Año 1996, la revista ‘Time’ tachaba a una joven Apple de empresa caótica sin visión estratégica. Netscape, que hacía poco más de un año que había salido al mercado, era el navegador más utilizado. Entonces, 36 millones de personas, o un 0,9% de la población mundial, tenían acceso a una cosa llamada a internet. Han pasado 22 años y el mundo ya casi no se puede explicar sin la red de redes. Desde 2005 le dedicamos su propio día, el 17 de mayo. Para celebrarlo, vamos a repasar ocho formas en que internet ha cambiado la forma de hacer negocios.
Hoy, más de 4.000 millones de personas tienen acceso a internet. Más de la mitad de la gente que vive en el mundo. Dos tercios de los seres humanos del planeta tienen un móvil. Y el país con más habitantes se llama Facebook (más de 2.000 millones de usuarios registrados). Hablamos, compartimos, compramos, nos entretenemos, nos formamos… Internet ha cambiado nuestra vida y ha puesto patas arriba los negocios.
1. Internet ha cambiado la forma en que compramos
¿Quién pensaba que algún día llegaríamos a comprar el pan por internet? Vale, la panadería de barrio y los supermercados siguen en pie, pero cerca del 2% de la facturación del llamado sector de gran consumo (alimentación, droguería y perfumería) en España se generó, en 2017, a través de plataformas de comercio electrónico, según Kantar Worldpanel. Este sector es de los que mejor ha aguantado el tsunami internet. Los datos en otros mercados son abrumadores.
Amazon, Alibaba o eBay están más presentes que nunca en nuestro día a día. Las tres plataformas lideran el mercado global de e-commerce. Un mercado que, en 2017, facturó más de dos billones (millones de millones) de euros en todo el planeta. De estos, una cuarta parte se facturó en Europa. Según el European Ecommerce Report 2017, en los países de Europa occidental, más del 80% de la población ya hace algunas compras por internet.
En España, el comercio electrónico facturó 7.785 millones de euros solo durante el tercer trimestre de 2017, el último con los datos oficiales de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Esto supone más de un 25% de crecimiento respecto a 2016. Lo que más se compra son, por este orden, viajes y billetes de avión, ropa, hoteles y alojamientos, transportes terrestres y espectáculos artísticos y deportivos.
2. Internet ha reformado los canales de distribución
Hace 10 años, tener una empresa de paquetería era casi una ruina asegurada. Desde entonces, el sector no ha dejado de crecer. Frente a la caída de ingresos por servicios postales, los envíos de paquetes aumentan en España a un ritmo del 18% interanual, según la CNMC. Los últimos datos disponibles, de 2016, sitúan los ingresos del sector paquetería cerca de los 3.000 millones de euros. En líneas generales, el sector logístico no ha dejado de crecer.
Los canales de distribución han cambiado para siempre con internet y no solo porque Amazon nos mande nuestras compras a casa en menos de 24 horas. Internet ha permitido anticipar mejor la demanda de productos, la gestión más eficiente de los almacenes y las mercancías almacenadas y el control y monitorización de la cadena de suministro y reparto. En el horizonte cercano, la industria 4.0, imposible de entender sin la conectividad, promete todavía más cambios.
3. Internet ha revolucionado la publicidad…
La publicidad es un negocio multimillonario. De la mano de la prensa escrita, primero, y la televisión, después, los anuncios mueven miles de millones de euros cada año. En 2017, se gastaron nada menos que 584.000 millones de dólares en publicidad en el mundo. Según los datos de eMarketer, casi el 40% de este gasto se produce ya en plataformas digitales. La cifra no dejará de aumentar en los próximos años impulsada, sobre todo, por los formatos móviles (hoy ya hay más líneas móviles activas que habitantes en el mundo).
En el negocio de la publicidad online existen, además, dos nombres propios: Google y Facebook. El 60% del gasto publicitario en plataformas digitales se lo llevan los dos gigantes de internet. Casi el 25% de todo el gasto global en publicidad. Entre ambos se aproximan, cada vez más, a la cifra de inversión publicitaria en un medio tan utilizado y consolidado como es la televisión.
