Una chaqueta vale 100 euros y está al 50 %, a mitad de precio. Esta es fácil. Pero ¿cómo calcular el descuento de una camiseta que vale 27 euros y está al 15 %?
Calcular un descuento es, básicamente, calcular un porcentaje. Pero hacerlo de cabeza no es siempre fácil. Incluso si lo intentamos con una calculadora podemos equivocarnos si no tenemos claros una serie de conceptos. Tanto si somos un empleado o el dueño de una tienda y queremos comprobar los precios antes de las rebajas como si somos un cliente que no quiere sentirse engañado, es importante saber cómo hacer el cálculo de descuento.
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¿Cómo calcular un descuento?
Cuando un producto o un servicio están al 20 % de descuento, quiere decir que su precio es un 20 % inferior al original. Es decir, que, de cada 100 euros, tendremos que descontar 20. Así, si por ejemplo vamos a comprar una bicicleta que costaba originalmente 200 euros y tiene un 20 % de descuento, significa que el ahorro en el precio final será de 40 euros. Acabaremos pagando 160.
Sin embargo, en la mayoría de ocasiones no va a estar tan claro ni va a ser tan fácil calcular un porcentaje. Para hacerlo de forma precisa, tenemos tres caminos que acaban en el mismo sitio: los decimales, las fracciones o la regla de tres (con permiso de los puristas matemáticos). El método más directo es el primero, aunque puede que necesitemos una calculadora.
Calcular un descuento usando decimales
Para convertir el porcentaje en un decimal, tenemos que dividir el porcentaje de descuento entre 100. Es decir, siguiendo con el ejemplo anterior de la bici con el descuento del 20 %, dividimos 20 entre 100 y el resultado es 0,2. A continuación multiplicamos el precio original (200) por 0,2 y el resultado será 40 euros. Para conocer el precio final, podemos restar los 40 euros al precio original o multiplicar este por 0,8 (ya que si nos descuentan un 20 % significa que estamos pagando el 80 % del precio).
El resultado es siempre el mismo, pero hacerlo de cabeza es complicado, sobre todo, con números menos redondos. Así, podemos tirar de calculadora de móvil o usar las siguientes calculadoras online:
- Calcularporcentajeonline.com. En esta web de interfaz sencilla contamos con siete calculadoras para diferentes operaciones que queramos hacer con porcentajes.
- Calculadora de Google. Si escribimos “calculadora” en la barra del buscador, se desplegará directamente una sencilla herramienta con la que podremos calcular los porcentajes y los descuentos.
- Onlinerekenmachine.com. Si lo que buscamos es simplicidad, esta es nuestra opción.
Os dejamos un vídeo sobre una curiosidad del cálculo de porcentajes:
Fracciones mejor que regla de tres
Una regla de tres es un método sencillo de resolver un problema de proporcionalidad en el que tenemos una incógnita y tres valores. Justo es en lo que consiste calcular un porcentaje. Así, en la regla de tres directa, establecemos una regla de proporcionalidad entre dos valores conocidos (el porcentaje) que se tiene que cumplir también con el valor desconocido (el descuento).
Siguiendo con el ejemplo de la bici, sería así: 20 es a 100 (la regla que marca el porcentaje) como X es a 200 (el precio de la bicicleta). Para resolverla, despejamos la X o hacemos un cálculo más tradicional y de andar por casa. Multiplicamos 200 por 20 y lo dividimos entre 100. El resultado es, como no podía ser de otra forma, 40.
Con la regla de tres, en realidad, estamos utilizando fracciones, aunque no lo parezca. Por eso es si cabe más útil usarlas directamente. Para convertir el porcentaje en una fracción, dividimos 100 entre el descuento (100/20=5). Es decir, será una fracción de ⅕. Después dividimos el importe del producto o servicio entre el resultado (200/5) o lo multiplicamos por la fracción (200 x ⅕). Así, volvemos a llegar al 40.
Los descuentos más comunes: 10 %, 15 % y 25 %
Si estamos en un outlet o una liquidación, es probable que nos tengamos que enfrentar a calcular descuentos del 50 o el 60 %. Sin embargo, lo más habitual es encontrar porcentajes más modestos. Con un poco de práctica, acabaremos relacionando cada uno de ellos con su fracción. Vamos con unos ejemplos de los descuentos más comunes siguiendo con el caso de la bicicleta:
- Para calcular un 10 %. Dividimos 100 entre 10 y el resultado es 10. Así, el descuento de la bici de 200 euros sería, en este caso, de 20.
- Para calcular un 15 %. Hacemos la división y el resultado es algo más de 7 (pero podemos redondearlo). El resultado aproximado de 200 entre 7 es algo menos de 30. En este caso, si queremos fijar un precio con exactitud, lo mejor será acudir a la calculadora.
- Para calcular un 25 %. Vamos con la cuenta, que esta es fácil: 100/25=4. Dividimos 200 entre 4 y el resultado es 50. Este es ya un buen ahorro.
¿Cómo calcular un porcentaje de descuento?
A veces no nos interesa tanto saber el ahorro en euros. Puede que la tienda nos diga que antes valía 200 y ahora está a 150 y nosotros queramos conocer el porcentaje del descuento de un precio. ¿Cómo lo calculamos entonces? No tenemos más que recorrer el camino inverso, con o sin la ayuda de la calculadora.
En este caso, lo primero es hacer la resta para conocer el importe del descuento. Es decir, 200-150=50. Una vez que sabemos que el ahorro es de 50 euros, tenemos que calcular qué porcentaje del precio original representa. Para ello, volvemos con las fracciones (aunque podemos utilizar los otros métodos). Dividimos el precio original entre el descuento y después 100 entre el resultado obtenido.
Es decir: 200/50=4 y 100/4=25. En este caso, los 50 euros representan un 25 % de descuento. Si nos fijamos, hemos seguido el mismo camino que antes, pero en dirección opuesta. Lo que antes era el resultado que teníamos que encontrar, ahora era información conocida, mientras la incógnita de la ecuación era el porcentaje. Y ya sabemos cómo sacar el porcentaje de descuento.
En resumen, calcular descuentos y porcentajes no es complicado. Siempre y cuando estemos trabajando con números más o menos redondos, podremos hacerlo de cabeza con un poco de práctica. Eso sí, si tenemos que calcular el 17 % de 387, tocará echar mano de una herramienta tecnológica como Excel. O quizá no.
Imágenes | Unsplash/Quino Al, Artem Beliaikin, Artem Beliaikin