Los comercios físicos no siempre han tenido la misma disposición o idéntica forma de atender. Los ultramarinos con mostrador dieron paso en su momento a la compra libre del supermercado. Con el tiempo han cambiado, y nada hace pensar que no puedan hacerlo también en el futuro. De hecho ya están en ello, añadiendo nuevos servicios o combinando varios negocios en uno.
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¿Qué tienen en común una panadería-kiosco, una gasolinera con un centro de distribución de paquetería y una peluquería-panadería? En los tres casos tenemos sinergias relacionadas con el horario de atención al cliente, una reducción de los costes y una expansión del negocio.
El diario, por la mañana; el pan, a última hora
En pleno casco viejo de Vicálvaro, un distrito de Madrid, encontramos una tienda a pie de calle con el letrero “Panadería – Prensa – Revistas”. Su representante, Vanesa F., comenta que “hicimos las reformas pertinentes exigidas por Sanidad” para poder combinar ambos negocios, hoy en traspaso.
Ocurre que muchos compradores de pan también se llevan periódicos, y viceversa. Tanto el kiosco como la panadería son dos negocios con clientela frecuente durante todo el día. Sin embargo, los clientes se concentran en picos horarios: el diario a primera hora de la mañana, el pan a última.
Combinando ambas tiendas en un solo espacio físico, se aporta un valor añadido a quien busca comprar ambos productos. Vanesa confirma que “vienen a por la prensa y se llevan el pan u otros productos”. Es decir, también se amplía la oferta para quien solo iba a por un producto y, de paso, adquiere el segundo en esta tienda. Aunque no son los únicos en combinar un horno y otro negocio.
Corte de pelo, ¿más barra de pan?
Viajamos a Murcia y nos encontramos con el negocio que abre el artículo. En la misma esquina, y formalmente dentro de la misma parcela, se encuentran una peluquería exprés y un horno de pan. Separados uno de otro para cumplir la normativa de higiene, comparten puerta y dueño.
Hace años todo el espacio era una peluquería low cost (aún se pueden encontrar imágenes online), pero dividir el espacio para ofrecer dos servicios diferentes parece haber sido una estrategia de adaptación a la demanda. Ahora los clientes que van a cortarse el pelo pasan por delante del horno de pan y reciben su olor característico.
Armarios locker para entrega de paquetería
Volvemos a Madrid y pasamos por una gasolinera con alta intensidad de tráfico ubicada en Plaza Elíptica. Junto a la puerta de la estación de servicio localizamos un armario Amazon Locker, un punto de entrega de paquetería para personas que no estén presentes en casa a la hora en que pasa el repartidor.
Lo visitan vecinos que vuelven de trabajar pero también clientes de la gasolinera que aprovechan su tránsito por la zona para recoger los envíos. Dado que aún hay pocos armarios de estos, también encontramos usuarios de Amazon que van a por su paquete y, de paso, adquieren algún producto en la tienda de la gasolinera. El objetivo es atraer nuevos clientes.
La combinación de ambos negocios guarda relación con los productos a final de la línea de caja en los supermercados. Los clientes pasan por delante del producto y, al verlo, pueden considerar si lo necesitan o no. Es similar al escaparatismo.
Tradicionalmente ha sido frecuente para las gasolineras ir ampliando el negocio con otros productos (pan, periódicos, utensilios para el coche), e incluso servicios (aire para los neumáticos, agua para el limpiaparabrisas, limpieza) pero siempre orientado al vehículo. Pero resulta evidente las ventajas de combinar paquetería y transporte en un mismo nodo.
Un comercio, punto de retorno de productos
Varias calles más allá localizamos un punto Celeritas dentro de una tienda de bicicletas. Bicicletas Andrino lleva desde 1969 ubicada Carabanchel, aunque no mucha gente la conoce. Desde hace tiempo funcionan como un locker recibiendo y enviando paquetería para otras marcas. Y la idea funciona.
“He estado hoy en la tienda a recoger un paquete, no conocía la tienda y la tengo a 10 minutos si tengo algún problema con la bici iré” — Enrique García-Ochoa
La combinación del negocio es similar a la de la gasolinera, unida a que en la tienda siempre hay personal técnico reparando bicicletas. La primera reseña que vemos en Google Maps demuestra el beneficio de ampliar el negocio para que más gente pase por allí.
Imágenes | Santiago Campillo, Panadería y prensa Loli, iStock/Roberto