desde la eléctrica española.

Por qué es importante que la red sea inteligente

Las smart grids representan una oportunidad sin precedentes para que la industria de la energía sea más confiable y tenga mejores ratios de disponibilidad. Además, también se ganará en eficiencia, lo que contribuirá a mejorar la salud económica y ambiental. Los beneficios asociados con la red (según el gobierno de Estados Unidos) inteligente incluyen:

Todas estas ventajas son claves, por ejemplo, para que el despliegue del Internet de las Cosas sea efectivo. Pensemos  que todos los objetos estarán conectados a dos tipos de redes inteligentes: las de datos y las eléctricas. Si cualquiera de las dos se cae, el Internet de las Cosas deja de funcionar.

Las smart grids tienen tecnologías mejoradas de seguimiento, control y automatización. Algo que puede ayudar a habilitar nuevos modelos de negocios (como termostatos inteligentes o la generación de nuevos sistemas de energía), pero que también conlleva que los beneficios se puedan disfrutar en toda la red y sus usuarios: una reducción de las interrupciones en el servicio, la mejora de los tiempos de respuesta cuando estos se producen, el aplazamiento de la inversión en las redes o la integración de los recursos energéticos distribuidos son algunas de estas ventajas.

¿Adiós a los apagones?

Pensemos, por ejemplo, en una interrupción de la electricidad (un apagón).  Este suceso puede tener un efecto dominó con una serie de fallos que pueden afectar la banca, las comunicaciones, el tráfico y la seguridad. Incluso a los usuarios particulares.

[hde_summary]​Si se produce una incidencia, las tecnologías de smart grid detectarán y aislarán los fallos, conteniéndolos antes de que se conviertan en apagones a gran escala. También garantizarán que la recuperación de electricidad se reanude rápida y estratégicamente[/hde_summary]

Si se produce una incidencia, las tecnologías de smart grid detectarán y aislarán los fallos, conteniéndolos antes de que se conviertan en apagones a gran escala. Las nuevas tecnologías también ayudarán a garantizar que la recuperación de electricidad se reanude rápida y estratégicamente (enviando la electricidad a los servicios de emergencia primero, atendiendo a aquellos puntos del Internet de las Cosas más fundamentales). Debido a su capacidad interactiva bidireccional, las smart grids permitirán el reencaminamiento automático cuando un equipo falle o se produzcan interrupciones. Esto minimizará los cortes en el servicio y minimizará los efectos cuando ocurran.

Además, estas redes eléctricas de nueva generación aprovecharán mejor los generadores de energía que son propiedad del cliente para producir energía cuando no esté disponible en las empresas de servicios públicos. Al combinar estos recursos de «generación distribuida», una comunidad podría mantener a su centro de salud, departamento de policía, semáforos, sistema telefónico y tienda de ultramarinos en funcionamiento durante las emergencias.

La red inteligente en cifras

Al contar con millones de piezas y componentes, llevará algo de tiempo que todas las tecnologías encajen. De acuerdo con un informe de FutuRed, plataforma tecnológica española de redes eléctricas, el desarrollo de redes inteligentes en España requerirá una inversión de 10.200 millones de euros en la década 2012-2022.

Eso sí, los beneficios que se espera que generen multiplican entre 2 y 3,5 veces la inversión. FutuRed considera que el despliegue de redes inteligentes apoyará el crecimiento sostenible de la economía y promoverá el liderazgo mundial del sector tecnológico español, ya que facilita la integración de nuevas aplicaciones en el sistema eléctrico y mejora la eficiencia general del sistema.

Finalmente, estas redes inteligentes están generando entre 40.000 y 50.000 puestos de trabajo en España, de los cuales se prevé que 20.000 estarán directamente relacionados con el sector y entre 20.000 y 30.000 indirectamente. 

Aunque la inversión pueda parecer elevada, el potencial detrás de las smart grids está impulsando su desarrollo. Las grandes eléctricas no dudan en dotar de inteligencia a su red, de manera que puedan ofrecer un mejor servicio, transparente para el usuario y 24x7x365 disponible.

Imágenes: iStock

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