Desde niños nos han hablado de las virtudes de la creatividad. En el ámbito de las empresas, la necesidad de ser creativos también existe. Creatividad en los negocios significa, en primer lugar, saber adaptarse a las necesidades de cada momento, encajando en las líneas de pensamiento que no paran de evolucionar. Además, supone una manera esencial de acercarse al consumidor, pues, en un mundo tan competitivo, es un instrumento formidable para destacar por encima de otros competidores.
Las ventajas de ser creativo
Una empresa que apueste por la creatividad obtendrá muchas ventajas:
–Mejora la productividad y eficiencia: Se optimizan los recursos de los trabajadores a la hora de propiciar y pensar en nuevos procesos y se abre el abanico de posibles soluciones a una duda o problema.
–Innovación: Creatividad e innovación van de la mano. Para las empresas es fundamental mantener un grado de innovación alto, por lo que ser creativos les ayudará en ese objetivo.
–Competitividad: Una de las claves de ser creativos es aumentar la capacidad competitiva de las empresas. Supone la asunción de nuevas ideas y recursos que ayudarán también en su longevidad.
–Factor humano: Cuando hablamos de compañías, nunca podemos olvidar a las personas. Ellos son los individuos con piel que se encuentran detrás de los números. La creatividad es un proceso estimulante y lleno de gratificaciones que aumentará su motivación.
¿Quieres ser creativo? Atiende a estas claves
Adoptar dinámicas creativas en tu empresa es muy sencillo. Echa un ojo a estos consejos:
–Entorno: Es aconsejable que el espacio de trabajo tenga colores luminosos y que nos rodeen fotografías o imágenes sobre la naturaleza, un canalizador óptimo.
–Conocer al otro: Relacionarnos con nuestros compañeros a un nivel más personal conseguirá que nos sintamos relajados y la creatividad surja de forma más libre.
–Confianza: Hemos de creer en nuestras propias ideas. Lo contrario favorece el bloqueo mental.
–Cuidado con juzgar: Para crear esa confianza, es esencial que nos apliquemos esta norma, de cara al trabajo de los demás. Cuando alguien propone una idea nueva, es más útil buscar el lado positivo que atacar los puntos débiles.
–Leer, pensar, recopilar: Es importante encontrar tiempo para documentarnos sobre la temática que vamos a tratar. Leer nos ayudará a pensar con más cierto. Guardar notas, fotos, artículos… puede ser práctico en un proceso creativo futuro.
–Reflexión y análisis: Buscar todos los factores del problema, cuestionar nuestras propias suposiciones, no aferrarse a una idea que vemos que no es la solución… Trabajar con una mente abierta y con ganas de afrontar soluciones de forma positiva es clave.
Algunos ejercicios
Si aún no sabes cómo dar rienda suelta a tu creatividad para mejorar los procesos de tu empresa, te presentamos una serie de ejercicios que puedes poner en práctica.
–Storyboarding: Consiste en escribir nuestras ideas, aunque sean conceptos sueltos y deslavazados en post-its. Después, en una reunión de trabajo con otros compañeros, trataremos de unirlas y buscar nexos que completen la idea inicial.
–Combinaciones: Elegimos dos objetos o conceptos al azar y tratamos de unirlos. ¿Qué resultaría de esa fusión? ¿Para qué serviría ese objeto y cómo podría funcionar?
–Brain-writing: Este ejercicio se trabaja en grupo. Una persona escribe una idea en un papel. Puede ser un esbozo, no tiene por qué estar muy desarrollada. Ese papel va pasando por las manos de todos los que están en la reunión. Cada uno de ellos trata de completar esa idea aportando sus propias sugerencias.
–La lista: Queremos trabajar un tema concreto. Así, desarrollamos una lista de preguntas acerca de este tema, sus características, las dudas que nos presenta. Las preguntas se irán haciendo más complejas y nos ayudarán a ver el tema desde otras perspectivas.
–Suposiciones: Muchas veces nuestra creatividad se frena porque nos aferramos a ideas que damos por supuestas. ¿Qué pasaría si nos las cuestionáramos? Este ejercicio consiste en elegir un tema y escribir sobre él todas las ideas preconcebidas que tenemos. Ahora, una por una, las analizamos y cuestionamos.
–SCAMPER: El método Scamper funciona también a través de preguntas. Una lista muy concreta: Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Poner en otros usos, Eliminar, Reordenar. Aplicado a nuestro tema de debate, nos permitirá focalizar en él desde otro punto de vista.
–Mapas mentales: Ya os hablamos de las virtudes del visual thinking. Una de ellas es potenciar nuestra creatividad. A través de dibujos, imágenes y mapas mentales podemos trabajar nuestro tema de una forma distinta.
–Los seis sombreros: Los participantes en la reunión asumen seis roles diferentes: lógica, optimismo, negatividad, emoción, creatividad y dirección para discutir el problema a tratar.
Con todos estos ejercicios y técnicas, es fácil dejar que fluya nuestra creatividad. ¿Preparados para revolucionar nuestra forma de trabajo?
Noelia Martínez