4. Y el marketing
Internet no ha cambiado solo la publicidad como negocio, sino que ha provocado una profunda revolución en las formas. Los anuncios son hoy más segmentados y personalizados que nunca, las campañas se planifican en poco tiempo y para periodos más cortos, y los formatos se adaptan y complementan entre diferentes plataformas.
Además, han aparecido nuevas técnicas de marketing para la esfera digital. El análisis de datos, la monitorización del usuario, el control de las tendencias y las múltiples formas de responder a las necesidades del mercado han hecho posible la construcción del marketing en tiempo real o real time marketing. Las técnicas de análisis de big data y la inteligencia artificial prometen que la revolución no ha hecho más que empezar.
5. Internet ha abierto nuevos modelos de negocios
En el año 2000, Blockbuster dejó pasar la oportunidad de comprar Netflix. No por conocida, la historia deja de ser un gran ejemplo de cómo internet ha empujado nuevos modelos de negocios más allá de lo inimaginable. En el año 2000, Blockbuster era un gigante internacional de los videoclubes y Netflix una empresa que mandaba DVDs por correo. 18 años después, de la mano del streaming, Netflix es la mayor plataforma de distribución de vídeo del planeta. Y Blockbuster es casi historia.
La misma tendencia podría señalarse en multitud de negocios tradicionales que se han visto sacudidos por el terremoto online. La prensa, la publicidad, el comercio, el transporte… Internet hace posible nuevos modelos de negocio. Los modelos de suscripción como el de Netflix, de uso gratuito como Facebook, de acceso al servicio frente a la posesión de objetos como las plataformas de alquiler de vehículos por tiempo tipo Car2Go o eCooltra, o de consumo a la carta son solo algunos ejemplos.
6. Internet nos ha traído nuevos líderes y gurús
En 1990, el hombre más rico del mundo era el sultán de Brunei. La mujer más rica, la reina Isabel II de Inglaterra. El primer empresario en la lista de la revista ‘Fortune’ era Forrest Edward Mars, dueño del imperio de chocolatinas y caramelos Mars. En 2018, tres de los cinco hombres más ricos del planeta pertenecen a la esfera tecnológica y no serían nada sin el auge del internet. Según ‘Forbes’, el más rico es Jeff Bezos (Amazon), seguido de Bill Gates (fundador de Microsoft) y el quinto es Mark Zuckerberg (Facebook). No es el único ejemplo de cómo ha revolucionado internet el mundo de los negocios, pero quizá sí el más claro.
7. Internet nos ha dado el poder de los datos
Todo lo que está conectado a la red genera un torrente de información sin precedentes. Manejar estos datos, dentro de las reglas que protegen la privacidad del usuario, genera una serie de ventajas competitivas con un gran impacto en la forma de hacer negocios. Los datos permiten conocer mejor el funcionamiento de la empresa y reforzar su eficiencia. Hacen posible controlar los canales de producción y distribución a niveles nunca vistos. Aportan información complete sobre el cliente y el usuario final. O permiten controlar el impacto de la marca o de un determinado producto en el mercado. Entre otras muchas cosas.
8. Un futuro de internet hasta en las cosas y criptomonedas
El impacto de las tecnologías de la comunicación ha atravesado muchas más industrias y sectores de los mencionados. Ha permitido nuevas formas de relacionarse con el cliente. O ha flexibilizado la mano de obra, tanto interna como externamente. En el futuro cercano, internet traerá muchos más cambios. Es la base de un nuevo mundo que empieza a dar sus pasos. Y, como tal, la mayor parte de predicciones para los próximos años tienen que ver con internet.
La tecnología blockchain y el sector de las criptomonedas empiezan a hacerse un hueco en nuestra agenda diaria. Son una industria en ciernes que pretende revolucionar la banca y la forma en que hacemos contratos y transacciones en la red. Oiremos cada vez más cosas sobre ella.
Desde que estar conectado a un cable dejó de ser imprescindible para tener acceso a internet, las posibilidades de la conectividad se han multiplicado. El mejor ejemplo presente es, seguramente, el entorno móvil. En los próximos años, ganará peso el llamado Internet de las Cosas (o IoT, por sus siglas en inglés). De la automoción a los transportes, pasando por la producción industrial e, incluso, la gestión de recursos humanos, muchos sectores cambiarán a través de las cosas conectadas a la red.
Por Juan F. Samaniego
