Fomentar el deporte y la vida sana bueno para el trabajador y la empresa

Pymes

Gran parte de los españoles somos sedentarios. No realizamos casi nada de ejercicio al día, nos desplazamos al trabajo en vehículo e invertimos un tiempo enorme de nuestro ocio en permanecer sentados o tumbados. Nuestra salud se resiente debido a ello, así como nuestra productividad laboral y con ella nuestra profesionalidad.

Las empresas con trabajadores sanos se encuentran sanas, y las que cuentan con trabajadores que no realizan nada de ejercicio o tienen conductas de vida poco saludables, no. Dado que el coste económico y en nuestra salud es muy elevado, algunas empresas han optado por fomentar el deporte y la vida sana desde el interior de la empresa.

 

¿Qué consecuencias tiene para el entorno laboral una vida sedentaria?

El sedentarismo es uno de los problemas más graves de nuestro país. Debido a la falta de movilidad de buena parte de la población se han disparado las dolencias crónicas como la hipertensión y diabetes, así como el número de personas obesas. Patología que, a su vez, trae otros problemas asociados.

Aunque en este artículo pongamos el foco en el ambiente laboral, estos problemas relacionados con la falta de deporte también nos afectan en nuestra vida privada, y deberíamos tenerlos en cuenta independientemente del entorno profesional.

Por ejemplo, se sabe que la obesidad, más allá de factores conocidos como el cansancio y somnolencia asociados al sobrepeso, hay que incluir problemas psicosociales como la falta de adaptación social y falta de empatía.

En un entorno profesional que vira rápidamente hacia el trato con personas, esto puede suponer un problema; al igual que la somnolencia en caso de contar con un puesto laboral en el que prime la seguridad (maquinaria pesada, PRL, alturas,…)

 

El coste económico de una vida poco sana

Dando un paso más allá, los profesionales hablan también de los costes para las empresas del consumo elevado de alcohol entre sus trabajadores o los casos de tabaquismo extremo. Conductas poco saludables asociadas en muchos casos a la falta de deporte que se ven reforzadas en un círculo vicioso si hacemos uso de una vida sedentaria.

Javier Fernández-Montalvo y Enrique Echeburúa, psicólogos de la Universidad Pública de Navarra, subrayan en un artículo cómo el consumo de alcohol supone un reto para la salud de las empresas debido a las «repercusiones laborales negativas» que suelen acompañar esta conducta.

En otro estudio, esta vez de la consultora Watch&Act, se saca la calculadora y da cifras aproximadas del coste de contratar a un fumador frente a una persona que no fume. La diferencia anual supone hasta 4.000 euros por persona, algo a valorar por parte de las empresas.

Como profesionales, disfrutaremos más de nuestro trabajo si partimos de un bienestar físico y mental y, como marcas, buscamos empleados sanos y felices. No solo por cuestiones económicas, sin duda importantes, sino porque el ambiente laboral mejorará. Y porque está en nuestra mano enriquecer la vida de nuestros trabajadores.

 

¿Cómo animar a los trabajadores a llevar una vida sana y hacer deporte?

Motivar a los trabajadores y ayudarles a llevar una vida sana (o más sana) no es algo sencillo. Conseguir como organización que tus empleados inviertan en su salud física haciendo ejercicio todos los días, tampoco. Por ejemplo, como empresa hay ciertas líneas que no podemos cruzar:

– No podemos obligar a una persona a estar sana si no lo desea.

– No podemos tratar de un modo diferente a las personas que realicen deporte frente a las que no.

– No podemos tomar represalias en contra de un trabajador que consuma drogas (salvo que estas interfieran en el trabajo y la seguridad).

Lo que sí podemos hacer es fomentar el deporte de forma directa e indirecta. Algunos ejemplos son:

Organizar jornadas deportivas de fin de semana con los trabajadores. No tiene por qué ser nada más complicado que una caminata, aunque seguro que algún trabajador se anima con un descenso de río o la escalada. Este tipo de iniciativas ayudan a la cohesión de los trabajadores y a que les pique el gusanillo del deporte al aire libre.

Fomentar el uso de la bicicleta, destinando un espacio del lugar de trabajo para aparcarla. Con frecuencia muchos trabajadores podríamos acudir pedaleando al trabajo, pero al llegar nos vemos obligados a dejar la bicicleta fuera, sin vigilancia. Junto a esta iniciativa, la instalación de una ducha en los baños se ha demostrado efectiva.

Llegar a convenios con los gimnasios de la zona. Del mismo modo que algunas empresas llegan a acuerdos con restaurantes cercanos para hacer ofertas a sus trabajadores, podemos fomentar el deporte si los trabajadores cuentan con un gimnasio cerca del trabajo y a bajo coste.

Según la Red de Empresas Saludables española, por cada euro que una compañía invierte en programas de salud (tanto física como mental) de sus trabajadores, obtiene un retorno de 3,5 euros. De modo que, como empresa, nos saldría rentable costear el gimnasio de todos nuestros trabajadores como un bono laboral.

Permitir el horario flexible, ya que poder elegir a qué hora se entra a la empresa ayuda al empleado a hacer deporte. Podrá optar por retrasar su entrada para hacer ejercicio (verano) o entrar antes para poder salir con sol (invierno).

La contratación de un catering con foco en la dieta y la salud. No todo es deporte en la salud física y mental. En el otro lado de la moneda está la alimentación, que merece la pena cuidar. Como empresa, podemos incluso contratar un servicio de endocrinología para los trabajadores que deseen mejorar sus hábitos alimenticios.

 

Se sabe que seguir un programa de ejercicio sistematizado y controlado (es decir, constante) tiene una influencia positiva tanto en la productividad como en la satisfacción laboral y el bienestar de la persona. Como organizaciones, buscamos trabajadores felices, y el deporte es un buen punto de apoyo para lograrlo.

 

#VirginPulseGlobalChallenge

En Orange, nos sumamos al reto de los 100 días propuesto por Virgin Pulse que acabó el 31 de agosto. El desafío consistía en andar más 10.000 pasos al día por cada miembro del equipo- compuesto de siete personas- en un plazo de 100 días, y de esta manera, mejorar la salud de todos los apuntados al reto. El reto también ha servido para concienciar de lo importante que es tener buena salud, tanto física como mental, para ser más productivos en el trabajo.

 

 

Por Marcos Martínez

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