Elegir una plataforma de contenido (o CMS) para una página web no es una tarea fácil. A la hora de decantarse por una, los gestores de la empresa necesitan encontrar una solución que satisfaga a múltiples departamentos.
Además, se trata de una decisión corporativa y de una inversión a largo plazo: este software debe ser capaz de dar respuesta a las necesidades actuales de la compañía… y a las futuras.
Según W3Techs, WordPress está detrás de más del 30% de todos los sitios web, incluidos aquellos sin CMS o con uno personalizado. Y si se limita el conjunto de datos a solo sitios web con un CMS conocido, la cuota de mercado de WordPress es aún más dominante: 60,1%.
Pero hay vida más allá de WordPress. Sea o no esta tu elección, hay varias cosas que tener en cuenta a la hora de seleccionar un gestor de contenidos para una página web.
Empecemos por el lenguaje
Con la popularización de la nube y de las APIs, las herramientas son cada vez más independientes del lenguaje de programación. Pero si tu empresa necesita una web con muchas integraciones, personalización, extensiones y configuraciones híbridas, entonces debes tener muy en cuenta el lenguaje de programación para que aquellos que tengan que integrar, trabajar y desarrollar en la web se sientan cómodos.
.Net, PHP o Java son algunos de los lenguajes más conocidos. Todos tienen sus ventajas… y sus inconvenientes, así que deberías estudiarlos detenidamente para ver cuál se adapta mejor.
En este punto, quizá se te plantee la duda de si quieres una solución con código abierto o propietario. Estas últimas son más estrictas sobre lo que se puede y no se puede hacer con sus herramientas. Sin embargo, con el código abierto puedes ajustarlo para personalizar la solución y tener acceso a soluciones compartidas y componentes creados por otros.
Eso sí, la mayoría de las mejores soluciones tienen APIs disponibles para conectarse con otras herramientas, independientemente de la disponibilidad del código, por lo que la decisión sobre el código abierto depende en gran medida de la flexibilidad y personalización que se desee, especialmente en cuanto a integraciones.
Hay que consultar, sin duda, a los expertos en SEO. La página web es una de las mejores puertas de entrada de los clientes y para eso resulta fundamental que nos encuentren. Los especialistas en posicionamiento orgánico te ayudarán en esta tarea, con cuestiones como añadir texto alternativo a las imágenes, crear URLs legibles por el ser humano, administrar redirecciones y optimizar las etiquetas HTML. Tener un CMS que facilite en la medida de lo posible todas estas tareas puede ser un plus.
Web, no estás sola
Ahora que estamos facilitando que los clientes nos encuentren e interactúen con nosotros, es fundamental que podamos ligar todas esas acciones con el resto de los sistemas y la tecnología de nuestra empresa.
La web no es algo aislado del resto de la gestión de nuestra empresa, así que lo mejor es buscar un CMS que se integre sin problemas con otras herramientas, como el CRM (la gestión de clientes) o el sistema de facturación y contabilidad.
En este sentido, debes tener en cuenta que seguramente necesitarás, cada vez más, conectar la web con el resto de la empresa, por lo que el CMS debe integrarse sin fisuras con la plataforma de comercio electrónico, el CRM, la automatización de marketing, etc. También significa que su contenido debe funcionar en la web, aplicaciones, chat, voz, IoT y otras interfaces a medida que surjan.
Las APIs permiten que todo esto sea posible, estructurando el intercambio de información para que pueda compartirse y hacerse independiente de la plataforma y la interfaz. Si buscas tener la capacidad de conectar todo tu entorno digital sin tediosas integraciones, asegúrate de que tu CMS esté diseñado para el uso de API.
En lo que al CMS propiamente dicho, podemos diferenciar tres partes básicas: dónde se guarda el contenido, el entorno de creación y el nivel de entrega. Tres partes relacionadas pero que se pueden usar de diversas formas.
Si queremos tener los tres componentes juntos, optaremos por un CMS acoplado. Una solución ideal para sitios más pequeños con actualizaciones poco frecuentes. Si separamos la autoría y la entrega se obtiene un sistema que es un poco más complejo, pero facilita el manejo de múltiples sitios y la actualización de su entorno.
En mi casa o en la nube
Este es otro de los puntos clave a la hora de elegir un CMS: en tus propios servidores o alojados en la nube.
Las soluciones de software como servicio (SaaS) son administradas en la nube pública por el proveedor de CMS. Son generalmente iguales para todos: el proveedor mantiene la infraestructura y controla la disponibilidad, lo que hace que la empresa apenas necesite tecnología. Sin embargo, conlleva menos personalización de características, integraciones y disponibilidad que cuando alojamos el CMS en nuestra nube privada.
Las soluciones de plataforma como servicio (PaaS) también se encargan del mantenimiento de la infraestructura, pero la personalización, las características y las integraciones están en manos de la empresa. Las soluciones de PaaS requieren una compilación más avanzada, pero tienen la flexibilidad de trabajar en entornos de nube tanto públicos como privados, y algunas tienen la capacidad de trabajar de manera híbrida entre ambas.
Por Arantxa Herranz
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