Los retornos de los esfuerzos en ciberseguridad

Pymes

Si vemos la ciberseguridad como inversión, observaremos que ofrece importantes retornos. Hay que realizar esfuerzos y desembolsar ciertas cantidades de dinero, pero los beneficios son palpables en diversos ámbitos.

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La inversión en ciberseguridad genera una confianza imprescindible

Los nuevos servicios digitales ofrecen un potencial enorme. Están cambiando la experiencia de los clientes apoyándose en datos y herramientas tecnológicas. Precisamente, es el cliente el que está en el centro de todo ese proceso y no podemos avanzar sin su confianza.

Cuando nuestra empresa es capaz de reforzar de forma continua su ciberseguridad y de transmitirlo de forma creíble, la curiosidad del público por nuestros servicios se multiplica. Nos queda, por supuesto, un largo camino para convencerle de que la experiencia de uso es sencilla, que los costes son razonables, que el nivel de calidad es excelente, etcétera, pero hemos dado el primer paso decisivo. Sin confianza, todo lo demás carece de sentido.

Y lo mismo sucede con los proveedores y, en general, con toda la cadena de suministro. Un ciberataque puede ocasionar un robo de mercancías físicas, un deterioro de sus características, la pérdida de trazabilidad, quiebras de la confidencialidad, pérdida de datos y de inventarios… Nadie quiere arriesgarse a participar en una cadena que no sea segura. Hay que sentarse y hablar de ciberseguridad (protocolos, equipos, herramientas, etcétera).

En definitiva, la ciberseguridad es una de las muestras más importantes de empatía con clientes, proveedores y otras partes interesadas. Y, en este momento, la escucha es más importante que nunca. Por eso, Orange ha desarrollado la iniciativa #AhoraMásCerca, en la que, de la mano del periodista Javier Ruiz, podemos escuchar historias inspiradoras de otros emprendedores, así como análisis y consejos útiles. 

Una empresa más cibersegura gestiona mejor la información

Se dice, con razón, que los datos tienen un potencial disruptivo en el entorno empresarial. Para ello, es necesario convertirlos en información no solo útil, sino también depurada. El proceso es tan importante como el resultado.

En ese sentido, la inversión en ciberseguridad proporciona una mayor conciencia (si cabe) de las amenazas que se ciernen sobre los datos. Exige analizar cada riesgo y cada oportunidad de mejora. Incentiva una adopción de tecnologías más natural, en la que se responde a los desafíos con soluciones reales.

Por lo tanto, la ciberseguridad da contexto a los datos. Nos dice qué podemos o no hacer con ellos y cómo utilizarlos. En conclusión, genera un marco de trabajo.

La mejora de los equipos informáticos

La ciberseguridad perfecciona el uso de los equipos, fundamentalmente, por dos razones. En primer lugar, es clave para evitar que entren virus que limiten su rendimiento. Es, en definitiva, una actividad preventiva clave para, por ejemplo, luchar contra el típico spyware que, además de poner en peligro la confidencialidad, ralentiza los ordenadores.

Por otro lado, hay un segundo beneficio quizá más importante: el uso de los equipos y dispositivos se extiende a nuevas aplicaciones. Ciberseguridad es sinónimo de conocimiento de los riesgos. No podemos asegurar que no haya amenazas, pero sí debemos saber cómo abordarlas.

Tener unos equipos infrautilizados por miedo a no saber manejar los riesgos es ir en contra de la cultura empresarial. En todos los ámbitos, y la ciberseguridad no es una excepción, triunfan las empresas que saben desenvolverse entre el riesgo. Si hay una oportunidad para que los equipos informáticos impulsen nuestro negocio, debemos aprovecharla.

La ciberseguridad como inversión en aprendizaje

Los empleados adquieren un conocimiento valioso de los esfuerzos en ciberseguridad. Es una experiencia dinámica. Exige actualización y atención permanente. Pertenece a esa clase de tareas que hacen que su capital humano se revalorice.

En ese sentido, la ciberseguridad promueve uno de los mayores valores de la gestión del talento de la actualidad: la capacidad de adaptación al entorno. Hay un ‘ciber entorno’ y cada empleado de forma individual y la organización en su conjunto deben examinarlo y tomar decisiones. En ese sentido, el aumento del teletrabajo y las nuevas oportunidades de conectividad han sido casos muy ilustrativos en los últimos tiempos.

Como en otros ámbitos, de los errores y aciertos de planificación se va aprendiendo. La ciberseguridad es un elemento regulador de nuestra relación con la tecnología. A medida que vamos tomando decisiones, vamos descubriendo, de manera consciente o inconsciente, cómo encontrar la armonía. Surgirán nuevos retos, pero las viejas experiencias serán de ayuda para encontrar el camino adecuado.

La introducción de nuevas tecnologías

A primera vista, introducir una nueva tecnología segura supone un desembolso de dinero a cambio del cual se obtienen más medios materiales o intangibles. Eso es cierto, pero solo es una parte de la realidad.

Si nos fijamos de una forma un poco más detenida, observamos que también introducimos nuevas prácticas. Utilizamos los recursos, los que teníamos y los que hemos incorporado, de forma diferente. Una vez realizada la inversión, somos capaces de producir más con los mismos o menos medios. Damos, en resumen, un salto de eficiencia. Es imprescindible hacerlo con seguridad.

Los esfuerzos en ciberseguridad son compensados con creces por un resultado contundente: una empresa más preparada para impulsar su futuro con la tecnología.

Los autónomos y pequeños empresarios son los grandes afectados por la pandemia y por sus consecuencias más directas, como las derivadas de los mencionados ciberataques. Cada historia de estos autónomos y responsables de pymes supone un gran ejemplo de superación y resiliencia. El periodista Javier Ruiz, de la mano del programa para pymes de Orange #ahoramáscerca, analiza la situación y apunta consejos que pueden serte de utilidad.

Imágenes | Dan Nelson,,  Markus SpiskeGoran IvosDan Nelson

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