Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que toda empresa tenía que tener merchandising, bolis y libretas personalizados. Después, el logo y la marca saltaron a Internet y a las redes sociales. Había que estar allí, aunque no supiésemos muy bien para qué. Hoy, toda marca que se precie tiene también que contar con una aplicación móvil propia o branded app. ¿Es útil? Sí, si sabemos cómo usarla.
El móvil no se baja del trono
Uno de los principales puntos fuertes de tener una app propia es contar con un vehículo personalizado en los smartphones de tu público objetivo. El móvil es el rey, el dispositivo más utilizado, la pantalla preferida. Y las aplicaciones son piezas centrales de este universo táctil y conectado.
De acuerdo con la web Statista, existen 2.320 millones de smartphones en el mundo. Entre las principales tiendas de aplicaciones, suman cerca de siete millones de apps, algunas de las cuales, como Pokemon Go, acumulan más de 500 millones de descargas.
Además, según Business of Apps, los usuarios móviles usan, de media, nueve aplicaciones distintas al día. En función del grupo de edad, gastamos entre 40 y 90 horas al mes en aplicaciones; y sí, los que más tiempo pasan son los usuarios más jóvenes. Entre los tipos de apps preferidas: redes sociales, música y vídeo.
Así que el universo de las apps es un universo en plena ebullición y muy diverso, un lugar en el que poder encontrar a cualquier tipo de audiencia. Es precisamente aquí donde está el poder de las apps. El engagement y la capacidad de fidelización están convenciendo a las marcas del poder de las aplicaciones móviles.
Branded app, qué tiene que tener
“El objetivo final de las branded apps es aumentar el engagement, esa conexión especial con el consumidor que le haga interactuar con las propuestas (no sólo de compraventa) que la empresa quiere ofrecerle. Así, también se trabaja la fidelización, pues el cliente, si encuentra esa app divertida, entretenida, informativa o todo ello a la vez, volverá a ella una y otra vez”, señalan desde la agencia Zenith Media.
Para conectar el productor con el consumidor y hacerle regresar a la marca, existen una serie de elementos clave que deben formar parte de la app.
- Integración de redes sociales. El usuario móvil y conectado es multicanal y multiplataforma. Así, las aplicaciones de marca deben estar conectadas con los perfiles sociales de la compañía. Para la agencia de marketing Advice Local, no solo se crearán más oportunidades de negocio, sino que aumentará la actividad online y se reforzará la comunidad alrededor de la marca.
- El contenido es clave. Usabilidad, apariencia, interactividad… todo deja de tener sentido si la app no ofrece contenido interesante. Fotos y vídeos parece ser lo que mejor funcionan, pero hay casos de éxito de branded apps que ofrecen juegos o cupones descuento. Lo importante es entender qué contenido quiere el público que estás buscando.
- Usabilidad y notificaciones. Con la importancia del contenido clara, las aplicaciones tienen una serie de aspectos técnicos que deben ser cuidados. Si un usuario se descarga una app, es porque le va a hacer la vida más fácil que una web o una plataforma online. Así, la sencillez de uso y la utilidad de las notificaciones móviles (sin apabullar al usuario) se destacan como aspectos importantes.
- Cuida la marca. En una branded app, la marca (brand) es tan importante como la aplicación (app). Así, aunque parezca obvio, la plataforma móvil debe potenciar la visibilidad de la marca, cuidando estilo, tipografía, colores y la presencia del logo.
Cuatro casos de éxito
“Las marcas existentes deben lanzar aplicaciones con el objetivo principal de atraer a los consumidores y generar engagement de una forma sencilla, por lo que lo mejor es distribuir la aplicación de forma gratuita”, señala Lara Stocchi, profesora de la Flinders Business School e investigadora detrás de uno de los artículos recientes con mayor impacto sobre el uso de branded apps. Así, estas son cuatro aplicaciones de marca gratuitas que han logrado conquistar a su público.
Domino’s Pizza
Cupones, ofertas, un mapa con sus pizzerías y una interfaz sencilla para crear tu propia pizza. La app de la franquicia internacional Domino’s no tiene mucho más, pero ha conseguido triunfar entre su público. Solo en su versión española acumula cerca de medio millón de descargas en dispositivos Android.
El poder de la televisión
El contenido es el rey, así que este caso de éxito no se puede reservar a una sola marca. Las cadenas de televisión han entendido que las branded apps son el mejor camino para fidelizar a su audiencia. En España, Atresplayer o RTVE A la carta se han convertido en auténticas plataformas de vídeo a la carta con millones de usuarios únicos. Otros canales, como MTV o Disney, han apostado también por apps específicas para interactuar con la audiencia y ofrecer contenido exclusivo.
Un mini Lidl
Varias cadenas de supermercados se han sumado al fenómeno de las branded apps, pero pocas han conseguido tanto éxito en nuestro país como Lidl. Mini Lidl es un juego gratuito, disponible para iOS y Android. Con una estética que recuerda a los primeros Sims, permite construir un supermercado desde cero. Entre Google Play y App Store acumula más de 700.000 descargas.
KLM, el poder de los chatbos
Las compañías aéreas hace tiempo que entendieron también el poder de las apps. Aportan ventajas claras al usuario (lleva su billete en el móvil y la información disponible en cualquier lugar) y aumentan la fidelidad. Además, algunas compañías, como KLM, han encontrado en las apps un canal de atención al cliente en el que poner a prueba las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y los chatbots.
Si las branded apps son la última frontera del engagement, los bots son, precisamente, la última frontera de las aplicaciones móviles. Hay quien ya pronostica que los chatbots, sistemas automatizados capaces de interactuar con humanos, acabarán sustituyendo a las apps más pronto que tarde. Aun así, al igual que los bolis con el logo de la compañía, el objetivo final será seguir reforzando la marca y su relación con los usuarios.
Por Juan F. Samaniego
Imágenes: Google Play, iStock