Todas las variantes de la educación del futuro: e-learning, m-learning, b-learning y microlearning

Pymes

Es probable que la educación presencial nunca desaparezca, pero lo que sí es seguro es que la educación a distancia por medios electrónicos, lo que se conoce en términos generales como e-learning, va a ir ganando cada vez más adeptos. Al fin y al cabo, el e-learning se adapta como un guante al nuevo escenario tecnológico, dominado por internet y el consumo de contenidos audiovisuales desde cualquier dispositivo, y sobre todo desde el móvil. [hde_related]

El tiempo de las clases presenciales donde un profesor sabelotodo dominaba el tiempo y el espacio con una lección magistral y sus alumnos se limitaban a tomar a tomar apuntes y reproducirlos en un examen tiene sus días contados. La educación de hoy debe ser más dinámica e interactiva, entre otras cosas porque la capacidad de atención de las nuevas generaciones, por más que nos pese, está cayendo.

Pujanza del e-learning

Hoy en España, aproximadamente un 10% de los alumnos de Bachillerato y FP ya estudian sin ir a clase. Es decir, unos 190.000 alumnos del total de 1,9 millones que cursan estudios en todos los centros de Secundaria del país. En la universidad, el e-learning está más extendido, puesto que, según los últimos datos, es la práctica habitual de unos 230.000 alumnos en una población total de universitarios que ronda el millón y medio.

A nivel de posgrado, la educación online está más extendida si cabe. Y es que una cuarta parte de los másteres que se impartieron en España el año pasado no fueron presenciales. Además, están los profesionales que se matriculan en cursos específicos online o el público que atiende los famosos MOOC, los cursos masivos y muchas veces gratuitos que ponen a disposición de cualquiera muchas universidades, incluso las de más prestigio. Según un informe de la Universidad Internacional de La Rioja, que es puramente online, el e-learning ha crecido un 900% en todo el mundo desde el año 2000.   

Las clases magistrales tienen los días contados

Pero más allá de la vía para llegar al alumno o de la presencia de la tecnología en el proceso educativo, la clave está en lo que llaman “la reingeniería de la educación”. El profesor ya no va a estar para dar una información que, por otra parte, está disponible en internet, sino para hacer de coach o mentor, dirigiendo y animando el proceso de aprendizaje.

Además, las plataformas online deberán ser capaces de monitorizar la evolución de cada alumno. Ahí será de gran ayuda la inteligencia artificial, a través, por ejemplo, de algoritmos o robots que comuniquen al docente anomalías como las de alumnos que repiten la lectura de un contenido y luego son incapaces de responder a las preguntas de comprensión que lanzan.

En todo caso, el futuro de la educación tampoco será un juego de blanco-negro, donde el blanco sea el sistema presencial y el negro, el online, o al revés. Habrá grises y formas mixtas que conviene tener en cuenta. Con la ayuda del IMF Business School, proponemos cuatro términos que ayudan a entender la diversidad formativa que ha resultado de la aplicación de la tecnología al mundo de la educación:

Imágenes | iStock

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