Los emprendedores, habitualmente, piensan en su nueva tienda como algo que empieza y que debe tener un largo recorrido. Pero actualmente existe una alternativa que funciona en Estados Unidos desde hace décadas y que si se plantea bien puede ser una buena oportunidad para emprender y obtener un rápido retorno de la inversión: las «pop-up store»
¿Qué es una “pop-up store”?
Es un concepto de negocio que proviene del siglo XIX y que funciona en varias modalidades en países como Estados Unidos, Canadá o Australia y que consiste en la apertura de comercios o de restauración temporales, basados en aspectos como la estacionalidad de los productos, las tendencias de mercado efímeras o las oportunidades de negocio puntuales.
Por qué es una oportunidad de negocio
Está claro que esta forma de hacer negocios e invertir lleva aparejado consigo una oportunidad de negocio, principalmente sustentada en:
- Obtener altas rentabilidades en un corto periodo de tiempo
- Ser una forma de emprender o invertir poco explorada en España
- Puede tener un riesgo económico controlado para el promotor
El origen de la oportunidad puede ser muy diverso, ya que pueden existir oportunidades relacionadas con el producto, como pueda ser una juguetería que la abre durante una determinada campaña para eliminar stock; o con un determinado producto que se pone de moda en un momento dado, como los cigarrillos electrónicos o los drones.
También puede valorarse la oportunidad por el tipo de cliente o la estacionalidad, en base a la segmentación que se haga de los clientes y de sus comportamientos o hábitos de consumo. Un ejemplo son las tiendas de calzado veraniego, que simplemente abren durante dos meses en una localidad frecuentada por turistas que quintuplican su población en el periodo vacacional.
Otra oportunidad está relacionada con la imagen de marca, como por ejemplo esas tiendas que abren tres días y en las que un diseñador de moda comercializa sus prendas; o aquellos establecimientos en los que un restaurador cocina durante quince días platos exclusivos.
Errores que no debes cometer al montar un “pop-up store”
Por las características de estos tipos de negocios, es habitual que el promotor de la idea cometa errores, al no estar habituado a poner en marcha estas tiendas temporales, siendo común que el emprendedor cometa los siguientes fallos:
- No es recomendable intentar hacer las cosas como si fuera un comercio de carácter permanente, porque no lo es. Por tanto, aspectos de la puesta en marcha y de la gestión que funcionan habitualmente en una empresa normal aquí puede ser que no te funcionen.
- No medir la inversión justa, tratando de mantener un equilibrio entre la cantidad de dinero invertido y la calidad que se quiera obtener, ya que puedes quedarte corto y que la imagen y experiencia que transmitas no sea la adecuada o pasarte y cargarte de un plumazo la posible rentabilidad que pretendes obtener.
- No tener claro el momento en el que abrir y, sobre todo, el momento en el que cerrar, porque el negocio puede haber ido muy bien, pero si no cumplimos con la fecha de salida del mismo, puedes dilapidar todos los beneficios obtenidos y destrozar la operación.
- La elección del sitio. Ya sea en un local, un espacio en la calle, un ‘córner’ en un centro comercial… Si no se encuentra la ubicación perfecta, no merecerá la pena montarlo. En este sentido, es habitual cometer errores tales como:
- Pagar más alquiler del aconsejable
- Elegir un local que no esté listo y requiera de más reformas de la deseadas
- Un lugar donde no pase el público objetivo deseado
- No encontrar un propietario abierto a este tipo de negocios temporales
- No acertar con el marketing, ya que es un negocio con unas necesidades de difusión especiales, al manejar el factor sorpresa y depender de llamar la atención del cliente. No tener un presupuesto para marketing adecuado y ser lo suficientemente ágil para hacerlo en el momento preciso puede hacer fracasar todo tu proyecto.
- No saberte manejar en los trámites administrativos y de acondicionamiento para la apertura de un local, ya que la administraciones no están del todo preparadas y sensibilizadas con este tipo de negocios.
Javier Navarro